Capítulo 7

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La verdad es una bomba de tiempo que en cualquier momento explota, una vez leí en alguna página que la mentira puede correr por el mundo mientras la verdad se ponía los zapatos y ahora le veo el sentido, por qué tarde o temprano la verdad te alcanza y creo que lo que acaba de salir de mis labios fue una bomba que explotó muy fuerte para todos, si, incluyéndome por qué aunque ángel está conmigo, nunca quise creer o aceptar la verdad de todo está situación, que Cristián es su padre y en algún momento lo sabría, en algún momento el se enteraría de todo, pero nunca pensé que era así, bajo el umbral de las grandes puertas de un salón y con toda su familia junta, donde todos me ven tratando de encontrar la vacilación en mi rostro o que diga que es una broma, la mirada de Saray, Estephany y Cristiana se llena de odio, y ahora veo lo ingenua que fui yo en el pasado, si, ingenua por qué yo creí las palabras que dijo Saray cuando estaba en el hospital, pero ahora su mirada me dice todo lo contrario, ella me odia y aunque me importe una mierda lo que ella pueda sentir por mi, tengo que aceptar que es la abuela de mi hijo y que tarde o temprano va a llegar el momento donde ellos tengan que compartir, pero la mirada que hace que me sienta peor es la de Danilo, ahí en esa linda mirada verdosa hay dolor, decepción, tristeza y no lo culpo, claro que no, merezco todo lo que su mirada me transmite pues... No fui capaz de contarle la verdad, por qué sabría que no iba a ser como fue en años pasados que me iba a guardar el secreto de donde yo venía y quién era, no, el no lo iba hacer por qué esto es más grande, es mucho más, yo desvió la mirada de Danilo y la llevo lentamente a las esmeraldas que sólo hacen verme, pero que no dicen nada, antes podía leer los sentimientos de Cristián en su mirada, pero ahora no puedo, el ya no es el mismo y creo que no es sólo físicamente, en sus esmeraldas hay una barrera que no deja ver las cosas de su alma, mente y corazón, y ¡Dios! quisiera poder saber lo que piensa, pero no, no puedo, el no habla, incluso nadie lo hace, el tiempo parece que su hubiese detenido, y empezará a correr cuando el diga algo, pero no lo dice, mi contacto visual con Cristián termina y veo al italiano, Giovanni solo me ve y después de varios segundos o dos minutos quizás el sonríe y asiente lentamente con la cabeza, pero su mirada hay un signo de interrogación, yo lentamente asiento.

-¡Tengo un sobrino!- exclama el italiano feliz, haciendo que mi corazón sienta algo de alivio.

Una risa irónica sale de los labios de Saray-¿Por qué vienes a decirlo tres años después? ¿Tu crees que nosotros creeremos lo que tú tienes para decir? ¿Piensas usar un niño que quién sabe de quién será para venir y decirle a mi hijo que es suyo y que sigue? ¿Que lo agregué al testamento fa....

Antes que algo más salga de la boca de Saray mi mano se estrella contra su mejilla- No te permito que hables así de mi y mucho menos que pretendas decir que usaría a mi hijo para hacer algo tan vil y bajo, Te digo lo mismo que le dije a la basura que tienes como hija, no nesecito el maldito dinero de nadie por qué tengo una maldita fortuna que es tan grande que pueden vivir cinco generaciones de mi descendencia sin tener que trabajar o preocuparse por qué el dinero acabe y creeme me importa una mierda tu maldito testamento familiar, por qué de algo estoy segura tu no tienes ni una mierda para que alguien te pueda heredar por qué todos los lujos que presumes son de Cristiano por qué el fue quién los trabajó, por qué tú solo te quedaste en casa con eso de jugar el papel de buena madre que tampoco te sentó muy bien por qué de haber sido así Cristián no te odiara, así que para la próxima ten cuidado con lo que dices por qué te dejo sin dientes, vieja bruja.

Una risa irónica es escucha tras de mí, haciendo que mis bellos se Ericen y mis respiración se corte, En la mirada de Saray hay burla, pues tanto ella y todos los que estamos aquí sabemos que lo que va a salir de los labios de Cristián no será nada que me agrade, claro que no, observo cómo estephany se mueve hasta quedar a pegada al brazo de Cristián.

-Disculpa, Repite lo que dijiste hace un momento- dice Cristián con voz dura, y se que no se refiere a lo que le acabo de decir a su madre, así que me doy la vuelta y quedar frente a el, trago grueso y alzó el mentón.

La Magnate RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora