13- Chau

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Me bajo del colectivo en algún momento, estoy en algún lugar y no sé dónde, comienzo a caminar sin un rumbo fijo, llego a una plaza, me siento y mirando el teléfono que no ha parado de sonar.

—Amor por favor vuelve a casa.

—Claro que voy a volver a sacar todas mis cosas, esto se acabó.

—Por favor déjame explicarte...

—Clara creo que exageras ¿No es lo mismo que me dijiste a mí? Hace rato me venis cagando, ahora decime hace cuánto.

—Por favor volvé —dice llorando del otro lado.

—¡RESPÓNDEME LO QUE TE PREGUNTÉ!

—7 meses, pero iba a terminar con ella lo juro.

—Que bien, entonces llegue a la despedida. El problema no es que me fuiste infiel y lo volviste a ser, el problema es que eso es lo que sos, pero yo sé lo que valgo y quiero a alguien a quien le importe lo suficiente, para que le alcance lo que le doy y a vos no te alcanza.

—Si me alcanza, perdóname por favor.

—No puedo dejar que me sigas lastimado Clara, no puedo —le corto, toda la entereza que había tenido para responderle se disipó entre las lágrimas que caen llenando mis manos  

—El destino está vez estaba de mí lado— Pao ¿Qué haces sola en el columpio... ¡¿Qué pasó?! —pregunta Sofía.

—La encontré engañandome, con mi vecina.

—¿Está en el departamento? —asiento— esa hija de puta, ahora si va a saber lo que pasa cuando alguien se mete contigo.

—Por favor quédate conmigo —la tomo de la muñeca— no me dejes sola.

—Ella me abraza— Vamos a mi casa —llama a su novio y nos pasa a buscar por la plaza— acostate un rato.

Dejo mis cosas en la cocina, y en la mochila el teléfono que suena, Sofía abrió el cierre y ve quién es en la pantalla. Sale afuera rápidamente.

—Escuchame muy bien ¡hija de puta! Paola está destruida por tu causa y ella me detuvo de ir a partirte la cara, así que por tu bien físico que cuando ella vaya a buscar sus cosas, no estés ahí, porque no garantizo tu seguridad.

—Pasame con ella Sofía.

—No y no te atrevas a venir a mi casa, porque así me ahorras el trabajo de ir a partirte la cara. Sos destructiva, lo que tocas rompes, porque solo eso sabes hacer, con el poco amor si es que alguna vez le tuviste a Paola, mantenete alejada de ella y tómalo como una advertencia y amenaza. —corta y llama Andy desde su teléfono— Andy cuando salgas de trabajar vení a mi casa, tengo a Paola acá destrozada, descubrió a Clara engañandola.

Al guardar de nuevo el teléfono vió la caja con el anillo, y se alivió al pensar y saber que no le había propuesto casamiento a Clara.

—Andy toma un taxi a la salida del trabajo y viene hasta la casa de Sofía— ¿Dónde está?

—Acostada en mi habitación.

Pasa a verla y se agacha a su lado, corriéndole el cabello acariciando su mejilla, fijando la vista en sus labios y antes de hacer algo se para obligándose a no cometer un error por aprovecharse de su vulnerabilidad. Se acuesta a su espalda acariciándola suavemente, ella se da vuelta para quedarse ambas mirándose frente a frente.

—¿Estás aquí por mí?

—En realidad, me gusta el café que hace Sofí. Claro que por vos, tonta.

—Intenté enamorarla de nuevo, pero ella se había marchado hacia tiempo. Estos últimos días han sido duros, siento que la vida me da por un lado y me quita por el otro, en este punto hasta tengo miedo de encontrar a mis padres biológicos ya que no quiero quedarme sin los Herrera.

—Andy se acerca y me abraza, quedando el rostro de Pao en su pecho— Lo que decidas te apoyaré y viy estar con vos. Vamos levántate asi tomas algo.

—Podemos quedarnos así un ratito —me abraza fuerte. Entre sus brazos me siento protegida y cuidada.

Llegamos al departamento en la tarde a buscar mis cosas, luego de haber pasado por la universidad a dejar el plano. Le pido prestada la camioneta a mis padres y les expliqué que me voy separar de Clara, sin decirles el motivo, aunque Cata lo sabe muy bien con solo mirarme eso basta para confirmar sus sospechas.

—Bueno entonces aquí vamos, por su bien que no esté en el departamento —dice Sofía quien entra primero y revisa que Clara no esté.

Comenzaron la tarea de ir guardando todo en cajas, algo que les llevó bastante tiempo. Pesé a que Sofía insiste no quise llevarme el televisor, microondas, ni heladera que habíamos comprado entre las dos, solo me llevé mis cosas como la notebook, un aire portátil y un ventilador, aparte de la ropa y otras cosas.

Le dejo todas las fotos y recuerdos de nosotras, no quiero nada que me recuerde a Clara.

—¿Esto es todo?

—Supongo que sí.

—Mejor revisa todo una vez más asi te aseguras de no tener que venir de vuelta.

—Doy una última inspección está vez un poco más minuciosa al departamento. Siento que golpean la puerta— Hola guapa, disculpa... ¿Se están mudando?

—Me estoy mudando Fede ¿Has hablado con Fátima?

—¿Sobre qué?

—Estoy dejando a Clara... —él me mira sin entender— Fede ellas nos engañaron ambos, desde hace 7 meses.

—Él comienza a enojarse, había tenido sus sospechas— Tía gracias por decirme, ya mismo iré a armar mis bolsos ¿Necesitáis ayuda para bajar esto?

—Sí —dice Sofía que no quería bajar y subir mil veces— gracias eres muy amable.

Una vez con todo cargado en la parte de atrás de la camioneta, le da un abrazo a Fede, quien luego sube rápidamente a hacer sus bolsos y tomar sus cosas.

—Paola por favor hablemos —Sofia se interpone en su paso.

—Te advertí que no vinieras y encima venís con ella —mira a Fátima— deberías correr a ver a tu ex novio —la chica sube corriendo las escaleras— andate Clara.

—Quiero hablar con mi novia.

—Ex querrás decir y por cierto te dejamos una sorpresita en el departamento.

Sofia tuvo la idea de dejar la caja donde iba el anillo y una nota adentro que decía: "Lo que perdiste por andar comiendo porquerías, pero al fin y al cabo es lo que mereces, ya que sos una mierda". Luego tiró y lleno del perfume de mi todo el departamento, hasta las sábanas limpias y su ropa para que me extrañará el doble.

—Paola por favor, hablemos...

—No hay nada que tenga que hablar con vos.

—Escúchame entonces, por favor.

—Se feliz Clara y espero no volver a verte.

—Paola por favor no podemos tirar 3 años de relación a la basura.

—Ese primer paso lo diste vos al encamarte con la vecina —dice Andy— mantenete alejada de ella.

—Haciendole caso omiso, e intentando llegar a Paola— Jamás vas a encontrar a alguien como yo.

—Esa es la idea —Digo y me subo del lado del conductor.

Buscando la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora