Capítulo 9

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Pov's Nathaly

No negaré que me siento mal, todo le que dijo Cristián en el despacho me hace sentir como una mierda, si, por qué no tanto en lo que dijo que supuestamente estaba planeando una propuesta de matrimonio, si no lo que dijo que hizo para sentir a nuestro primer hijo cerca, mientras yo le negué tres años de su vida con ángel, pero eso no va hacer que permita que lo aleje de mi, Claro que no, yo soy su madre. Lo llamo, pero no se detiene, el sigue bajando las escaleras, yo dejo mis tacones en mi habitación y voy tras el.

-¡Cristián!- pero el ni se inmuta, solo sigue bajando las escaleras, muevo mis piernas más rápido, pero él ya va saliendo de la mansión, corro tras de el.

-¡Cristián, Mierda espérate!- pero claro, es Cristián y no lo hace, se monta en la camioneta que espera con el, pero si piensa que se irá sin hablar conmigo esta equivocado, alzó mi mano y le hago seña al vigilante para que cierre el portón.

Y así lo hace, cierra el portón, la camioneta frena justamente en frente el portón, la camioneta retrocede rápidamente y frena delante de mí, Cristián se baja de la parte trasera de la camioneta, enojado.

-Ordena que abran el portón Sra. Petrova- Habla con los dientes apretados.

Yo camino lentamente hacia el, el sigue todos mis movimientos, lo agarro por la corbata y hago que su cara quede cerca de la mia, tal cual el hizo conmigo en la habitación.

-Tu y yo tenemos que hablar, No es que tú vas a llegar aquí y me vas a decir Ángel se va conmigo a New York y yo iré a prepararte hasta tus maletas, Estás equivocado- le digo y suelto su corbata, retrocedo para verlo a la cara.

El sonríe-¿Que piensas hacer?.

Yo respiró profundamente para no caer en una discusión- Cristián, Esto tenemos que hablarlo, Tu no vas a separar a mi hijo de mi.

El se acerca a mi y juega con el borde mi escote, su tacto hace que mi piel se Ericen, veo a sus ojos, pero no hay nada más en ellos que dolor, odio y es hacia mi.

-Que irónica eres, Dices que no separare a mi hijo de ti, Y tú si pudiste separarlo de mi.

-¡Ya te pedí perdón!.

-¡Por Dios! ¿Te estás oyendo? No es como si me dañaste una camisa, o si rallaste mi auto, ¡Estamos hablando de mi hijo y el tiempo que hiciste que perdiera con el! ¡Son tres años de su vida que nunca me vas a poder devolver! ¡No podrás!.

-¡Y lo admito, Fallé, si, pero eso no te dará el derecho jamás de llegar a mi casa y dictaminar órdenes!.

-¡Ja! ¡También es mi hijo! ¡Es mi hijo!.

-Cristián, por Dios, si tú intentas sacar a Ángel de Rusia...

-¿Que vas hacer? ¿Denunciarme por rapto a un menor? O... Mejor, ¿Por querer recuperar el tiempo perdido con mi hijo?, Dímelo.

Yo callo, no sé si me da dolor verlo así, o irá que sea tan prepotente, el se me queda viendo y definitivamente el me odia, yo entiendo que estuvo muy mal lo que hice, pero ¿por tal cosa merezco que me vea así? Que me odie de la manera en la que sus ojos me lo demuestran.

-Cristián, Hablemos.

-Ya lo hicimos, Y créeme que no tiene ninguna justificación lo que hiciste, ¿Sabes? Te diré algo, cuando decidiste irte por las razones que tú quisieras, yo me volví mierda, mi desayuno, almuerzo y cena era el licor y la oscuridad de mi habitación...

-Cristián...- ¡Mierda! No puede seguir hablando, No quiero llorar.

-Tu querías hablar, Bien, ahora me vas a escuchar. Preguntándome que era aquello que yo hice mal para que tú decidieras irte así sin más, y quise odiarte lo intente, te juro que lo intenté, te quise tener el mismo rencor, odio que a mi madre y Karina, pero no pude ¿Sabes por qué? Por qué de alguna manera estaba agradecido contigo de haberme hecho tocar la felicidad, por qué así me sentía contigo, feliz, todo era reciproco y más me sentí agradecido cuando recordé que me habías dado la posibilidad de hacer padre, si, un pequeño fruto del amor que te tuve, pero que Carlos se encargó de arrebatarme, pero por eso, por el amor que te tenía, por las palabras de la nana, no te odie, ¿Sabes? La nana se sentía tan decepcionada de ti, tan mal, pero aún así me hablaba tan bonito de ti, quizás para evitar que yo me volviera peor de lo que fui, y me decía, hijo nosotras las mujeres somos muy complicadas e inseguras, por qué siempre hay algo ahí en alguna parte de nosotras que nos hace dudar, y más si hemos sido ultrajada tal cual lo fue Nathaly, es entendible que quiera curar sus heridas y sanar, para así poder conseguir su amor propio, por qué si nosotros mismos no nos amamos, no podremos amar a nadie más, y ahí lo entendí, entendí que aunque yo quise ayudarte en el proceso a lo mejor necesitabas hacerlo sola y no te odie, aunque me dolía que no me hubieses querido escuchar, me dolió pero no te odie, claro que no, después de una semana en la que no quise comerte el mismo error que cometí con Karina, saque las pertenencias de ella y unas que otras cosas tuyas que habían quedado en el departamento, Y aunque no quise saber nada de ti, en algún momento te imaginé casada y con hijos, siendo feliz, entonces decidí querer sentir a mi hijo- el se limpia una lágrima que cae por su mejilla- si, fui a una tienda de bebés y yo decidí que fuera un varón, si, por qué si decidía que fuera niña, más grande sería la culpa y dolor que sentiría, compre camisitas, gorros, medias y manoplas, hecho mierda y llorando, después que salí...

La Magnate RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora