Capítulo 13

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Lina

Habían pasado ya varios días desde mi cita con Cooper. Nos habíamos mensajeado poco porque necesitaba estudiar para su examen de admisión y yo no quería distraerlo. Pero siempre me llamaba por la noche para hablar sobre cómo había estado nuestro día o simplemente platicar.

Bastian había insistido en enseñarme a jugar ajedrez para que él tuviera con quien practicar y perdiera la práctica. Pero su forma de enseñar era un tanto... crítica. Así que decidí huir y acompañar a Keila a su trabajo, que consistía en cuidar a un niño de seis años mientras sus padres no estaban.
Se llamaba Leo. Era agradable hasta que comenzaba a preguntar el por qué de todo, y no es que no me gustaran los niños, simplemente que los porqués para responder sus dudas existenciales se me acababan.

—¿Saldrás hoy con tu noviooo?—preguntó Leo mientras ponía una pieza en su rompecabezas.

—No es mi...—fruncí el ceño—¿Le contaste al niño, Keila?

—¡Nooo!—respondió en un grito desde la cocina.

—La escuché mientras hablaba por teléfono con su hermano—dijo Leo.

—¿Y qué más dijeron?

—Que no creían que era buena idea que salieras con él, que ya lo habían visto antes y no saben en dónde, que a Bastian le gusta una rubia, que Keila conoció al alguien, que a ti te gustan los pat...

—¿Keila, segura que puedo estar aquí?—grité interrumpiéndolo.

Ese niño ha escuchado tantas cosas...

—Sí. Escuché decir a mi madre que confiaba en ella y que esperaba no fueras una delincuente—respondió Leo.

—¿Tengo cara de delincuente?— pregunté divertida.

Se encogió de hombros.

—Iremos al boliche en un rato—dijo Keila al salir con galletas y helado de la cocina— ¿quieres ir? He llamado a Bastian para que vaya con nosotros. Podríamos jugar en parejas.

—Me encantaría pero, he quedado con Cooper para salir hoy por la tarde.

—Entonces sí saldrás con tu novio...—dijo Leo que parecía muy atento a la conversación.

Keila y yo nos miramos y comenzamos a reímos, pero dejamos de hacerlo cuando mi celular comenzó a sonar.

—¿Hola?

—Hola—saludó Cooper.

—Oye tengo duda, cuando dijiste que llevara ropa cómoda para nuestra cita, te referías a algo como para grafitear una pared, viajar, robar un banco...

Leo me miró con los ojos muy abiertos.

—Descarta la idea de robar un banco—dijo Cooper, divertido—Y sobre la cita...

Borré la sonrisa de mi rostro al escuchar que su tono de voz cambiaba a uno desanimado.

¿Nos cancelará?

—Lo siento mucho de verdad, pero hoy no puedo. Como te conté mi examen es en unos días y siento que se me ha olvidado todo—Keila y Leo intercambiaron miradas al ver mi rostro—Por favor, no te enfades.

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