8. Límite

1.4K 124 29
                                    

Les veía desde la lejanía. En el rostro de Luís se formó una amplia sonrisa, simplemente al ver a Claudia. David se encontraba hablando por teléfono, y Hugo me observaba con seriedad. Al percatarse de que le contemplaba del mismo modo que él, desvió su mirada hacia otra dirección.

Abrí la puerta y mi mejor amiga avanzó directamente hasta quedar muy cerca de Luís. Yo decidí permanecer estática en el escalón que había antes de pisar la calle.

—¿Vamos? —pregunté.

—¿Os apetece ir a la cafetería del otro día? Esos cafés son irresistibles —sugirió Luís.

Simplemente alcé los hombros como respuesta, gesto que imitaron David y Hugo; y emprendimos camino al establecimiento. Las calles estaban repletas de gente, seguramente por el buen día que hacía.

Caminamos largos minutos y a medida que nos acercábamos al lugar, notaba que Hugo se tensaba; seguramente porque se podía hacer una idea de donde acabaríamos tomando café.

Y no se equivocaba. Estábamos en esa cafetería que tenía en mente. Me miró de reojo; tal vez viendo cual sería mi reacción. Yo hice como si no recordase nada de ese bar, y me senté en una mesa cualquiera. Ellos siguieron mis pasos y dejaron caer sus cuerpos en las sillas que se encontraban a mi alrededor.

De nuevo, el camarero que nos atendió se aproximó a nosotros y cuando nos vio a Hugo y a mí sonrió.

—¡Buenos días! ¡Qué alegría volver a veros, juntos! ¿Cómo os va?

—Hola Pablo, siento no haber venido en este tiempo a verte. He estado ocupado.

 Su sonrisa no se esfumaba.

—No te preocupes. Sabía que volverías a visitarme algún día —nos miró de forma intermitente— . Que bonita pareja hacéis. ¡Qué alegría que os hayáis encontrado en mi cafetería! Desde ese día tengo más claro todavía que es un lugar especial.

—  

—Vaya, de nuevo aquí. ¿Qué os apetece tomar?

Pedimos cada uno de nosotros lo que nos apeteció y nos atendieron bastante rápido, a pesar de que el establecimiento estaba a rebosar.

Sólo faltábamos para terminar el desayuno Hugo y yo. Luís y Claudia se despidieron de nosotros con la excusa de que se iban a dar una vuelta y enseguida volvían. A David, un par de minutos después, volvieron a llamarle por teléfono, así que también se alejó.

Hugo, cuando nos quedamos a solas, decidió hablar.

—Han pasado casi dos años y sigue igual —suspiró—. Este lugar fue realmente especial.

Le miré.

—No digas tonterías, Hugo. Tú bien sabes que —me interrumpió al negar con la cabeza exageradamente.

—¿Qué?

Esta vez fue su turno para mirarme, pero lo hizo de forma muy diferente a la mía. Su mirada indicaba asombro. Finalmente, después de pensar varios segundos, rió.

—Es verdad, digo demasiadas estupideces.

Su comentario me sorprendió levemente, pero no le di importancia. Al fin y al cabo, era un Hugo distinto al que conocí.

—Tampoco entiendo porqué seguimos viéndonos. Tú y yo no somos amigos. Tú no quieres verme a mí y yo tampoco quiero verte a ti.

—Porque tu mejor amiga y un gran amigo mío se gustan, simplemente. Esa es la única razón por la que nos encontramos ocasionalmente —contestó cortante.

Me levanté, ya me habían cansado sus cambios de humor y su actitud cortante. Se acabó.

—Pues eso tiene arreglo. Me voy, tú te vas con tu que-querida Samira y así les dejamos solos para que puedan iniciar una relación. Y así, además, tu puedes seguir con la tuya. Todo es mejor, ¿no crees?

Cogí mi bolso y anduve lo más rápido que mis piernas me permitieron pero una mano rodeó mi antebrazo. Tiró de mí hacia su dirección, pero rápidamente retrocedí.

—¿¡Por qué!? —pregunté, alterada.

—Porqué, ¿qué?

—¿Por qué me retienes? Deja que me vaya, déjame en paz. Tú no me haces bien. No me haces nada bien.

No recibí respuesta por su parte. Mis nervios empezaron a aumentar notoriamente.

—Cualquier persona pensaría que te gusto; y si me estoy equivocando, entonces no te entiendo —mi voz sonaba más débil de lo habitual.

Estaba ya cansada de siempre lo mismo.

—Vete ya. Es lo mejor que podrías hacer —de nuevo, apareció en su voz el tono cortante de antes.

—¡Eres tú el que me ha cogido del brazo para que no me fuese! Olvídate de mí y céntrate en Samira, si tan feliz te hace. ¡Déjame en paz de una vez! ¡No me confundas, no me llames, no me mires, no me retengas! ¡Déjame!

Él asintió dándome la espalda, y de nuevo se sentó en su silla. Después de lo sucedido, algo sí tuve claro: nunca jamás iba a volver a quedar con Claudia, Luís y David si Hugo también iba a asistir a la quedada.

Recorridos unos metros, encontré en un banco sentados a Claudia y Luís y me aproximé velozmente a ellos.

—Me voy, chicos.

—¿Qué, por qué?

—Siempre es lo mismo, y ya me he cansado. Me rindo. He intentado hacer el esfuerzo de entenderle pero me resulta imposible. Me voy a mi casa, que es donde me tendría que haber quedado durante estos días. Se acabó. Gracias por invitarme.

Claudia se levantó a darme un abrazo, gesto que necesitaba; e instantáneamente, cuando sus brazos rodearon mi anatomía, una gran cantidad de lágrimas empezaron a caer incesablemente por mi rostro de forma incontrolable.

—¿Qué te pasa, Lisa? —Claudia pasó su mano varias veces por mis hombros.

—No lo sé, sólo estoy cansada.

—¿Segura?

—No.

Transcurrido un minuto aproximadamente, me alejé y sequé mis lágrimas.

—Ya está, se acabó. Dije que no soltaría ni una lágrima más por él.

—Hugo es el motivo.

—Sí, pero no es cuestión de sentimientos, es su manera de tratarme.

—La próxima vez, dile que —corté sus palabras.

—No habrá próxima vez —suspiré—. Siento haber interrumpido.

—Adiós Lisa —se despidió Luís desde el banco.

Me despedí con un movimiento ligero de mano y me fui a mi casa.

Nunca más volvería a verme con Hugo. Jamás. Estar con él me afectaba, no me hacía bien.

Llegué y estuve todo el día encerrada en casa hasta que llegó la hora de prepararse para la cita con Raúl.

Continuará...

Gracias por leerla <3 Votad y comentad que os parece. Me gusta mucho leer vuestra opinión en los comentarios.

Nos leemos pronto, queridos lectores. Sois geniales ^_^


Sabía que volverías (SA, LP#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora