El chico que odio

Capítulo 12

Después de terminar nuestro desayuno, Rebeca se ofrece para llevarnos a un taller mecánico en Colorado. Resulta que ayer en la noche llamamos a una grúa para que fueran a recoger el coche Hayden de la carretera y nos dijeron que hoy estaría el Mustang esperándonos en el taller.

— Hola. Buenas tardes. ¿Qué se les ofrece? —Nos pregunta un mecánico.

— Hola, Rebeca nos dijo que eres un mecánico prestigioso. —Hayden comenta.

— Me alegro escuchar eso. La quiero mucho. Es una buena amiga mía. —Señala hacia el coche de Hayden.— Me imagino que ese auto es de ustedes.

— Si. Así es.

— Yo soy Henry. —Sacude la mano de Hayden y me dedica una sonrisa.

— Yo soy Hayden y ella es Natalie. —Hace una pausa.— Espero que sepas cual es el problema de mi coche.

— Algo así... Para empezar, tengo buenas noticias y malas noticias. La buena noticia es que logré identificar que un tapón estaba mal colocado en el radiador. La mala noticia es que para conseguir un nuevo tapón tengo que pasar por dos ciudades porque aquí no manejamos la marca que ustedes usan. Ya mandé a uno de mis compañeros para ir por él pero me temo que tendremos que salir mañana.

— ¿Qué? ¡No puede ser! ¡No podemos quedarnos otro día más! ¡Tenemos un compromiso! ¡Tenemos que estar en Vermont lo más pronto posible!

— Lo siento señorita, pero el viaje es de tres horas y necesitamos hacer unas cuantas pruebas para asegurarnos que el motor anda bien. Puedo ver que está decepcionada, Natalie pero estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo. Hay un motel cerca de aquí. Se pueden quedar a dormir allí.

— Supongo que nos quedaremos por aquí esta noche. —Comento. Observo a Hayden para ver si está poniendo atención. En vez de eso, mira su celular.

— Disculpa, Henry. Tengo que atender esta llamada. Ahora vuelvo. —Hayden me mira a los ojos antes de salir del taller. ¿Por qué estará atendiendo muchas llamadas estos últimos días?

Le hago señas para llamar su atención y señalo el hotel que está al frente del taller para hacerle saber que lo veré allá. Mientras atravieso la calle, me doy cuenta de que Henry tenía razón. El hotel se ve increíble. Saco mi celular del pantalón para tomar una foto, pero me doy cuenta que tengo tres mensajes, dos son de Elijah. Así que reproduzco sus mensajes primero.

— Hola, Nat. Necesito hablar contigo. Llámame en cuanto puedas. Natalie, de verdad necesito hablar contigo. Llámame en cuanto recibas mis mensajes, ¿de acuerdo?

¿Por qué Elijah necesita hablar conmigo urgente? Reproduzco el último mensaje que proviene de Carina.

— Hola, Nat. ¿Cómo vas con Hayden? ¡Ya los quiero ver! Llámame pronto. ¡Te quiero! ¡Bye!

Al parecer los dos quieren hablar conmigo, aunque el mensaje de Elijah sonaba más urgente y no he hablado con él durante mucho tiempo... ¿Debería llamarlo primero? Después de pensarlo durante varios segundos, marco el número de Elijah, pero me manda directo al buzón. Perfecto. Lo que faltaba.

— Hola... Seguramente estás trabajando, pero quería llamarte aprovechando que tengo señal. Lamentablemente el coche de Hayden se descompuso y nos vamos a retrasar un día para que arreglen el problema. Actualmente estamos en Colorado. Llámame cuando puedas.

Esto no me está gustando nada. Nunca parecemos encontrar la manera de ponernos en contacto... Cuelgo con tristeza justo a tiempo que Hayden se acerca hacia mí mientras se encamina a la entrada del hotel. Noto la tensión de su rostro prominente.