nuestro héroe Hyoudou Issei, pierde a temprana edad a sus padres viéndose obligado a cuidar a sus hermanos menores, estos al juntarse con ciertas chicas demonios piensan que son superiores y lastiman a Issei, quien debido a causas extrañas es enviad...
Unos pocos rayos de luz de luna brillaron a través de la ventana enrejada, iluminando usa celda por lo demás oscura, el marcado contraste entre la luz blanca y la habitación oscura era sorprendente, el mobiliario de la habitación era bastante espartano, el suelo era de metal, y solo había un único tablero de madera, un escritorio y un retrete, francamente las prisiones en la tierra eran mas cómodas que esta celda.
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Aiko se recostó contra la pared, acurrucada en un rincón de la cama con la cara enterrada entre las rodillas, habían pasado tres días desde que fue encarcelada aquí, gracias al brazalete atado a su muñeca, no pudo usar nada de magia, al principio, intento todo lo que pudo para escapar, pero incluso cortándose a si misma y dibujando un circulo mágico con su sangre no le había permitido usar magia, y naturalmente no era lo suficientemente fuerte físicamente para romper las barras de su celda, tampoco había podido pasar al lado de la mujer de pelo plateado que vino a llevarle comida, la mujer era mucho mas fuerte que ella y había podido someterla fácilmente.
Las rejas sobre su ventana le impedían escapar por allí, lo máximo que podía hacer era pasar un brazo, aunque no hubiera habido barrotes en su ventana no habría podido escapar, su celda estaba en la cima de una torre en la cima de la montaña divina, era improbable que pudiera llegar al suelo sin morir, e incluso si pudiera, la montaña estaba llena de sacerdotes, evitarlos a todos y regresar a la capital era una tarea imposible, al final Aiko se había visto reducida a acurrucarse en un rincón de su celda, aunque estaba preocupada por sus estudiantes, no había nada que pudiera hacer por ellos.
Aiko—¿Qué intentan hacer con mis alumnos...? ¿Que esta pasando?—mientras ella murmuraba, eso, recordó lo que la mujer había dicho antes de secuestrarla, aparentemente el señor de la mujer habría encontrado inconveniente que Aiko les hubiese contado a sus alumnos lo que había aprendido de Issei, la mujer había querido que uno de los planes de los estudiantes continuara sin obstáculos.
La preocupación y la desesperación se arremolinaban dentro de su mente, Aiko recordó al joven que había muerto en Ur, Yukitoshi Shimizu, a ella le preocupaba que otro de sus estudiantes pudiera estar tratando de hacer algo de lo que nunca podrían retractarse, y no pudo evitar angustiarse por ello, atrapada sola en esta prisión, tuvo mucho tiempo para pensar, cuanto mas reflexionaba sobre los recientes acontecimientos, mas se daba cuenta de que algo andaba mal dentro del palacio cuando regresaba, Eliheid y los otros lideres del reino habían estado actuando extrañamente fanatizados cuando ella fue a verlos.
Esa monja de pelo plateado debía haberles hecho algo, si el extraño hechizo que le había hecho a Aiko había sido realmente algún tipo de técnica de control mental, entonces era lógico que al rey y sus criados les hubiesen lavado el cerebro, sin embargo, ni Shizuku ni Liliana habían estado actuando fuera de lo común, aun así no había forma de saber que podría haberles pasado en el tiempo desde que fue capturada, mientras rezaba oír su seguridad, Aiko recordó otra cosa que la mujer le había dicho, ella dijo que necesitaba eliminar al "Irregular"