14- Muy, muy cerca

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2 meses después

Andy y Paola están sentadas en las sillas plegables del patio, mientras que Sofía ocupa una silla de madera larga que usan para tomar sol, lata de cerveza en mano, compartiendo un silencio para nada incómodo. Sobre la mesita de plástico descansa en un caja lo que sobró de la pizza.

—Estoy llena, siento que podría reventar —dice Pao.

—Comimos animalmente —agrega Andy.

—Ya vengo voy al baño.

—Andy —le susurra Sofía— las dos me tienen harta con la tensión sexual que hay entre ustedes.

—¿De qué hablas? —se da vuelta rápidamente mirándola.

—Sabes perfectamente, pasan mucho tiempo juntas, se miran de una manera que no es "amistad", negame que no te gusta.

—¿Quién? ¿Quién te gusta Andy?

—Nadie, Sofía tiene una idea muy loca en la cabeza —sonríe nerviosamente.

—¿Qué, no van a decirme?

—Sofia da un trago largo tomándose lo último que quedaba en su lata, y justo para salvarla su novio toca bocina afuera— Me busca Luís tengo que irme ¿Nos vemos la semana que viene?

—Como te salvó la campana —le susurra Andy cuando la va a despedir al oído— te odio —dice entre dientes.

—Te veo la semana que viene —se acerca más en un abrazo— sin miedo al éxito bebé, ve por lo tuyo.

—Bueno nos quedamos solas ¿Te quedas a dormir o te llevo?

—¿Vas a decirme quién te gusta?

—En realidad Sofía no sabe de lo que habla —Sale a sentarse Andy en la silla en la que estaba Sofía.

—Me quedo a dormir, si puede ser.

—Claro —en esa semana se había quedado más de tres días en lo de Andy— tengo frío ¿No tenes frío? deberíamos ir adentro.

—Sentate acá conmigo.

—¿Dónde?

—Acá —abre sus brazos, Andy ni lerda ni perezosa se sienta entre sus piernas y apoya la espalda contra su pecho— en un ratito más ya no te va a dar tanto frío —le pone su campera para cubrirla por adelante.

Paola se siente tan cómoda con Andy, con ella todo parece ser más facil, más liviano, la rubia de ojos café, la cuida, la escucha, la mima, tiene detalles y se preocupa por ella. Pero recién salió de una relación de 3 años y sí, no va a guardarle duelo para siempre, pero necesita también tomarse un tiempo a solas y volver a lo que ella era.

Acaricia los brazos de Andy para darles calor. Tuvo que controlarse para no asaltar su cuello a besos, con la cabeza que descansaba en su hombro, el perfume definitivamente no ayuda en la difícil tarea de contener su instinto, muerde sus labios tragando con dificultad. Se aclara la garganta varías veces, mientras suspira, no ha escuchado nada de lo que ha hablado Andy, ya que estaba ocupada en contenerse.

—¿Estás bien? ¿Quieres agua?

—No, no —la atrajo de nuevo a la posición en la que estaba, quería abrazarla un poco más— estoy bien, solo estaba pensando.

—¿En qué?

—En lo hermosa que estás hoy —cuando se da cuenta de las palabras han salido de su boca.

—Andy sonrió ruborizada— También estás y sos hermosa.

—Creo que mejor si, vamos a adentro.

Meten todo y limpian, se regalan miradas cuando sus ojos se encuentran. Se acuestan mientras ponen una peli que ninguna de las dos recuerda de que trata, ya que la cercanía entre ellas les acelera el pulso a ambas, Pao está afirmada apoyando su cabeza sobre el hombro de Andrea.

Buscando la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora