24- La verdad se revela

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Los primeros días de diciembre llegaron con un calor insoportable que marca el pantallazo del verano que les espera.

Los Herrera siguen separados, pero Luz ha acordado juntarse con Alex a comer, mientras vivian separados con Carolina y Catalina no aparece.

—Creo que va a llevarme más tiempo del que pensaba perdonarte papá —por primera vez en semanas lo llama así y a él se le llenan los ojos de lágrimas— pero lo intentaré, aunque mientras sano me gustaría que estuvieran juntos con mamá.

—Tu madre no creo que pueda perdonarme, de hecho también entenderé sino puedes o quieres hacerlo.

—Por eso cite a mamá hoy aquí —se levanta cuando ve llegar a Carolina, para saludarla con un enorme abrazo.

—Hola Alex —dice ella secamente y se sienta al lado de Luz, quien cambia de lugar con Alex asi quedaba al lado de Carolina, y ella la observa frunciendo el ceño—  hija ¿Qué haces?

—Papá y mamá son los pilares que han sostenido mi vida por mucho tiempo. Mamá —Toma sus manos por encima de la mesa— sé que papá, tomó malas desiciónes y yo todavía estoy procesando todo para perdonarlo, también sé que estás haciendo lo mismo... —le extiende la mano a Alex y él la toma— pero no quiero que mi familia y las personas que amo, sigan fragmentadose —une la mano de los dos entre las suyas— me gustaría que pudiesen estar juntos de vuelta, no los voy a obligar, pero recuerden que apesar de los errores que puedan cometer se aman y me aman, como yo los amo a ustedes. Ustedes siempre me lo han dicho, te amamos más allá de tus errores.

—Carolina mira a Alex y entrelaza sus dedos con los de él— Te extraño en casa, lo que hiciste aún me duele, pero nuestra hija tiene razón, te amo a pesar de tus errores y si ella, quien es la más afectada está dispuesta a perdonarte, entonces yo puedo intentarlo también.

—Haré lo necesario para que puedan perdonarme, lo que sea, son las mujeres de mí vida y estoy muy arrepentido por lo que hice.

Los tres terminan de comer en ese restaurante, todos con mejores ánimos. Luz como lo ha hecho desde que nació, logra unir a la familia, trayendo como bien lo dice su nombre luz en cada rincón oscuro. Solo falta que Catalina vuelva y para eso falta muy poco.

Pero hay alguien, que teje el mal desde las sombras. No hay luz sin oscuridad ni viceversa. Pese a que todo parece estar acomodándose a su alrededor, entrando en armonía, hay sombras que se niegan y la acechan desde que tan solo era una niña.

Al salir del restaurant, Carolina deja a su hija en la casa de los Gabaldon, ya que Laura las invitó a ambas con Andy a cenar e iba a llevar a Andrea a la salida del trabajo.

—Hola hija —le abre la puerta Gabriel dándole un fuerte abrazo— pasa —saluda a Carolina despidiéndose con un gesto de mano.

—Hola papá, mamá me dijo que si quería venir antes no abría problema, aparte para acompañarte a comprar las cosas de la cena de esta noche.

—Claro que no hay problema Luz, a mi me encanta pasar tiempo con vos. Te estaba esperando así salíamos a comprar las cosas, tu madre es un poco neurótica con la comida y más si cocina para ustedes —le suena el teléfono y es Laura— tengo que atender esta llamada, pero ¿queres ir subiendo al auto? Yo ya voy.

—Claro.

Toma las llaves del auto y sale afuera. Mientras le manda un audio a Andrea, ve a su padre hablando por teléfono y tiene una sensación de déjà vu, luego aparece Lorenzo caminando hacía ella, y sin saber porqué empezó a hiperventilar, cayéndosele el teléfono al suelo.

—Tranquila Luz, soy yo el tío Lolo, no voy a secuestrarte.

La adrenalina invade su cuerpo, pero en vez de hacerla correr un miedo más profundo la paraliza, el miedo de un recuerdo que lleva escondido casi tanto tiempo que casi lo ha olvidado.

Buscando la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora