Lina
Los días en la ciudad habían sido bastante comunes. Compré ropa, un par un zapatos y souvenirs para mi familia y amigos de Italia, además de los regalos de navidad.
Y adornar la casa con mis primos fue más divertido y mucho más tardado de lo que pensaba.Había tenido varias oportunidades para contarle a Keila lo sucedido con Cooper, pero no lo hice hasta ahora.
—¿Te gusta?—preguntó.
—Por supuesto que no.
—No parece muy buena persona...
—Pero... me llevó a la enfermería y se disculpó—no sabía ni siquiera por qué estaba defendiéndolo.
Keila me había escuchado atentamente mientras se maquillaba y yo escogía qué ponerme para ir al club. Al final decidí que sería un vestido negro con unas mallas térmicas y botas del mismo color.
Estaba emocionada por ver a los demás. Tenía tiempo que no me emocionaba por algo. Quería ponerme al día con ellos, bailar y pasarla bien.
No había estado mucho en contacto con ellos, con nadie de hecho. Pero estaba segura que nos divertiríamos los 6 como en los viejos tiempos, o bueno, pensándolo bien...—¿Sabes si irá...?
—No, no irá—me cortó Keila.
Bastian gritó desde el piso de abajo, diciendo que si no estábamos listas en dos minutos, nos dejaría.
Tomamos nuestros bolsos y antes de salir del cuarto, Keila me detuvo.
—Mmm rosa o rojo.
—¿Eh?
Ella me restregó el labial rojo que tenía frente a mi cara e intentó ponérmelo.
—No—dije.
Nunca me había gustado ponerme labial, me parecía muy incómodo. Solo lo utilizaba para ocasiones especiales muuy especiales.
Keila me reprochó con la mirada para después dejar el labial en el tocador y salir del cuarto.
Al llegar al garaje, Bastian ya estaba dentro del auto con el motor encendido y la música a todo volumen. Me senté en el asiento del copiloto y bajé el volumen de la música.
—¡Hey! No hagas eso—dijo Bastian.
—Con ese volumen nos dejaras sordos antes de llegar a nuestra vejez.
—Si fuera One direction, no te importaría quedarte sorda antes de tu vejez.
Mientras íbamos camino al Club, Keila se encargó de poner una canción que le gustara a cada uno. La que puso para mí fue Olivia de One Direction. Al terminar la canción, Bastián estacionó el auto a una cuadra del club.
Cuando bajé del auto sentí la bocanada de aire frío que tanto extrañaba.
Sorprendentemente, el frío de la montaña y de la ciudad se sentía diferente. En lo personal me gustaba más el de la montaña, era más intenso pero no había ese desagradable aire de la ciudad.Al entrar al club me sentí agradecida, de estar unos minutos más afuera, me habría congelado. Inmediatamente percibí el característico olor a sudor combinado con alcohol.
Bastian dijo que fuéramos a la barra por unas bebidas para "entrar en ambiente", pero decidimos buscar a las chicas primero.
Estaba intentando llegar a una esquina para llamarlas, sin ser pisoteada por las personas que estaban bailando y sin perder de vista a Bastian y Keila, cuando sentí que alguien me abrazó por detrás mientras gritaba de emoción.
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Zona Azul
Teen FictionLa gente siempre habla de lo difícil que es encontrar tu pasión¿cierto? Pero nunca hablan de lo que pasa cuando la encuentras y la pierdes. Eso le ocurrió a Lina. Perdió lo que más quería en el mundo, la motivación y la razón por la que se levanta...