Callum
No me sentía cómodo rodeado de tanta gente, en especial si era el centro de atención. Aunque bueno, la atención se repartía entre los doce integrantes del equipo.
Miraba a mi alrededor esperando encontrar a mi pareja, habíamos quedado de última hora y esperaba fuera puntual.
Había imaginado tantas veces éste día acompañado de Lina que se sentía como si algo faltara, como si después de todos mis entrenamientos, esto no valiera la pena.
—¡Callum!—gritó una voz que no escuchaba hace mucho tiempo.
Me tomó tan desprevenido cuando se abalanzó sobre mí, que tardé en confirmar si era ella.
—¡Laila!—dije cuando la dejé en el piso—Que gusto verte.
Genuinamente me alegraba verla. Después de lo que mi hermano me contó por la mañana, ahora entendía muchas cosas.
—¡Ya sé, cuánto tiempo!—miró hacía los lados—¿sabes dónde está Cameron?
—No.
—Bueno, si lo ves, no le digas que estoy aquí.
Oculté una sonrisa.
—¿Te da miedo lo que pueda decirte por darle la espalda?
Puso los ojos en blanco y esbozó una pequeña sonrisa.
—Sé que probablemente no actué de la mejor forma, pero...
—Da igual—la interrumpí— Tomamos las decisiones que creemos mejores, aunque no lo sean. Y a mí no tienes que darme explicaciones, si quieres dárselas a Cameron, adelante. Aunque si fuera tu, preferiría huir de éste lugar.
Esbozó una pequeña sonrisa y me miró como solía mirarme hace un par de años y para mi sorpresa, no sentí nada. Podía ser castaña, tener pecas, ojos miel e intentar conectar su mirada con la mía.
Pero no era ella. No era Lina.
—No puedo irme, de hecho, estoy buscando a mi pareja—dijo señalando detrás de mí—Ah, ahí está.
Giré y la vi caminando hacia nosotros.
—Hola, muchachitos.
—Hola, tía Gloria—saludó Laila.
—Hola, Glogi—me acerqué y le di un abrazo.
La última vez que las vi juntas fue el día del accidente en la pista de hielo, que también fue la última vez que vi a Laila.
A Gloria curiosamente la vi el día que conocí a Lina y la llevé a enfermería.Debería alejarme de Gloria si no quiero que me sigan rompiendo el corazón.
—¿Cómo está mi pareja ésta noche?—me preguntó Matt al colocarse a mi lado—Buenas noches, damas.
Ambas lo saludaron sonrientes.
—¿Vienen juntos?—preguntó Laila.
—Esa es la vida de dos jóvenes solteros con el corazón roto–respondió Matt, asintiendo.
Esa era una respuesta bastante concreta, así no teníamos que dar la explicación de que a Matt lo habían rechazado, y a mí... bueno, ya se sabe.
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Zona Azul
Teen FictionLa gente siempre habla de lo difícil que es encontrar tu pasión¿cierto? Pero nunca hablan de lo que pasa cuando la encuentras y la pierdes. Eso le ocurrió a Lina. Perdió lo que más quería en el mundo, la motivación y la razón por la que se levanta...