Mimí: Para serte honesta nunca pensé en tener a alguien para estás situaciones, pero agradezco que hayas sido tu Ivonne – la miro fijo a los ojos e Ivonne supo que era verdad esos ojos no mentian.
Ivonne: Somos amigas ¿No? – sonrió y Mimí asintió.
Al acabar con la transfusión, ah Mimí se le dio una receta con 3 pastillas que sin duda alguna al pasarlas al comprar salían un poco caras para el presupuesto de Mimí, Ivonne las pago a pesar de que Mimí se negó e Ivonne estaba un poco mareada por la perdida ligera de sangre, así que Mimí la llevo a su casa y ahí le daría algo de comer, después de todo era lo mínimo que podía hacer por Ivonne.
Mientras tanto cuando Ilse le contó a Mayte todo lo que había pasado con Mildred, unos celos incontrolables se apoderaron de Mayte e Ilse no pensó que su reacción fuera así, pero a pesar de eso de forma inconsciente le gustó esa respuesta por parte de Mayte, Ilse no sabía que le pasaba con ella y tal vez y solo tal vez había encontrado su complemento que le hacía falta en su vida.
Mayte: ¿Tu también lo querías? – pregunto algo sería.
Ilse: No quedamos en algo – le acaricio el cabello a Mayte.
Mayte: Te estoy preguntando si tú querías y por mi te detuviste solo por esa promesa – la miro con frialdad.
Ilse: No yo no quería, yo lo que quiero es esto – se acercó a los labios de Mayte y la beso, Mayte en un principio intentaba separase, aunque al final cedió ante aquellos labios sabor a chocolate, Ilse se sentó a horcajadas a ella y comenzó a desabrocharle su blusa, botón por botón.
Mayte: ¿Aquí? – pregunto ajetreada.
Ilse: Aquí, en tu casa, en la mía, donde sea pero ahora te necesito – bajo sus besos al cuello de Mayte y ella comenzó a jadear – sabes te has vuelto en algo que por más que quiera no puedo tener lejos nena – bajo su mano hasta la falda de Mayte y la metió por debajo acariciando la ingle y poco a poco acercándose a su intimidad – estás mojada – sonrió – dime soy la mejor que te a hecho esto o alguien lo hace mejor que yo – se dirigió al pecho de Mayte y le dio toda su atención, Mayte no podía dar una respuesta clara y solo jadeaba – quiero que me respondas nena – detuvo su acción.
Mayte: Ilse por dios eres la única que a hecho que llegue a mi orgasmo, las demás lo intentaron, pero nun…….. Aaaaah – no pudo acabar ya que Ilse al escucharla decir eso decidió llevarla de nueva cuenta hasta el cielo, prueba de ello el gemido que Mayte soltó apenas posó sus dedos el clítoris.
Por otra parte Mimí hizo un pequeño espagueti para ambas e Ivonne aunque se ofreció a ayudarle Mimí se negó ya había hecho tanto por ella que se negó rotundamente, pues aún estaba algo mareada, por otra parte Ivonne dio un pequeño vistazo a la sala de Mimí y ahí vio por primera vez a Mimí y la pequeña Stefany ambas abrazadas una a la otra, pero vio algo más que le llamo la atención Mimi alrededor de unos 18 o 19 años con un hombre, cosa que alertó sus sentidos, pero decidió no preguntar y dejo la foto donde estaba, luego vio un libro en la encimera y lo vio con suma atención y luego fue a la cocina.
Ivonne: ¿Te gusta la literatura de terror? – pregunto detrás de ella.
Mimí: Si es mi favorita ¿Por? – sonrió levemente.
Ivonne: La mía igual – la miro con alegría.
Mimí: Creo que tenemos más en común de lo que parece – rio, comieron un rato y siguieron hablando de sus libros favoritos que al parecer tenían muchos en común, pero Mimí recordó que debía ir a buscar a Stefany a casa de Isabel – ay mi hija tengo que ir por ella – se levantó de su asiento y tomo una servilleta para limpiarse.
Ivonne: Gustas ¿Qué te acompañe? – pregunto con calma.
Mimí: No creo que quiera ir ya sabe cómo son los niños – la miro.
Ivonne: Yo encantada de conocer a Stefany – le regaló una sonrisa sincera.
Mimí: Está bien así de paso retomamos la plática – tomo su bolso y ambas mujeres estaban por salir hasta que Ivonne detuvo a Mimí.
Ivonne: Tu pastilla – le recordó.
Mimí: Es verdad ¿Dónde traigo la cabeza dios mío? – negaba con la cabeza mientras se dirigió a la mesa del comedor se sirvió un vaso de agua y se tomó el medicamento, ambas mujeres salieron y fueron por Stefany, llegaron y Mimí llamo a la puerta – Ivonne si alguien pregunta por lo que me dijo el doctor solo diles que fue descompensación de nutrientes, no quiero alarmar a nadie y mucho menos a mi hija te lo pido – le suplico e Ivonne solo asintió con la cabeza en eso Isabel abrió la puerta.
Isabel: Mimí ya estaba empezando a preocuparme mujer – la saludo de beso.
Mimí: De verdad una disculpa estaba comiendo con Ivonne de hecho te la presento ella es Ivonne Guevara la mujer que me a ayudado más de lo que necesitaba – miro a Ivonne con ternura y está última se sonrojo ante la mirada de Mimí así que miro a Isabel.
Ivonne: Mucho Gusto – extendió su mano.
Isabel: El gusto es mío y de verdad no sabes cuánto agradezco que hayas llevado a esta terca al doctor ya que ella nunca hubiese ido por su cuenta – le regaló un sonrisa.
Mimí: Yo no soy terca – se cruzó de brazos.
Isabel e Ivonne: Si – rieron al unísono.
Mimí: No pues muchas gracias – las miro a ambas.
Isabel: Ya no te enojes mira mejor pasen para que veas a Stefany y me cuenten que les dijo el médico – se hizo a un lado y dejo pasar a ambas mujeres y apenas pusieron un pie adentro unos gritos de emoción se escucharon.
Stefany: Mamá por fin – la abrazo – ya no estás enferma.
Mimí No corazón no era nada – la cargo y la abrazo – creo que todavía tienes Mamá para un buen rato – rio y Stefany al separarse del abrazo vio a Ivonne.
Stefany: ¿Quién es ella mamá? – señaló a Ivonne y está última sonrió de ternura.
Mimí: Es….. – estaba por hablar pero Ivonne se acercó.
Ivonne: Hola hermosa soy amiga de tu mami, me llamo Ivonne y por lo que me han contado te llama Stefany ¿Cierto? – la tomo de las manos y ella asintió.
Stefany: Podría ser como mi tía May o Isa – dijo con inocencia y cuando Mimi esta por interceder, Ivonne le ganó la palabra.
Ivonne: Claro hermosa por mi no hay ningún problema – le acaricio la mejilla y Stefany sonrió.
Stefany: Tía Ivonne – estiró sus brazos para que la cargará y así lo hizo, Mimi se murió de ternura al ver tan bella escena al igual Isabel, sin duda alguna este era el inicio de algo que nadie podía parar.
Continuara……………….
