Buscando la felicidad

8- Bienvenida

Llegamos a Argentina finalmente de vuelta, sigo un poco bastante molesta la verdad, siento que soy a veces demasiado tolerante con ella, se que ella me apoya y entiende, yo de verdad trato de hacer lo posible para entenderla también y apoyarla, pero a veces simplemente hace de esa simple tarea algo imposible.

—Paola ¿Hasta cuando vas a seguir enojada conmigo? —dice dejando las llaves arriba de la mesa del comedor.

—No estoy enojada —le digo con el ceño fruncido.

—Entonces porqué ni siquiera me has dado la mano y ni un beso desde que salimos de Brasil ¿Ya te cansaste de mí? ¿eso es lo que estuviste pensando? —meto la mano a mi bolso y toque la caja con el anillo, lo que pensé es que no es el momento de pedirte matrimonio— ¿Me vas a dejar? —comienza a llorar— es eso, me vas a dejar.

—¿Qué? ¿Cómo voy a dejarte? —la abrazo— nada más lejos de la realidad, sigo un poco molesta, pero no voy a dejarte por eso —se separa de mí y nos besamos— ¿Cómo se te ocurre que voy a dejarte? —no te deje cuando me engañaste— vení tomemos algo caliente —voy a poner hervir el agua para el mate y ella me abraza por atrás— iré a pedirle mis llaves a Fátima.

—Puedo ir yo si queres —se le dibuja una sonrisa que al verla seria borra de su rostro— aunque mejor me voy a dar una ducha y cambiarme la ropa.

—Toco la puerta de mi vecina que al verme, cambia la expresión de sonriente a seria— Hola, gracias por cuidar mi departamento ¿Me das mis llaves?

—Claro —va a buscarlas— ¿está Clara?

—¿Mi novia? ¿Con que la llevamos 3 años juntas? Sí, está, pero estamos cansadas por el viaje —agito las llaves en la mano— gracias por cuidarme el dpto —veo pasar a Federico atrás— ¡Hola Fede!

—Hola guapa —él es de España, y es músico— ¿cómo os fue de viaje con tu chica? Imagino como habéis disfrutado ambas las playas brasileras, me encantaría conocerlas.

—Bueno si tenes suerte y coincidimos los días para el carnaval brasilero podrías, podrían irse con nosotras y no te preocupes por el hospedaje nos quedamos en casa de mis padres.

—Tia que maja eres, luego te paso el cronograma del tour y por si quieres también ir a ver tocar la banda ¿Tú que dices cariño? —asiente con desgana— bueno después hablamos, vete que tu chica debe estar esperándote.

Llego al depto y Clara sigue bañándose, luego de un momento sale vestida y con el pelo mojado.

—No hay azúcar, creí haber dejado cuando nos fuimos. Bajo a comprar y vuelvo.

—No hace falta —la miro y tocan la puerta— gracias vecina —es Fátima quien nos trae azúcar— después te la devuelvo —trago tratando de no molestarme.

Merendamos en silenció, aviso que voy a volver a trabajar mañana asi me cortan los días de vacaciones, no voy a desperdiciar días de descanso para estar encerrada en el departamento.

Me levanto temprano, me visto en silencio y salgo al trabajo caminando como todos los días, ella ni siquiera se dió cuenta de que me levanté.

10:03
¿Dónde estás?

10:05
Trabajando (foto)

10:05
Pensé que ibamos a pasar
los días que te quedaban
juntas.

10:06
¿Encerradas en el departamento?
Prefiero juntar esos días

Escribiendo...

Escribiendo...

Escribiendo...

10:07
Ok. Tengo guardia hoy y mañana.