4. Nada

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¿Qué es lo que motivaba a una persona tan vacía como Olive Hawk? Un alma eternamente en llamas, quien caminaba muerta en vida. Miraba a través de su pasado hacía su futuro, buscando entre los escondites más reconditos algo de felicidad que no tuviera que ver con Cedric, ningún recuerdo de su primer amor fracasado, literalmente; muerto.

Entonces nada la motivaba en realidad, nada le importaba en ese momento. Y la nada se repetía constantemente en su vida.

De alguna manera no renegó perder su cita con Theo, recapacitó antes de entrar en su habitación y sumirse en sus labios que, en esos momentos, su misión tenía más peso que una noche de tantas que tendría en el futuro.

Tampoco lograría la confianza de Draco si lo abandonaba al primer instante para acostarse con Theo o cualquier otro chico, por lo que, sus escapadas nocturnas estaban completamente prohibidas hasta lograr que Draco estuvieses enamorado de ella, completar su misión y por ende, mantenerse viva entre las filas del señor Tenebroso.

Creía haber logrado un avance tanto en el tren como esa misma noche en la sala común. Mentira si se negaba el no haber sentido una corriente eléctrica recorrer su cuerpo con el más mínimo contacto de su piel. Lo imagino como nunca lo habría hecho, tomando su cintura, besándola con desición, pasión y necesidad. Le parecía una locura ser querida por Draco, que de verdad consiguiera ablandar la rubio para tenerlo a su entera dispocisión, completamente entregado a ella y solo a ella.

Cómo previa, su plan no era fácil. Draco no era fácil, lo conocía hacía años, sabía que era un bravucón arrogante con aires de superioridad que disfrutaba burlarse de la gente hasta el punto de no soportar. La misma Olive había llegado al borde varias veces por su culpa y la de su séquito de tarados, con lágrimas en los ojos y sin poder esconderse tras la túnica del profesor Snape. Era algo demasiado fuerte para una niña de 11 años querer morir al no ser amada, tomar pociones hasta intoxicarse, buscar la manera de acabar con su vida, pero eso había quedado en el pasado para ella, era la parte de si misma que quería olvidar.

Y quería olvidar tantas cosas.

Como lo muerta que estaba entonces no le importaba hacer algo que afectara a otras personas como unirse a Voldemort o pisotear a cualquiera que fuese feliz, si nada le importaba entonces tampoco eso. Entonces era una buena venganza contra aquel que odio por años ¿No?

Podría olvidar aquella corriente que era leve, que no le afectaba, Draco Malfoy no significaba nada para ella, estaba segura que su mision sería sin sentir nada más que la Victoria, su primera victoria contra Draco.

Al día siguiente, se encontraba sentada leyendo muy por encima el profeta mientras escuchaba de soslayo a Daphne y Blaise, comiendo con lentitud un plato de avena. En realidad no prestaba mucha atención a ninguna de las dos cosas, sus ojos iban y venían a las puertas del Gran Comedor buscando a Draco ¿Por qué tardaba tanto? Tan solo quedaban pocos minutos para terminar el desayuno, la campana de la primera clase sonaría muy pronto y el chico no se presentaba aún. Olive bufó con fastidió, dejando de golpe el periódico sobre la mesa.

—¿Todo bien? —pregunto Daphne con preocupación—. No pareces estar bien.

—Nervios del primer día —suspiro Olive, sintiendo como atraía miradas de los chicos de otras casas.

—¿Con que presa iniciarás este año? —quiso saber Blaise, sirviéndose una tercera tanda de salchichas—. ¿O prefieres llamarles víctimas?

—Anoche estabas con Theo —interrumpió Daphne con picardía en su voz antes de que Olive contestara—. ¿Qué tal ha ido?

—Quería descansar —contesto Olive, mirando de vuelta la puerta del Gran Comedor—. Creo que este año voy a pasar de esto.

—No te creo —Blaise fingió sorpresa—. ¿Cómo podrías abandonar tus amoríos así de simple? Yo lo intente y termine liado con un Hufflepuff.

Reyes De Slytherin // Draco Malfoy (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora