2- Llegando tarde

1K 120 39
                                    

Yo soy Paola Herrera, este es el nombre que me dieron mis padres adoptivos, el otro en realidad no lo recuerdo, tengo 22 años bueno casi 23 ya que en un mes es mi cumple.

Trabajo como recepcionista en unos de los mejores hoteles de Argentina y estudio arquitectura en la UBA, ya este año por suerte me graduo, bueno no por "suerte" sino por quemarme las pestañas estudiando y estoy feliz que podré trabajar en lo que me encanta y con mis padres, ya que ellos son dos arquitectos muy reconocidos en muchos paises por sus grandes trabajos.

El amor por esta carrera lo adquirí desde chiquita, ya que crecí entre planos dibujos y obras. Se preguntaran porque trabajo como recepcionista si mis padres tienen muchisimo dinero, y eso es porque que no me gusta abusar de ellos y quiero valerme por mí misma.

Ellos no estuvieron de acuerdo en que trabaje y estudie a la vez ya que termino el día agotada, pero no es algo que está a discusión.

Al menos me dejaron venir y apoyaron desde Brasil y yo me vine a estudiar acá. Nos vemos un fin de  semana al mes cuando voy a visitarlos o ellos vienen, me extrañan demasiado como yo a ellos, sé que les costó dejarme venir porque son muy protectores pero también comprensivos.

Ahora veo por lo que se preocupan mis padres y mi novia, es que me miro en el espejo y me veo muy delgada, mi cabello castaño y rodeando mis ojos celestes, tengo unas ojeras ganadas a pulso por dormir poco, gracias a la carrera que estudio.

—Hola mamá —respondo el teléfono mientras camino por el departamento descalza— ¿Cómo está papá? Los extraño mucho —beso a mi novia que sirve dos tazas de café, camino a la habitación y ella entra detrás de mí— me encantaría verlos —ella besa mi cuello, toco su cabeza para que para pero me mira y sonrie— estoy comiendo bien, Clara se asegura de eso —y también de comerme, mete ambas manos atrapando mis senos y tengo que contener un gemido— ¡para! —le digo modulando abriendo los ojos grandes— okay nos vemos —muerdo mis labios fuertemente y corto— amor...

—Uno rapidito tengo guardia hoy, anda —me saca la remera.

—Si ya voy media desnuda y excitada.

De rapidito nada, maldita sexy Clara, el sexo mañanero me costará la llegada tarde y para colmo hoy reunión en el hotel. La bruja mayor y su lacaya subespecie de algún tipo de roedor, van a llegar más temprano de lo habitual por ende notaran mi llegada tarde.

Llego al trabajo y saludo a Sofia mi amiga y compañera de recepcion, las dos nos llevamos muy bien cuando entre acá a trabajar, pegamos buena onda y enseguida nos hicimos amigas.

—Buen día Pao ¿cómo estas? Que cara está la vida —por las ojeras que no me dio tiempo de maquillar antes de salir— ¿mucha acción con Clara anoche?

—¿Anoche? Esa salvaje me atacó hoy, es su culpa mi llegada tarde. Encima con la cantidad de trabajos que tengo que maquetear, anoche me madrugue terminando un plano.

—¿Y tuviste energía para el sexo mañanero?

—Con una intravenosa de café resucitó y me da energía para correr un triatlón.

—Wow chica se nota que estás en tus 20. Por cierto ya llegó la víbora de María y pregunto por ti, puso una cara de culo cuando no te vio y miró su reloj, lo más seguro es que le vaya con el chisme a la víbora mayor cuando llegue.

—Oficialmente voy a matar a Clara. Nosé como el señor Gabaldon la soporta el se ve un buen hombre, agradable, simpático aunque carga tristeza en sus ojos.

Me pongo a ordenar unas reservas cuando veo que pasan los señores Gabaldon, todos los saludamos como siempre pero ella ni voltea a verme, no entiendo que le hice que me detesta tanto. Pasan corroborando que esté todo en orden ella se acerca al mostrador.

—Cht —me chista como a un perro— a vos te hablo o ¿Sos sorda?

—Buen día señora Gabaldon ¿Qué puedo hacer por usted?

—Por mí nada ¿Qué podría hacer una simple empleada por la dueña de una exitosa cadena hotelera? —muerdo el interior de mis mejillas y frunzo los labios— lo que vas a hacer es por vos y por el hotel, anda a taparte esas ojeras que pareces un horrible panda raquítico —lo dice por mi delgadez.

—Claro señora Gabaldon.

Ella por lo general es seria pero no mal educada y antipática con la gente, que hermoso y bello ser la excepción ¿Qué me mantiene acá? Fácil, la respuesta corta son las deudas, el alquiler, el máster que está haciendo Clara y lo poco que gana en el hospital, no son suficientes para llegar a fin de mes, es más muchas veces comemos de lo que los chicos de cocina me dan a escondidas. Todos me tienen lástima y pena porque soy el blanco de la bruja y su rata.

Avergonzada vuelvo a mi puesto de trabajo una vez habiéndome maquillado muy rápido. Ella me tomó el tiempo, esperando que volviera, cuando lo hice, justo entró un huésped que nos miraba.

—¿Es su mamá? —Me pregunta, mientras los registro.

—¿Disculpe? —dice ella, bastante irritada.

—¿No es su hija? Se parecen bastante.

—Yo soy la dueña del hotel y ella es mi empleada, no mi hija —el hombre se queda callado y yo me apuro en registrarlo, así se marcha, una vez que se aleja se dirige a mí— 7 min, más los 10 min de está mañana, espero que sepas tragar sin masticar porque tenes 13 min para desayunar.

—La miro cansada y el señor Gabaldon aparece detrás de ella— Amor el personal es mi area, hablaremos de tú llegada tarde luego Paola, y podes desayunar tranquila no te hagas problema.

Ella se retira entrando al ascensor bastante enojada, yendo directamente a la sala de juntas en la 4ta planta.

—Gaby en la reunion creo que todos los jefes de cada area entendieron bien, y tambien esta muy buena la idea de que Lorenzo —el hermano mayor de Gabriel— consulté con el arquitecto Alex Herrera. A ti y a mí nos gustaron mucho todos los trabajos que hace él como tambien su esposa. Por eso cobran tanto son trabajos muy buenos, y si Lorenzo habla con él, ya que estudiaron juntos en la facultad y se conocen, capaz que nos hacen un buen precio para hacer la otra torre.

—Sí, me encanta la idea esperemos que puedan, viste que ellos viven en Brasil. Pero Lorenzo puede hablar y ver que pasa.

Laura se acerca a él, y le da un beso, el éxito de la reunión, la puso de buen humor, aunque no le borró el trago amargo con el comentario del huésped. Que tipo imbecil ¿Qué tiene de parecido ella y esa empleaducha que tanto odia?

—Tocan la puerta y la abren para ver a los esposos juntos— Hola hermanito —saluda Lorenzo, poniendo mala cara al verlos juntos— ¿Interrumpo algo?

—Nada, sos parte del éxito —se acerca Laura y saluda con un abrazo a su cuñado— no sabíamos que volvías de viaje hoy —Lorenzo había estado de vacaciones en Brasil— tenemos que pedirte algo.

—Yo tengo que decirles algo también, primero ustedes.

—Queremos que hables con Alex Herrera para que construyan ellos con sus diseños la otra torre.

—Mi noticia es que ya hablé con él, de hecho por eso fui a Brasil, sé lo mucho que te gusta ese arquitecto —mira a Laura fijo a sus ojos cafés.

—Gabriel se aclara la garganta, al verlo tan ensimismado con su esposa— ¿Cuándo pueden venir a vernos?

—Viajan la semana que viene.

Lorenzo había sido el primer interesado en Laura cuando eran jóvenes, pero ella y su hermano se enamoraron. El día que desapareció su sobrina movió cielo y tierra para encontrarla, pero jamás logro dar con ella, que dejo un hueco en toda la familia.

Buscando la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora