5- Encuentro y desencuentros

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Paola

El arquitecto está próximo a llegar para la reunión en el hotel, nadie sabe quien será, es algo que se tienen bien guardado los Gabaldon, aunque este último mes han salido y entrado varios de mis ídolos. Pude ver llegar a las celebridades de la arquitectura, y solo pude quedar mirándolos con cara de idiota a algunos tuve el atrevimiento de pedir que mi firmarán una que otra revista de arquitectura, obvio sin que la bruja viese eso.

Hace unos días me enteré de que Cata no ha estado nada bien salud, así que hablé con Clara y vamos a irnos a Brasil.

—Hola pa, estámos arreglando todo para irnos con Clara en unos días, preguntale a Cata si quiere que le lleve dulce de leche, que se que le encanta. Bueno pa, mándale saludos a mamá, después le llamo para hablar con ella.

—¿Nos esperan?

—Si mi amor, deberías llevar la bikini que te compraste el año pasado.

—Subí varios kilitos, no me queda como el año pasado amor.

—Si eres hermosa —intento darle un beso pero se corre entrando al baño— ¿Te molesta que cambie nuestros planes y vayamos a Brasil?

—¿A que viene todo eso?

—A que estás rara Clara, a eso, sino querés que vamos cancelo todo y no vamos.

—Ya tenemos los boletos de avión, las maletas armadas y le acabas de decir a tus padres que vamos ¿No te parece un poco tarde para cancelar todo?

—Ultimamente siento que no hago nada bien contigo, y nunca es tarde si quie...

—¡Ya basta Paola! Vamos a ir a Brasil y listo —tocan la puerta— Hola Fati —una gran sonrisa se dibuja en su rostro— ¿Cómo estás?

—Venia a devolverte —las observé conversar, ni parecían notar que estaba yo ahí— la planchita para el pelo ¿Te vas?

—Nos vamos —intervengo— a Brasil por unos días.

—Fati eso iba a pedirte ¿Nos podrías cuidar el depto y regalar las plantas? —rodee los ojos.

—Claro no tengo problema —se miran un momento.

—Me aclaro la garganta y saco el juego de llaves de mi llavero— toma —se lo extiendo, tomando a Clara por la cintura acercándola a mí— y salúdame a Federico, tu novio —tomo la puerta clara señal de nos vemos adiós.

—Se despide y cierro la puerta— ¿Qué te pasa?

—Pasa que creen que soy boluda, que me haga no quiere decir que lo sea.

—Paola estás psicótica, tres años y medio llevamos juntas y me haces este desplante ahora. Con Fati somos amigas nada más, y ambas estamos en pareja.

—¿Ahora estoy alucinando? Aparte sabes muy bien que motivos tengo.

—¿Otra vez trayendo a colación el pasado? Pensé que habías perdonado mi error, te fui infiel y lo lamento ¿Cuántas veces voy a tener que pedirte perdón?

—Me siento una mierda, otra vez le saco en cara eso— Perdón mi amor, tenes razón.

—Ya no peleemos —se acerca y me besa, para luego abrazarme— quiero pasar unas lindas vacaciones con mi novia ¿Qué me decís? —se sienta arriba mío.

—Que te amo —me mira y sonrío. Tocan bocina.

—Ese debe ser nuestro taxi, vamos.

Cargamos las maletas y salimos rumbo al aeropuerto. El vuelo fue relativamente corto, mis padres piensan que llegamos mañana, pero quiero darles la sorpresa hoy.

—Hola papá y mamá, ya estoy en casa.

—¿Paola? ¡Paola hija! —grita mamá y viene a abrazarme— ay mi niña, cuanto te extrañe mi amor. Ven, ven Clara, no puedes escapar del abrazo —mi novia se suma.

—¡Hija!

—¡Sorpresa papá!

—¿Porqué no nos dijiste que llegabas hoy e íbamos por ustedes?

—Ese es el sentido de la sorpresa papá ¿Y Cata donde está?

—Le dieron reposo, está su habitación.

—Hola Roxy —saludo con un abrazo a la otra chica que trabaja para mis padres y le presento a mí novia que llevo de la mano— Hola mi viejita hermosa.

—Viejo son los trapos ¡Paola mi niña! Hola Clara ¿Cómo estás? —Cata sabe de Clara muchísimo antes de que siquiera le dijese a mis padres... sabía todo incluso lo de su infidelidad, pero igual ella me apoya, aunque ya no le cae tan bien— no sabía que llegaban hoy.

—Es que... ¡sorpresa! —levanto los brazos.

—Yo me iré a desempacar amor, las dejo conversar un rato a solas.

—Claro —Cata la mira seria— Cata...

—Bueno no es una novedad que después de lo que hizo no sea su más grande fan y si tus padres supieran...

—Pero no lo sabrán, porque no quiero que la odien... Quería tomar el primer avión cuando me enteré que te desmayaste.

—Lo sé, pero no era necesario, estoy bien.

—Estás bien, pero tenes que cuidarte ese corazón —tomo sus manos y las beso— no ves que si te pasa algo, yo no sabría que hacer sin ti, viejita hermosa.

—Y dale con lo de vieja —sonríe pícara— anda, anda, con los Herrera que te han extrañado, se la pasan hablando de ti y todas tus ocurrencias de cuando eras chica.

—Yo también los extrañé a todos, a todos —la miré a los ojos.

Cenamos todos juntos, hasta Cata se sienta a cenar con nosotros que compartimos entre risas anécdotas y hablamos con mis padres de las nuevas tecnologías de la construcción. Mamá tuvo que viajar por un proyecto de trabajo el cual al parecer es confidencial, ya que no quisieron decirme, pero al menos pude ver el edificio en la propuesta 3D que iba a exhibir y debo decirlo, es un proyecto magnífico, como todo lo que ellos construyen.

Buscando la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora