nuestro héroe Hyoudou Issei, pierde a temprana edad a sus padres viéndose obligado a cuidar a sus hermanos menores, estos al juntarse con ciertas chicas demonios piensan que son superiores y lastiman a Issei, quien debido a causas extrañas es enviad...
Cuando Fred emergió completamente del portal, cien dragones de ceniza y sus jinetes demoniacos rodearon a Yue, Shea y Ryuzu, hubo un estruendo, y parte de la muralla exterior de la cuidad se derrumbo, demonios y monstruos se apiñaron en la cuidad, un numero de escuadrones se separaron y empezaron a correr hacia Fred, parecía que el quería asegurarse de que acabaría con las chicas para siempre.
Fred—Pensar que realmente sobrevivieron, Ese hombre es verdaderamente aterrador nunca debí subestimarlo—levanto su mano donde varios dedos hacían falta—El es peligroso, pero para derrotarlo, tendré que asegurarme de que sus compañeras y la nueva, mueran primero—Yue y Shera sonrieron sin miedo mientras que Ryuzu lo analizaba, y las dos primeras dijeron las mismas palabras que Issei había dicho hacia unos segundos, ocho mil metros por encima de ellas.
Yue/Shea—Me gustaría verte intentarlo.
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Ryuzu—El único en morir aquí eres tu...—sus alas metalizas se extendieron, y el ejercito de monstruos y demonios atacaron a la vez, jabalinas ardientes lo suficientemente calientes como para quemar el aire, chorros de agua lo suficientemente potentes como para atravesar acero, hojas de viento mas afiladas que espadas, bloques de hielo mas grandes que rocas, esferas grises oscuras llenas hasta el borde con la magia de la petrificación rayos de truenos chispeantes, todos ellos se abalanzaron sobre las tres chicas.
Finalmente, una enorme aurora siguió a todos los otros hechizos, había cuarenta demonios y mas de cien monstruos, sus ataques volaron desde todas las direcciones imaginables.
Los hechizos se unieron en una tormenta de magia mortal, pero ni Shea, Ryuzu o Yue parecían estar un poco preocupadas, de hecho, ni siquiera intentaron esquivarlo, la mayoría de los demonios asumieron que se habían rendido, Fred, sin embargo, tuvo una premonición siniestra, se apresuro a levantar y alejar a su dragón.
Yue—[Grieta cósmica]—ella lanzo su hechizo, dos portales resplandecientes aparecieron frente a la aurora, Fred estrecho las cejas, como los dos portales estaban uno al lado de otro, incluso si la luz entraba en uno salia del otro y golpeaba a las chicas de todos modos.
El error de Fred había sido asumir que Yue había invocado solo un par de portales, esto se debía a que llamar a una sola pareja a la vez era lo máximo que el podía hacer, debido a que Fred estaba distraído por los dos portales frente a las chicas, se dio cuenta demasiado tarde de que había otro portal detrás de el.
Fred—¡Maldición! ¡Todos, corran!—Yue, Shea y Ryuzu desaparecieron dentro de la primera puerta, mientras que la segunda se trago la aurora y la esculpió detrás de los demonios, Fred grito una advertencia, pero no a tiempo para que escapasen, el pudo salir del camino pero la mayor parte de su ejercito fue destruido por la mortífera aurora—Como te atreves a hacerme matar a mis hombres, te subestime... Debería haber predicho que serias capaz de abrir múltiples puertas a la vez—a través de su ira, Fred sintió una creciente semilla de miedo, Yue era capaz de hazañas mágicas mucho mas impresionantes que el incluso con los mismos hechizos, tenia curiosidad por saber como era capaz de lanzar hechizos sin encantamientos ni circulos mágicos, pero su prioridad era averiguar donde habían desaparecido sus oponentes.