6- Firmemos contrato

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Carolina Herrera esta oficialmente en suelo argentino, los Gabaldon mandan a buscarla y ellos personalmente la esperan en la entrada del hotel. Al llegar ven a una mujer alta, hermosa de pelo largo castaño y cabello lleno de rulos, compite con la belleza de Laura sin nada que envidiarle, Carolina Herrera es una mujer imponente.

Camina a paso firme con sus zapatos de taco que la dejan aún más alta, usando un pantalón de vestir negro holgado y una blusa blanca, usa unos lentes oscuros de sol, y su amplía sonrisa dejan ver su perfecta dentadura, haciendo más notorios sus prominentes pómulos.

—Bienvenida señora Herrera —le estira la mano primero Gabriel— está es mi mujer Laura Valderrama y yo soy Gabriel Gabaldon. Es un gusto tenerla en nuestro hotel.

—El gusto es mío señores.

—¿Quiere acomodarse? Tome algo que va por nuestra cortesía y luego si quiere, tenemos la reunión.

—Me parece perfecto.

Laura acompaña a Carolina al restaurante del hotel y se sientan a conversar un poco.

—Supongo que debe estar cansada.

—No tanto, en realidad mi hija llegó de viaje a casa y me dió la energía que necesitaba, la verdad es que quiero volver lo antes posible para poder estar con ella y mi nuera.

—Disculpe... ¿su nuera?

—Sí, mi hija es lesbiana ¿Es un problema eso para usted? —tiene cargado un nivel desafiante en su tono, por su hija Carolina iría contra el mundo.

—No, no, solo me sorprendió que lo dijera tan livianamente.

—Miré Señora Valderrama, si su pareja es hombre, mujer ¿A quien le importa? Lo único que quiero es que mi hija sea feliz, solo eso ¿Tiene hijos?

—Tuve una hija, hace tiempo...

Carolina toca su mano para darle apoyo, viendo el dolor en su rostro, ella había pasado por algunos abortos involuntarios, antes de la llegada de Paola a su vida y sabe reconocer el dolor de haber perdido un hijo, es una marca que siempre llevaras tatuada en el alma.

—Lo siento mucho.

—El dolor agitó su pecho y un ardor subió por su garanta cerrandosela— Tiene razón, lo único que debe importarle a un padre es que sus hijos sean felices.

—Exactamente y mi hija ha pasado por mucho en la vida, la amamos tanto con mi marido ¿Quiere ver una foto?

—Claro...

—Suena su teléfono— Disculpe está es ella, no puede estar sin mamá —Laura le hace seña de que hablara tranquila, se levanta y se va.

En el ascensor a solas se permite llorar, se queda pensando en lo que le dijo Carolina. Nunca se ha preguntado en la orientación de su hija ¿Y si le gusta una mujer? ¿Y si le gustan ambos? ¿Qué tan importante es su orientación? Lo importante es su felicidad.

Llega a la oficina, entra pensativa, se acerca a la ventana y contempla el paisaje, ni siquiera escucha a su marido entrar.

—¿Qué pasa mi amor? —besa su cuello y ella apoya hacía atrás su cabeza en su hombro.

—Solo me quedé pensando en algo que dijo Carolina ¿Crees que si nuestra hija fuese gay la podríamos aceptar?

—Nunca había pensado en algo como eso.

—Es que damos por sentado que ella podría ser heterosexual —gira para ver a su marido— te imaginas si ya nos hubiese hecho abuelos, habría unos cuantos niños corriendo por el hotel.

—Laura amor.

—Yo la aceptaría, si eso la eso la hace feliz la aceptaría, solo quiero... —comienza a llorar— solo quiero que Dios me la devuelva, en todos estos años mi único deseo de cumpleaños es tener a nuestra hija de vuelta Gabriel.

—Lo sé mi amor —la abraza fuerte, lo sé— yo también quiero tener a nuestra hija de vuelta con nosotros.

—Tocan la puerta, Laura se separa de él para limpiarse las lágrimas— Disculpen pero la señora Herrera pregunta si quisieran tener la reunido ahora con ella.

—Claro —mira a Laura y ella asiente— ayudenla con todo lo necesario en la sala de juntas y estaremos ahí en 20min —10 min dice Laura— ¿Segura?

—Segura amor.

Carolina está preparando la presentación para la reunión. Llega el matrimonio con Lorenzo.

La arquitecta muestra 3 propuestas y modelos 3D, les da un recorrido con lentes de realidad virtual, esa es la magia de la tecnología, presenta los espacios, metros cubiertos. El matrimonio Herrera orienta sus diseños a lo más sustentable tratando de incluir la mayor cantidad de espacios verdes a sus creaciones, de hecho las innovaciones constantes sobre diseños sustentables les han hecho ganar un montón de premios a nivel nacional en internacional, también los costos son muchos más bajos.

—Esas son nuestras propuestas de diseño para ustedes, estos son los precios de cada una de las propuestas. Lorenzo creo que Alex habló contigo el tema del pago y demás.

—Si Carolina, llegamos a un arreglo con tu marido sobre eso y...

—Perfecto, confío en Alex, si él hablo contigo para mí eso es suficiente. Quiero que sepan que tanto Alex como yo, supervisamos las obras y acá tenemos nuestros propios contratistas que construyen nuestros proyectos, verificando siempre la calidad de los materiales. Si ustedes quieren hacer su propio presupuesto...

—Lo que ustedes decidan señora Herrera por nosotros estará bien, sabemos el calibre y compromiso de sus trabajos, confiamos en ustedes.

—Por favor Laura, señora Herrera suena demasiado formal, dime Carolina, tengo 48 años nada más. ¿Quieren que les demos un tiempo para pensarlo?

—El matrimonio se mira— Queremos que ustedes sean quienes lleven a cabo el proyecto.

—Perfecto entonces —dice ella con una amplía sonrisa, estarán más cerca de su hija aquí— volveremos con Alex en 10 días a firmar el contrato y ultimar detalles.

—Podria ser antes si quieren...

—Es que tenemos a nuestra hija en casa, que no vemos mucho. La verdad es que quiero llegar y disfrutar unos días con mi princesa —Laura siente su corazón exprimirse cuando ella usó ese término— espero sepan entender.

—Claro Carolina, lo entendemos perfectamente. Nos vemos en 10 días entonces —estrecha su mano.

Buscando la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora