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Una noche

POV CALLE

-No- dije extremadamente exaltada- obviamente no Diego, no sé por quién me tomas pero nunca me prestaría para algo así.-

-Dani respira, piensa que es un sacrificio nulo, comparado con todos los beneficios que te trae, tienes a tu hijo, y María José nunca se enteraría, te doy mi palabra.- 

-¿Cómo se te ocurre que me prestaría para algo así? Apenas estoy recuperando mi relación con María José como para cagarla de la nada. - Estaba consternada ante su propuesta, no cabe duda que Poché tenía razón, no conocía a Diego en lo absoluto.

-Esas son mis condiciones, y si gustas te las repito, ante mi familia sería un matrimonio real el tiempo que dure, te tendrías que quedar en mi casa si ellos vienen de visita, y la más importante, la noche de bodas viene incluída, o no hay trato.-

-¿Cuál es tu obsesión con que me acueste contigo? Todo lo demás no me encanta, pero puedo hacer un esfuerzo por cumplirlo, pero ese punto no siquiera está cerca de volverse real.- 

-A ver Daniela las cosas en esta vida no son gratis, ¿Sabes todo lo que conlleva una adopción? Nos van a tener completamente fiscalizados de todas las maneras posibles, yo me tendré que atener a todo eso, tengo que obtener algo a cambio. A parte tal vez no te lo había comentado, pero el parecido que te he encontrado con mi esposa es increíble, sería como tenerla de vuelta un momento en mi vida Daniela. Solo te estoy pidiendo una noche, ni siquiera tiene que ser el día que nos casemos, puede ser cualquier otro para que tu novia no sospeche nada. Mis cartas están sobre la mesa, tu sabes si lo tomas o lo dejas. Piensa en tu hijo.- Tras decir eso dejó un par de billetes que cubrían la cena y salió del restaurante. 

Me quedé ahí analizando lo que acababa de vivir, tenía muy claro que le iba a decir que no, no vendería mi cuerpo a cambio de un favor. Pero se me hacía increíble que me lo pidiera, nunca pensé que fuera capaz de algo así, en el poco tiempo que lo conocía lo había considerado una buena persona, y creo que al final del día Poché tenía razón, no era una persona en quien podía confiar. 

Ahora estaba en un dilema, y no sobre mi decisión, si no de lo que le contaría a Poché llegando a casa, sabía que si le contaba la propuesta de Diego sería capaz de cualquier cosa, y me daba miedo, no por el, si no por que ahora me doy cuenta de que no lo conozco en absoluto, y no quiero que Poché esté en peligro.

Salgo del restaurante con mi cabeza en otro mundo, voy formulando miles de escenarios que podría plantearle a mi mujer, pero ninguno me parece lo suficientemente convincente.

Llego a casa y al entrar no veo a nadie en la planta baja, le pedí a Poché que las niñas durmieran temprano, por qué supongo para este momento ya están dormidas, y aunque se que es improbable deseo que Poché también lo esté, me gustaría posponer esta plática la mayor cantidad de tiempo.

Llegando al piso de arriba me dí cuenta que todas las luces estaban apagadas, por lo que decidí con el menor ruido posible caminar hacia mi habitación, para desmaquillarme, ponerme el pijama, y meterme debajo de las cobijas, mi día había sido bastante agotador mentalmente, lo único que quería era dormir y olvidarme de todo.

Justo cuando comenzaba a conciliar el sueño escuché mi teléfono celular alertarme sobre una llamada entrante. No vi el nombre de quién llamaba, solo contesté algo adormilada.

-¿Aló?-

-¿Ya estás en la casa bebé?- pude escuchar la voz de Poché al otro lado de la línea.

-Llegue hace mucho, ya me estaba quedando dormida.- le respondí sin siquiera abrir los ojos, el sueño me estaba consumiendo.

-Voy a tu habitación- después de escuchar eso la llamada se cortó y unos segundos después pude ver a Poché entrando por la puerta.