—¡Mamá está de vuelta! —corro a abrazarla, como cuando era una niña— extrañaba tanto tus abrazos de bienvenida mi dulce princesa ¿Dónde está tu padre?
—Afuera —caminamos mientras me abraza por los hombros— ¿Cómo te fue en tu misterioso viaje de negocios?
—Muy bien, pronto tendremos que viajar de vuelta —hace una expresión exhausta.
—¿A dónde es el misterio destino?
—Sabes que no decimos nada hasta... firmar el contrato —dicen ambos al mismo tiempo.
—Esa cábala que tienen con papá desde hace años.
—¿Yo que soy tuya?
—¿Mi mamá?
—Ay se siente tan lindo escucharte decirme mamá —acaricio mi rostro.
—Ma estás muy rara ¿Cómo quieres que te diga sino? Si eres mí mamá.
—Otra vez de nuevo —se le llenan los ojos de lágrimas— es que estuve con los clientes, ellos perdieron una hija y me acordé de ti —se limpia las lágrimas— bueno sabes que soy sentimental, siempre lo he sido.
—Siempre lo serás, pero así te amo, mamá.
—¿De que hablan mis mujeres? Cariño, otra ves llorando, porque recordaste cuando Paola era pequeña.
—Lloró más la primera vez que le dije mamá.
—Ufff ambos lloramos a la par —me abrazaron apretujandome los dos— te amamos hija.
—Yo también los amo.
Flashback
—Catalina estoy cansada ¿Porqué tenemos que irnos?
—Lucecita camina mi niña, que vamos a irnos de vacaciones a Brasil.
—¿No tendremos que volver más a casa con el hombre malo?
—No mi niña ya no más hombre malo.
—¿Entonces puedo volver con mi mamá y mi papá? Los extraño mucho.
—Escuchame mi niña, tu mami y papi, me pidieron que te cuidara por un tiempo porque hay gente como el hombre malo que te quieren lastimar. Cuándo te pregunten cómo te llamas ¿Que dirás?
—¿Paola?
—Sí, mi amor, olvídate de Luz, ahora eres Paola ¿Y yo soy?
—Mi abuela Catalina.
—Muy bien, ahora vamos, subamos al autobús.
4 meses después
—Esta es la casa de los señores Herrera, ahora mija, quédate quietita y no toques nada, la abuela tiene que limpiar la casa.
—Si Cata —la niña se queda sentadita moviendo sus piernas en el banco de cemento.
—Hola preciosa ¿Cómo te llamas? —dice un hombre joven de tez trigueña y ojos negros.
—Paola.
—¿Qué haces aquí? ¿Te perdiste?
—Mi abuela me dijo que la esperara acá, mientras ella limpia la bonita casa.
—¿Tienes hambre?
—Un poquito.
—¿Quieres que vamos a la casa y te preparo algo?
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Buscando la felicidad
Storie d'amoreSe robaron a su hija, eso la volvió una mujer fría y amargada. La vida le dará una segunda oportunidad ¿Que pasará cuando se conozcan, en el lugar menos pensado y de una manera poco convencional? Paola es una muchacha humilde con un corazón enorme...