Estoy segura que he tomado la decisión correcta, habrá cosas que tendremos que hablar y ponernos de acuerdo, pero este beso es la afirmación a todo lo que nos hará feliz, este beso es el sello de que estaremos juntos para siempre.
Cristián atrapa mi labio inferior entre sus dientes y ejerce un poco de presión mientras su lengua acaricia el mismo.
La luz radiante del sol del amanecer hacen que sus ojos verdes se vean más claros y transparente. Su mirada me grita todo lo que no dice, su sonrisa es una droga para mí. El se vuelve acerca a mi rostro y frota su nariz con la mia. Nuestras frentes unidas mientras su dedo índice traza círculos en mi nalga.
-Te repetiré algo que te dije en el pasado y que ahora está taladrando mi garganta para que lo deje salir- dice con los ojos cerrados.
Yo acaricio su mejilla.
-Te escucho-digo solo para los dos.
-Te amo.
No hago otra cosa subir su rostro y besarlo. Un beso lleno de amor, si, amor porqué eso es lo que estoy sintiendo ahora. Amo a este hombre y haré lo que sea por tenerlo a mi lado siempre.
Yo interrumpo el beso para darles besos castos en sus labios hinchados. Su mirada verdosa está conectada con la mia.
-También te amo Cristián.
-Lo sé- dice con una sonrisa. Yo golpeo su hombro y meto mi rostro en su cuello.
-¡¿No que no?!- grita Fiorella.
-Eso va para ti- me dice Cristián y yo sonrío en su cuello.
-¡No seré tu prima, solo su secretaria!- sigue gritando Fiorella.
Yo levanto mi cara para mirarla en los brazos de Iván. Saco mi dedo del medio y ella abre la boca.
-¡La nana me debe Diez mil dólares! ¡Por fin gané!- grita Giovanni corriendo por el patio.
Yo niego con una sonrisa.
-¿Ahora que apostaron?- le pregunta Cristián.
-Yo aposté que Nathaly no se iba, pero la nana está tan traumada por su culpa que apostó que Nathaly se volvía a ir- dice Giovanni para después hacer un puchero.
-¡Todos tenemos ese trauma!- grita Génesis.
-Yo confíe en tu amor- me dice Cristián.
-¿Enserio?- pregunto.
-No, realmente me hice la idea de que te ibas.
Yo sonrío. El me baja. Cuando mis pies tocan el césped un horrible mareo se apodera de mi y las ganas de vomitar me invaden.
Yo corro hasta el baño que está cerca de la cocina. Hago muecas cuando el amargo sabor del vómito atraviesa mi boca.
-Asi habrás bebido- dice Cristián pasándome una toalla.
-Ni tanto, amor- le digo para abrazarlo.
-¿Que te hizo cambiar de decisión? Porqué puedo jurar que tú respuesta era que te ibas a ir- dice pasando su mano por mi cabello.
Yo subo mi cara para que nuestras miradas se conectan.
-Mi amor por ti es más grande, mi amor por ángel, mi amor por esta familia. También las palabras de Génesis, la canción de Camila- le digo con una sonrisa.
-Siempre he dicho que Génesis me cae mejor que Brenda- dice con una sonrisa.
Yo viro los ojos. El se inclina para darme un beso, pero yo retrocedo.
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La Magnate Rusa
RomanceDuología: Amor entre los negocios. La Magnate Rusa es el segundo libro de esta duología, Para entender esta historia, Primero tienes que leer "El Magnate Neoyorquino". Nathaly Petrova, Una mujer fuerte, decidida, extrovertida, Sensual, linda Y sobre...