3. Rey y Reina

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Que se joda repetía Draco mentalmente con resentimiento, no necesitaba a Olive en ningún sentido, no lo había hecho hasta ese día que encontró la calma extraordinario de la que nunca había sido testigo. Esa quietud que encontro en los brazos de Olive, se había sentido bien y muy adentro deseaba que esa sensación perpetuara, volviendose a sentir lleno, feliz. Incrustando su nariz para olfatear el cabello de Olive, que en ese momento debía estar apresada contra el cuerpo de Theo con un éxtasis retumbando en su cabeza.

Draco no podía alejar esos momentos en el tren, en el Gran Comedor, la oportunidad perdida al alejar su mano. Las oportunidades que había dejado pasar con el tiempo, aquel que ya no tenía. Ansioso porque Olive captará su mirada suplicandole que se quedará a su lado, que ignorara a Theo y tomara su mano para sentirse vivo una vez más.

Que se joda pensó una vez más con la garganta seca al contenerse, ¿Y qué hacía el pensando en eso? ¿Por qué anhelaba que Olive quedase rezagada con él? ¿Qué le importaba la chica? Bufó mientras seguía su camino a la sala común de Slytherin, enojado más con el que con la chica, no le debía absolutamente nada por lo que reclamarle era una completa estupidez, aún si lo deseaba más que otra vida. ¿Qué diría Olive si de repente se oponía a qué siguiera perdiendo su tiempo con Theo? Pensaría que estaba delirando, como el lo creía en ese momento. Era imposible sentirse así por un banal abrazo que por cierto, no era la gran cosa.

Aún así sentía irá e impotencia, el mismo sentimiento que se arremolino en su ser cuando la vio besando a Cedric Diggory. Y como en ese momento, abnegó los celos sin fundamentos que tenía por la persona que juraba odiar. Que ironía era que una sensación tan hermosa, la chispa que encendió dentro de él, la mezcla de felicidad y calma fuese provocado precisamente por Olive Hawk. La misma Olive que rompió su nariz en cuarto año, a la misma que se presentó en su hogar a los 8 años y el considero hacerla su esposa.

Entonces comprendió un poco, tan solo un poco que ese sentimiento no había desaparecido desde entonces, solo yacía escondido por miedo a salir herido, perjudicado porque Olive no lo quería, aunque el comprendiera que era eso que sentía quemarle desde el pecho a la garganta, tampoco la quería. Solo podría parecerle hermosa sin más, no soportaba su risa, que arrugara la nariz al estudiar, que dejara ese perfume a lavanda por dónde caminaba. ¿Cómo demonios sabía el esas cosas?

Siguió su camino, fijo, ni siquiera se detuvo a guiar a los alumnos de primer año como se supone debía hacer como prefecto, sentía sus pasos temerosos detrás de él. Y ningún niño se detuvo a hacer preguntas con la cara de pocos amigos que llevaba Draco, trataba de despejar su mente de aquellas cavilaciones consideradas estúpidas, repitiendolas una y otra vez ¿Cómo era posible que un simple abrazo lo dejara de ese modo? Quizá era el hecho de que nunca nadie le había dado un abrazo sincero sin tener que pedirlo, eso tenía sentido. No podía ser otra cosa.

Todo lo que pensaba era confuso. No le gustaba sentirse vacío, tampoco le agradaba la idea de que fuese precisamente Olive quien lo sacará de ese estado en el que había permanecido tanto tiempo.

Podría desechar aquel martirio con una noche simple y casual, como había hecho unas pocas veces el curso pasado cuando lo único que tenía que olvidar era el estrés de los TIMOS; Oh que épocas aquellas, sin presiones, sin misión, sin marca, sin pensar en Olive tan intensamente como esa noche. Solo siendo él, o lo que pretendía ser.

Si era sincero consigo, en realidad no le gustaba por completo haber usado a esas chicas, algunas veces el sexo le parecía lo más aburrido y banal. Esas noches, donde desquitaba sus deseos, donde sus propias manos no eran suficientes para sus impulsos hormonales, cuando encontraba a una chica dispuesta a besarlo hasta terminar sin aliento y olvidarse de él al siguiente día después de gemir su nombre contra su boca. Cada una de esas chicas que se habían complacido se olvidaban de él al día siguiente, claro que Draco no admitiría a sus "amigos" que eran ellas quien lo dejaban botado al día siguiente.

Reyes De Slytherin // Draco Malfoy (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora