14 [Estoy aquí]

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Segundo príncipe estaba de rodillas en la explanada frente al palacio, en el momento en que el último latigazo chocó contra su espalda, estaba por caer al suelo, tuvo que hacer uso de toda su fuerza para poder soportar los cincuenta latigazos que le impuso el rey como pena por haberle desobedecido y "abandonado a una ciudad entera". No había puesto ninguna objeción en aceptar la pena porque sentía culpa, pero, su razón estaba dividida en dos partes, por un lado lamentaba haber dejado la ciudad y por otro agradecía el no haber estado allí, porque probablemente hubiese muerto.

—Llévenlo al palacio Poksltut, estará encerrado allí por tiempo indefinido —ordenó el rey en voz alta para que todos los funcionarios presentes lo escucharan claramente.

Tae sabía que su padre lo estaba castigando de esa forma porque quería tranquilizar al pueblo y también advertir a los demás sobre no desafiarlo, pero le era tan doloroso darse cuenta de que a su padre solo le importaba su lugar como rey, tal que no le importaba herir a su propio hijo con tal de mantener su control sobre el reino.

Dos guardias lo tomaron por los brazos y lo sacaron –casi arrastrándolo– de la vista de su padre, ni siquiera pudo levantar el rostro para mirarlo, sentía que estaba a muy poco de perder el conocimiento, nadie podría soportar tal castigo fácilmente y menos él quien había sido cuidado desde joven de no salir herido. Afortunadamente, una vez dentro del carruaje fue atendido de inmediato, logrando descansar un poco durante el viaje a su nuevo hogar "temporal".

[...]

Cuando despertó estaba perdido, solo podía notar el creciente dolor que sentía en la parte superior de su cuerpo, al no poder moverse libremente como quería, no le quedó más que fijar su atención en la flama parpadeante de una vela que estaba sobre una mesa a pocos pasos de él. Después miró hacia lo poco que podía iluminar la vela y así fue como cayó en cuenta de donde se encontraba, poco a poco algunos recuerdos lamentables inundaron su memoria, trece años atrás su madre había sido encerrada durante un año en el mismo lugar y él, a escondidas siempre iba a verle, llevándole dulces, algunos juguetes y demás cosas para evitar que se sintiera aburrida. Nunca supo porque su padre la había encerrado allí, pero ahora le intrigaba saberlo.

Su primer día allí fue realmente horrible, los sirvientes del lugar no eran tan amables como los que le servían en su palacio, sus cuidados no eran tan buenos como los que hubiese podido tener en casa y mucho menos lo era la comida, que apenas había podido probar.

Odiaba más estar encerrado sobre estar herido, porque sabía que paulatinamente se recuperaría, pero aunque quisiese no habría forma de salir de esa habitación, pues no solo lo habían encerrado en ese frio y viejo palacio, sino que también fue confinado en una de sus habitaciones.

[...]

Dos meses pasaron demasiado lento, los días se volvían cada vez más insoportables, no había podido ver a nadie más que los sirvientes que entraban de vez en cuando lo cual no era de mucha ayuda para su aburrimiento y desesperación, porque ninguno contestaba cuando intentaba platicar con ellos. Ya podía moverse con más libertad, aunque aún no como querría, sus heridas estaban sanando bastante bien, aunque no estaba seguro de si las cicatrices podrían ser borradas algún día, le parecía graciosos que ahora tendría marcada en la piel el peor recuerdo que tiene de su padre.

Taemin estaba intentando leer un libro –con la poca iluminación que brindaba una vela–, cuando un ruido le hizo detenerse, al verse intrigado por aquel ruido, se acercó lentamente a la puerta de donde creía provenía el ruido, pegó la oreja a ella queriendo saber qué o quién provocaba el sonido, porque aún no era momento para que algún sirviente viniera. Dio dos golpecitos a la puerta esperando que la persona detrás supiera que lo estaba escuchando, pocos segundos después su respuesta llegó.

—Príncipe, soy yo, Minho —la voz del mayor no era muy fuerte, solo lo suficiente para ser escuchada por el príncipe, le había tomado bastante tiempo lograr entrar al palacio y no quería ser descubierto tan fácilmente.

—¡Fuiste liberado, yo sabía que así sería! —la alegría en la voz de Tae era evidente, pero como no sería así, la liberación del mayor le hacía sentir mucho menos culpa, porque de alguna forma todos los castigos recibidos habían servido para algo bueno.

—Salí hace dos semanas, lo busque pero nadie quiso decirme en donde se encontraba, por eso tuve que buscarlo por mí mismo, perdón por tardar tanto tiempo en venir y perdón, porque por mi usted tuvo que pasar por tanto —cuando Minho escucho los chismes que se corrían sobre el príncipe se sintió muy apenado, sabía que una gran parte de la culpa la tenía él, pero también estaba muy sorprendido y agradecido, sino fuera poque segundo príncipe creyó en él las cosas no hubiesen acabado tan fácilmente.

—Está bien, no necesitas sentirte culpable, yo soy quien debe cargar con la culpa, fueron mis decisiones las que me llevaron a esto, realmente me alegro de que estes bien... —perder a uno de sus amigos fui lo suficientemente doloroso, no podía perder a nadie más. —¿Sabes cómo es la situación en el palacio principal?

—No, después de mi salida no se me permite estar cerca de ninguno de los palacios, me lo advirtieron cuando salí, debo de mantenerme lejos de cualquiera de la realeza... por eso vine a buscarlo, planeo irme de la ciudad principal —Minho era reacio a tener que dejar al príncipe, pero sabía que era lo mejor que podía hacer, si seguía a su lado solo le traería más dificultades.

—¿Irte? —Taemin se sintió decepcionado y triste al escuchar sus intenciones, realmente no quería que se fuera, la idea de no verlo más le asustó.

—Sí, iré a otra ciudad a buscar un nuevo empleo. Pero antes de irme quiero agradecerle por todo lo que ha hecho por mí, de verdad muchas...

—¿Puedes llevarme contigo? —su voz sonó más como un ruego que como un pedido.

Al no tener respuesta Taemin creyó que su pedido había ido demasiado lejos, probablemente su ahora ex guardia no querría llevarlo con él, se arrepintió un poco de haberlo pedido de esa forma, si lo hubiese hecho más como una orden seguramente estaría menos apenado, pero también pensó que obligarlo a hacer algo que no quería estaría muy mal.

Minho se quedó quieto pensando en las palabras del menor, la desesperación en su voz movió algo dentro de él, repentinamente tuvo ganas de abrir la puerta –que los separaba– a la fuerza y tomar al joven príncipe entre sus brazos para consolarlo, y para poder protegerlo de todo, deseaba tanto poder evitar que alguien lo lastimase, aunque no estaba seguro de si él era el más indicado para hacerlo.

—¡¿Está seguro de lo que dice?! —al escuchar la pregunta del otro, Tae por fin pudo respirar tranquilamente de nuevo.

—Si estoy seguro, si me quedo aquí un poco más me volveré loco —la ansiedad lo estaba consumiendo, quería tanto salir de su encierro, poder respirar aire fresco le hacía tanta falta necesitaba sentirse libre de nuevo, aunque fuese algo momentáneo.

—Puedo ayudarle, pero ¿no cree que nos meteremos en más problemas si se va de nuevo sin permiso?

—No creo que haya forma de decepcionarlo más, soy experto en hacerlo, además no creo que le importe demasiado seguramente tiene cosas más importantes de las que preocuparse —en realidad no estaba seguro de cuál sería la reacción de su padre al enterarse de su partida,

—Está bien, voy a hacer lo que usted me pida, porque le debo la vida.

Taemin sabía que no era así, si se trataba de hacer cuentas, él era quien más le debía al mayor, su vida había sido salvada por él y ahora comenzaba a ser por quien quería seguir viviendo.

—Tengo un plan para poder salir de esta habitación, pero necesito de tu ayuda para poder salir del palacio sin ser visto —no podía ocultarlo, desde que fue capaz de ponerse en pie lo primero que hizo fue idear una forma de escapar.

—Claro, lo ayudaré solo dígame su plan.

—Todas las mañanas vienen a aplicarme medicamento a la misma hora, cuando el sol comienza a mostrarse, lo que tienes que hacer mañana en ese mismo momento es llevar a los guardias al sur del bosque, es una zona llena de montañas podrás deshacerte de ellos allí, después iras hacia el arroyo que esta al norte, allí nos encontraremos —aunque el plan parecía fácil, no estaba seguro de si sería efectivo —si a medio día no he llegado es porque no logre escapar, si es así, no regreses por mí, podrás irte...

Farewell My Love - ||2Min|| [WFU, L1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora