Necesitamos hablar

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POV CALLE

Me desperté temprano como de costumbre, y me fui directo al gimnasio del edificio, extrañaba hacer ejercicio apenas despertaba, pero sin Poché en la casa no podía dejar a las niñas solas, y me tenía que esperar a llevarlas antes al colegio.

Estaba a punto de terminar mi rutina, cuando sentí unas manos tapando mis ojos.

-Si adivinas quién soy te invito el desayuno.- Dijo con su voz inconfundible.

-La vecina más desesperante de la historia.-

-¡Oye! Deberías de agradecerme el que me mudara cerca de ti.-

-Gracias- le contesté sarcásticamente- Me debes un desayuno.

-Tal vez me puedas invitar tú, dicen que eres dueña de la mejor repostería en Bogotá. Tu invitas el desayuno y yo te ayudo a meditar para que te relajes un poco.-

-Ok, gracias Juli, por todo, el que estés viviendo cerca de mi me hace bien. Tener a mi hermana cerca es un gran apoyo en mi situación.-

-Te amo sis, termina de hacer ejercicio y te espero en mi apartamento para meditar.-

-Voy en cinco.-

Meditar con Juliana hacía que mi alma reviviera, me hacía falta relajarme, y regresar a mi centro. No sabía cuánto lo necesitaba hasta que lo hice.

Una vez llegamos a la pastelería fui directo a mi oficina con Juli tras de mi. Al entrar vi algo que no estaba ahí el día anterior, era un enorme arreglo de orquídeas con tulipanes, mis dos flores favoritas en un arreglo espectacular.

-Wow Dani, una semana divorciada y los pretendientes ya están tratando de impresionarte.-

-No creo que sea un pretendiente, muy pocas personas saben que odio las rosas y que estas son mis flores favoritas, espera, iré a preguntar quién las trajo.-

Bajé corriendo hacia el mostrador de la pastelería para preguntarles quién había traído las flores.

-Ally- llamé a la primera persona que ví- ¿Sabes quién trajo el arreglo de flores que está en mi oficina?-

-Lo trajo un repartidor a primera hora, pero no dijo quien lo enviaba, creo que traía una tarjeta en la parte trasera.-

-Gracias Ally- le sonreí y regresé expectante a mi oficina, creía saber quién las había enviado y esperaba no equivocarme.

-¿Ya sabes de quién son?- me preguntó Juli apenas entré a la oficina.

-No, voy a revisar la nota.- Dije abriendo el sobre con la tarjeta.

Que ganas de que nuestras pláticas de madrugada fueran abrazadas y viendo tu carita hermosa.
Muero de ganas de que me llenes y llenarte de besos.

Te amo mi vida
MJG


La sonrisa en mi cara era imposible de ocultar y Juliana lo notó.

-Quien te haga sonreír así se merece un premio por sacarte de la cabeza a Poché- en lugar de responderle, le extendí la tarjeta para que la leyera.- Ay no puede ser, ustedes en serio están mal, Dani, esto no es sano. ¿No piensas en tus hijas?-

-Juliana cálmate, mejor vamos abajo, y platicamos mientras desayunamos.-

-Sebas me traes dos capuccinos y dos croissants afuera por favor.- Pedí apenas nos sentamos en las pequeñas mesas que había afuera de la repostería.

-Ahora dime qué está pasando, Dani te acompañé a firmar el divorcio hace apenas unos días, que por cierto te encerraste a coger en el baño, y ahora te manda flores diciéndote lo mucho que te ama. No puedes hacer eso, si iban a seguir así ¿para qué hacer que las niñas vivan su separación?, están siendo muy egoístas, el bienestar de sus hijas les vale.-

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