Capítulo 25

52.4K 2.9K 659
                                    

Pov's Cristián

Es muy poco lo que no puedo o no quiero controlar en mi vida. Y eso es lo hago con mis celos, podría controlarlos, pero no quiero. ¿Está es mi manera de que se de cuenta que aún siento algo por ella? Creo que sí, ya lo sabe, lo notó y me lo dijo. Cuando lo dijo en la habitación no quise darme la vuelta y ya. Quise lanzarme encima de ella y decirle que no se si es un te amo la palabra para lo que abarca en mi pecho, pero si siento algo por ella.

La seguridad que desprende me prende, la sensualidad en ella hace que esté como un maldito psicópata tras de ella. Cuando la conocí aquella noche en casa de cristiano, fue lo que me atrajo y me hizo odiarla, su sensualidad es hipnotizante, y ahora es como más fuerte, es algo que no puedo explicar.

Soy la madre de su hijo.

El pecho se me infla en orgullo cuando las palabras que salieron de su boca vuelven a repetirse en mi cabeza.

No sé cómo decirle que la quiero conmigo, no sé cómo decirle que en la familia de la que hable, me contuve mucho para no nombrarla.

No quiero volver a sentir que la pierdo o... Volverla a perder, ya lo sentí y lo viví. La primera vez cuando me pidió que me alejara de ella en la oficina, cuando entre lágrimas me dijo que la dejara en paz, que le hacía daño y aunque me costó mucho dejarla lo hice, y ahí sentí por primera vez ese sentimiento de perder. La segunda cuando se fue del bar para entregarse a ese maldito que la daño, ese día lo que experimente fue lo peor que había sentido en mi vida, después en el hospital cuando el doctor me dijo que no le daba esperanzas de vivir. Y la última que fue cuando sentí que la había perdido y cuando la perdí, cuando abandonó mi apartamento sin darme la oportunidad de explicarle lo que pasaba.

Pero tres años después lo volví a experimentar, cuando la vi entrar al salón donde se llevó a cabo la gala, cuando colgada del brazo del idiota de Harry, pero también me hizo sentir que la perdí las miradas que le daban los hombres en la gala, y me molestaba más porqué sabía que no tenía los ojos en mi.

Desde el tiempo que ella está nuevamente en mi vida, he sentido que la perdí infinidades de veces, si, cuando veo al pasado y veo que no es la misma que conocí. De igual manera que siento que la puedo perder cuando un hombre se le acerca, solo por no poder decir lo que quiero.

¡Maldición! En la habitación estuve apunto de decirle lo que sentía, pero las palabras quedaron en mi garganta.

Al igual que siento el mismo sentimiento ahora. Leonardo cerca de ella, no me gusta, y no porqué lo crea una amenaza, pero no confío en ella. No es la misma y eso me lo ha dejado claro. 

-Black. Ya dejaste claro que ella está contigo- dice Leonardo.

Yo sonrío-Me gusta que lo tengas claro, pero no está demás volverlo a decir, ya que al parecer no has entendido que no te quiero cerca de ella.

-Estoy aquí- dice agarrando el vaso con agua que le dio el mesero-Leonardo, claro que si. Lo hablaremos.

Ella me ve y me guiña un ojo.

-Claro que si, hermosa- le responde Leonardo. Ella se va

Yo respiro profundo para no partirle la cara- Te lo voy advertir. Te vas alejar de ella, si no quieres que tu empresa se vaya a la ruina. ¿Te acuerdas lo dependiente que estás de mi?.

Su cara se descompone en una mueca de rabia.

-Si Leonardo, por esa mujer hago lo que sea, es la madre de mi hijo y mi mujer, así que ya lo sabes. Reginato- le palmeó el hombro.

Empiezo a caminar para ir a la mesa donde está Nathaly dándole de comer a Ángel, pero Darían me hace una seña mientras se va al pasillo que está a la izquierda de la mesa donde está Nathaly.

La Magnate RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora