Callum Cooper
La gente no cambia.
Siempre lo había escuchado, aunque me gustaba creer que sí. Pero al parecer, quien tenía que cambiar era yo y dejar de confiar en las personas.
Especialmente en mi hermano.
Comenzaba a confiar nuevamente en él y lo encontraba besando a Lina, quien claramente se le veía muy apasionada en el beso.
Intenté darle todo de mí a Lina, me entregué ciegamente a ella, ¿y para qué?
Terminé caminando como idiota hacia la casa de mi mejor amigo con un dolor asfixiante en el pecho, un nudo en la garganta, unas ganas de llorar impresionantes y el corazón hecho pedazos.
—¡Hey! No sabía que venías...—dijo Matt al abrir la puerta.
—¿Puedo pasar?
Asintió frunciendo el ceño, sospechando que algo malo había pasado.
—Déjame adivinar—dijo cuando estuvimos en su habitación—Lina te dijo que no quiere algo serio contigo.
—Peor—dije suspirando—la encontré besándose con Cameron.
Nos miramos sin decir nada, aunque pude ver la sorpresa en sus ojos y él, el dolor en los míos.
—Mierda—murmuró.
Estuvimos unos segundos en silencio sentados en la cama hasta que comenzó a hacer las preguntas que sabía que haría.
—Pero, Cameron sabía ¿no?
Asentí sin muchos ánimos.
—¿Y volvió a hacerlo?
Volví a asentir.
—Que hijo de puta—murmuró negando con la cabeza.
Al ser gemelos, Cameron y yo habíamos compartido prácticamente toda nuestra vida. Y a pesar de teníamos personalidades y humores muy diferentes, nos llevábamos bien. Teníamos al mismo grupo de amigos, íbamos a todos lados juntos y casi nunca discutíamos.
Pero todo cambió cuando empecé a sentir algo por Laila.
Él sabía que me encantaba y aún así, comenzó a pasar mucho tiempo con ella y terminaron siendo pareja.
—Bueno, él sabía, pero...¿Lina sabía sobre la existencia de Cameron?
—Claro que sabía—respondí ante la pregunta tan obvia—Todos saben.
—Yo no lo sabía cuando te conocí.
Puse los ojos en blanco y me tumbé en su cama mirando el techo, sumergido en mis pensamientos.
No me sorprendió que Cameron actuara así, pero... ¿Lina?
Pensé que me quería tanto como yo a ella, pensé que podríamos tener algo serio, pensé en ir a Italia por ella.
Sentía una impotencia indescriptible, mezclada con enojo y dolor.
Sin darme cuenta comencé a llorar mientras le decía a Matt cuanto quería a Lina, cuanto había pensado ingenuamente que me quería y cual idiota había sido confiando en ella.
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Zona Azul
Teen FictionLa gente siempre habla de lo difícil que es encontrar tu pasión¿cierto? Pero nunca hablan de lo que pasa cuando la encuentras y la pierdes. Eso le ocurrió a Lina. Perdió lo que más quería en el mundo, la motivación y la razón por la que se levanta...