Zona Azul

Capítulo 12

Lina

—No lo entiendo.

Keila estaba ayudándome a elegir qué ponerme para mi cita con Cooper. Me sentía un poco nerviosa, incluso más de lo que debería. Tal vez porque no sabía a dónde iríamos.

—¿Qué no entiendes?—pregunté.

—Tendrás una segunda cita con la persona que te cobró una millonada por unos skis verdes que él mismo te dio.

Fingí no haberla escuchado mientras ponía las opciones de ropa sobre la cama.

—Y sí, es guapo pero la primera vez que lo viste fue muy grosero—agregó Keila.

—No olvides que le habló feo a una viejita— dijo Bastian entrando al cuarto y acostándose encima de la ropa que había puesto sobre la cama.

—Cierto. Es... desagradable—concluyó Keila.

—Ya no es tan desagradable ¿vale? Ahora, podrías quitarte de aquí— dije apartando a Bastian.

Los tres acordamos que la mejor opción serían unos pantalones negros y un suéter blanco, algo básico pero lindo.
Además por el frío, tuve que ponerme ropa térmica debajo.

—Bastian, ¿me prestas tu chamarra negra? La grande.

—No, no. De eso nada— dijo Keila.

Ambos la miramos extrañados.

—El frío es mental si se trata del outfit. Además si te da frío, Cooper podría darte su chamarra— explicó.

—No dependerá de él. Y menos si estamos a 3 grados afuera. Ahora te traigo la mía—dijo Bastian guiñándome un ojo.

Mientras me hacía un maquillaje natural, Bastian y Keila apostaban sobre dónde creían que sería la cita.

—Cine. Seguro—dijo Bastian.

—No seas tradicional. Seguro la llevará a cenar—agregó Keila.

—¿Y eso no es tradicional?

—Bueno, pero...

En ese momento el timbre de la casa sonó y los dos bajaron como locos las escaleras.
Hice lo mismo, tras mirarme una última vez al espejo. 

Al llegar abajo, Keila y Bastian estaban en la puerta.

—No quiero que los vea. Quítense de aquí.

Keila se apartó, pero Bastian se aferró a la puerta.

—¿Tanto te avergüenzas de nosotros? Te hemos dado un techo, ropa, calzado y aún así...

—Ya quítateeee.

Por fin cedió y se colocó al lado de Keila en la estancia, que desde la puerta no lograba verse.

Respire hondo y abrí la puerta.

—Hola.

—Hola Cini—respondió Cooper con una sonrisa.

Vestía con unos pantalones verde oscuro, una sudadera negra y una chamarra water proof del mismo color. Sus ojos verdes azulados brillaban más con la luz que venía de adentro de la casa y su cabello castaño rizado tenía un par de copos de nieve, estaba comenzando a nevar.