Somos 2

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Despierto, sigo sin entender lo que Cato me ha dicho ayer...Sera que el...Realmente...

-No...-Susurro, eso es imposible. Y de solo pensarlo...No, no puedo ni pensarlo.

-Clove, andando. Tenemos que dirigirnos a la Cornucopia.

-¿Por qué? -Digo algo confundida. ¿Por qué hay tanta prisa en ir a la cornucopia?

-¿No has escuchado? Es decir, ayer lo han mencionado dos veces, por el temor a que no lo creamos...-¿No creamos que, Cato? Lo miro algo desconcertada, y, antes de que pueda preguntar, como adivino que es me responde la pregunta que nunca he hecho- Un banquete. Habrá un banquete...Específicamente, dijeron que todos necesitamos algo...

-¿Y que necesitas tú, Cato? -Digo dando un paso hacia delante de forma que Cato retrocede.

-No lo sé...Si lo supiera, probablemente esto no te estaría pasando, Clove -Me toma por los hombros- Esto no estaría pasando.

-Que estaría pasando...? -¿Estoy...Desconfiando de Cato. El, realmente me quiere muerta...?

-Nada, vamos al banquete, ya.

-De...Acuerdo.

Caminamos por horas y horas, no sé cómo. Es decir, ¿Cato es tan fuerte? Si es tan fuerte como aparenta, y yo quiero considerarlo como...Un rival, será difícil. Pero, ¿realmente quiero considerarlo como uno? No. No quiero...No, ¡si quiero! ¡No se que quiero!

-No...-Susurro mientras que Cato camina. Sé que me ha escuchado, porque baja la mirada. Sin embargo, sigue caminando...

Cuando finalmente llegamos a la cornucopia, decidimos acampar allí.

La pierna de Cato duele, lo sé. Se por su mirada, su aspecto, que duele.

-Cato, ¡ya basta! -Digo yo, ya harta. ¿Es que Cato lo único que hace es lastimarse y odiarse a sí mismo? ¡Eso no está bien! -Tienes que descansar, ¡entiende por favor!

-Clove...

-Clove nada, Cato mírame -Me mira...- Descansa. ¿Qué crees que estás haciendo? Esto no es un chiste. Además, si nos enfrentamos a alguien, tienes que estar preparado.- Mientras que me incorporo en el suelo para bajar la mirada y ahogarme en mis penas, Cato me mira.

-Clove...Mañana será el banquete. Y  hay que estar preparados, por eso, si algo llega a pasar...-baja la mirada- No te irás sola.

Es lo último que dice antes de recostarse a mi lado y abrazarme tan fuerte como si me estuviera protegiendo de un suelo que me quiere tragar viva.

¿No me iré sola? ¿Adonde no me iré sola? Y si me voy ¿El irá conmigo? De que estás hablando, Cato...

Despertamos al sonido de una melodía alarmante, una que solo los Sinsajos pueden transmitir. Es alarmante, nos incorporamos rápidamente y salimos a ver qué está pasando, y lo vemos; Tresh, La Comadreja, yY Marvel, todos con las miradas fijas en la cornucopia y cada una de las mochilas que aguardan en la mesa metálica, en el centro.

Veo como Tresh sale disparado hacia la cornucopia, mientras que La Comadreja hace lo mismo. Sus planes han salido mal, o al menos eso creo yo. Es decir, si hubieran pensado bien en lo que iban a hacer, no hubieran salido al mismo tiempo que otro tributo, ahora solo queda esperar...El cañonazo.

Tresh agarra a la comadreja por los brazos mientras que esta da una vuelta, bastante habilidosa, en el aire y queda suspendida en una de las ramas de los arboles cercanos. Mira a Tresh con una sonrisa burlona, pero este tira de la rama y hace que la comadreja caiga al suelo en un terrible gemido ahogado. El que ríe al último, ríe mejor...Mientras que esta forcejea, porque ha terminado tumbada bajo el cuerpo de Tresh, este saca su cuchillo, y lo clava en el pecho de ella.

Antes de que suene el cañonazo, casi en el segundo perfecto, La comadreja saca uno de sus cuchillos "escondidos" y lo clava en el primer lugar que encuentra; El corazón de Tresh.

Dos tributos menos, caen rendidos al suelo, combinado con dos cañonazos, y un Marvel corriendo hacia la Cornucopia, cuando recuerdo...Somos tres, solo quedamos tres...Marvel, Cato...Y yo.

Me exaspero cuando veo a Marvel correr hacia la Cornucopia, y este en vez de sacar su mochila, saca la suya, y, curiosamente, la nuestra. Es decir, podría haber llevado todas las mochilas tranquilamente hacia su refugio actual, si es que tiene uno, pero no. Ha decidido llevarse nuestra necesidad primero.

No dudo en lanzar un cuchillo, no para matar...Eso, no lo podría hacer nunca...Si no, para que la mochila caiga al piso de las manos de Marvel. Y eso hace.

Marvel me mira, y tira la mochila al suelo, como si se estuviera rindiendo en la batalla, que por cierto nunca quise empezar, pero en vez de alzar una bandera blanca, sale disparado con algo que parece ser un mazo, pero más puntiagudo, en la mano. ¿A qué dirección? A la mía.

-¿Marvel...? -Digo justo antes de saltar de una forma casi gatuna hacia el aire y terminar en el suelo, atrás de Marvel...Si no hubiera saltado así, un mazo hubiera terminado en mi cara.

-¡¿Qué haces Marvel!? -Digo yo mientras que esquivo nuevamente el mazo, solo que esta vez si pongo un cuchillo en juego...Acabo tumbada en el piso debajo de Marvel.

-Algo que debí hacer hace mucho...-Dice mientras que juega con un mechón de mi cabello- Sabes, es casi gracioso si lo piensas...Pensar que casi caigo de un tejado por ti...Pensar lo que cause en ti..Y como tú te lo creíste todo. Eres tan...Tan...-Balbucea, hasta que me define perfectamente, sin ningún problema...- Tan inútil, a veces.

-Inútil...-Forcejeo, intentando soltarme, sin efecto alguno.-Asi que, soy inútil.

-Sí, mucho. Pensé que eras más inteligente Clove, es decir... ¿Yo? ¿Amarte a ti? Por favor...Sabes a lo que se le llama conseguir una alianza, ¿no? Bueno, eso hice contigo. Pero ahora veo que de todas maneras fue inútil. Es decir, terminaste rompiendo la alianza, ni si quiera sabes lo que has hecho.-Me toma por el cuello apretándolo mientras que lo empuja hacia el frio pasto, casi se siente el rocío en mis facciones...-Bueno, ahora ya no tendrás tiempo para averiguarlo...Es decir, Clove, para empezar, yo nunca quise tu amistad.

No. Me reúso a llorar ahora.

-Pues a mí ya no me hace falta la tuya. -Dicho esto lo empujo con más fuerza de lo que he hecho en toda mi vida, sacando el cuchillo mas afilado, que tengo a mano, y se lo clavo en exactamente la mitad de su frente.

-En realidad, nunca me hizo falta.-Digo gritando para que todo el mundo me oiga, hasta que recuerdo, ¿Quién es todo el mundo?

Cato y yo, somos todo el mundo ahora.

Somos solo dos.

Un nosotros por el que mataría - Clove y CatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora