Valle

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POV POCHÉ

POCHÉ

Ya no se que más decirte. Pero creo que para lo poco que quieres escucharme, será más fácil escribir que hablar.

No sabes lo que daría por ser las mismas de antes, amaría verte llegar todos los días directo a darme un beso, platicar por horas sobre tus proyectos, todo lo que estás logrando y que por lo menos te interesaras un poco en cómo me siento. Estoy en un país que no conozco por amor, realmente no le encuentro otra explicación a haber dejado toda mi vida en pausa en Colombia, más que el amor tan grande que siento por ti, y me duele horrible el que no te interese cómo la estoy pasando, cruzar tres palabras al día no es suficiente.

Esta carta no es un reclamo, tómala como un recordatorio, de lo mucho que significas para mi, hoy que veo hacia atrás puedo confirmar que fuiste mi primer amor, ninguna relación que pude haber tenido se compara contigo, siempre había algo que les faltaba, eras tú, todo lo que había esperado toda mi vida eras tú. La forma en la que mi vida se siente completa al tenerte cerca, la paz y seguridad que siente mi corazón al tenerte conmigo me demuestran que eres la persona correcta en mi vida. Y me dan fuerzas para seguir luchando, te necesito de vuelta mi amor, necesito dormir abrazaditas, necesito fines de semana en familia, necesito a nuestra familia junta, me duele que mis hijas tengan que vernos así.

Hoy es tu cumpleaños y espero que la vida te llene de cosas hermosas, le doy gracias a Dios por tu existencia y por toda la luz que traes a la mía. Espero que pases un día hermoso así no sea testigo de ello, gracias por aparecer en mi vida cuando menos sabía que te necesitaba, siempre me pregunto qué hubiera pasado si los nervios me ganaban y no te hubiera dado mi número ese día, seguramente no estaríamos aquí, no existirían Ainara y Andrea, y sobretodo, nunca hubiera conocido al amor de mi vida.

CALLE


Estoy segura que si no me hubiera dado su número, hubiera regresado a ese restaurante las veces que fueran necesarias para conquistarla, yo también estaba segura de que Calle era el amor de mi vida. Pero me costaba volver a lo mismo, no quería que nuestra relación se tornara tóxica, a mi también me dolía el no ser lo mismo de antes y me costaba de sobre manera mantenerme firme teniéndola cerca, viéndola preocupándose por mí. Le agradecía de sobremanera el que estuviera aquí, sin ella probablemente no habría durado ni una semana aquí, pero sabía que al hablarlo con ella, al mostrarme tan solo un poco vulnerable podía caer y volver a darle una oportunidad.

Yo estaba consciente que Dani no era la culpable de lo que estábamos viviendo, aceptaba totalmente mi culpa, sabía que yo fui quien acabó con nuestra familia, yo las descuidé, yo la dejé sola. Ella solo hizo lo que pensó me haría reaccionar, y debo aceptar que estuvo en lo correcto, en el momento que las ví perdidas, fue cuando decidí cambiar y balancear mis prioridades, en ese momento necesitaba el perdón de Dani, necesitaba volver a la vida que teníamos antes, pero ella nunca me trató como yo la estaba tratando, me dolía el alma el serle indiferente, pero dentro de mi siento que es la mejor forma de separarnos, así ella llegará a no querer estar conmigo.

Esa noche después de leer varias veces la carta de Dani y pensar que rumbo tomar, logré dormir tan solo un par de horas. Me tenía que levantar temprano para hacer un pequeño road trip con mi familia, en el que, aunque ella no creía, estaba incluída.

Me levanté aproximadamente a las 8 de la mañana y preparé una pequeña maleta, fui a la habitación de las gemelas para despertarlas, ayudarlas a cambiarse y al igual que yo prepararles una maleta. Les pedí que fueran a despertar a Calle, pero prefirieron irse al jardín de la casa a jugar, por lo tanto me tocaría a mí despertarla.

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