Trato

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POV CALLE

-Wow- dice Poché soltando aire mientras ríe y posicionándose a mi lado en la cama.- Creo que esto es algo en lo que nunca dejaremos de ser compatibles.- la sonrisa que aparece en su rostro me contagia, haciendo que junte nuestras sonrisas en un beso que dura solo un par de segundos, pero que me da mil años de vida.

-Opino lo mismo. Pero…- me levanto cubriendo mi cuerpo desnudo con una sábana- el deber me llama. Las niñas se quedaron en mi cama tengo que pasarlas a su habitación.- decía esto mientras buscaba por toda la habitación mis prendas de ropa, las cuales Poché se encargó de regar por todo el lugar.

-Nooooo.- se paro corriendo a detenerme.- Quédate, por favor.- sentí sus brazos rodearme por detrás.

-Poché, tu papá y Vale no deben tardar en llegar, no creo que sea buena idea que nos encuentren aquí.- Realmente no sabía en qué punto nos encontrábamos y lo que menos quería era confundir a las personas a nuestro alrededor.

Sentí como movía el cabello hacia un lado y comenzaba a dejar pequeños besos sobre mi nuca y mis hombros. - Por favor solo por un momento olvídate de todo, ¿sabes cuánto e esperado el volverte a tener así? En este momento no me importa si cualquier persona entra por esa puerta. - Se separó de mí para caminar hacia la entrada de la habitación.- Si te importa tanto, esto lo resuelve.- El sonido del seguro en la puerta me hizo soltar una risa apenas perceptible.- A parte te aseguro que las niñas no se despiertan en un buen rato.-

-Mmmmmm, convenceme.- Le contesté e inmediatamente corrió hacia mí, para sujetar mi cintura y comenzar a devorar mis labios.

En medio del beso comencé a quitar la sábana que cubría su cuerpo para con mis manos comenzar a recorrer su piel, el tocarla me hacía sentir como si estuviera en un sueño, soñaba tanto con volver a tenerla conmigo, que me parecía increíble el estar viviendo esto. La expectativa del que pasaría mañana me invadía, pero no dejaría que interfiriera en arruinar el presente.

-¿Es mi percepción o están más grandes?- preguntó mientras masajeaba mis pechos, haciéndome reír ya que a mi parecer tenían el mismo tamaño que siempre.

-No me hagas reír, tienen el mismo tamaño de toda la vida. Incluso estoy considerando el ponerme implantes.- 

-¡No! Así me gustan.- dijo dejando un beso en esa parte de mi cuerpo.

-Pero cuando crecieron con la lactancia aprovechaste bastante ¿No?-

-Por eso, siempre puedes volver a embarazarte, no son necesarios los implantes.-

-¿En serio estamos desperdiciando la noche hablando de mis pechos?- le pregunté burlándome de nuestro tema de conversación.

-Oye, yo podría hablar de tus pechos por horas.-

-Que guarra Garzón.- Decidí dejar la conversación ahí y callarla de mi manera favorita, a besos.

Los rayos de sol comenzaron a iluminar mi rostro y gracias a eso logré despertar, la noche que había vivido ameritaba dormir un día entero, pero por más que quisiera era algo que no me podía permitir.

Tenía la mitad del cuerpo de Poché sobre mí y sus piernas entrelazadas a las mías, lo cual ameritaba un esfuerzo sobre humano para levantarme de esa cama sin despertarla. Comencé moviendo delicadamente el brazo que rodeaba mi cintura, para después lentamente intentar mover sus piernas, estaba a tan solo un par de centímetros de quedar libre, cuando todo mi esfuerzo se fue a la basura, en un segundo la tenía de nuevo sobre mí, profundamente dormida. Alguien en esta cama debía tener la suficiente responsabilidad para pararse e ir a acostarse con las niñas antes de que se despertarán.

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