Farewell My Love - ||2Min|| [WFU, L1]

27 [Infierno y cielo]

Dicen que morir ahogado en agua es una de las peores formas de morir, Taemin realmente no quería comprobarlo, pero por más que luchaba por salir del agua no podía hacer demasiado, el poco oxigeno que inhalo antes de entrar al agua, ya se le había terminado, cada segundo que pasaba dentro se volvía más desesperante, deseaba tanto poder gritar por ayuda –aunque sabía que nadie lo haría–, lentamente sus esperanzas de sobrevivir se estaban extinguiendo.

Y cuando estaba cerca de perder el conocimiento alguien lo sostuvo por la cintura arrastrándolo fuera del rio. Estando fuera Taemin comenzó a toser al punto en el que su garganta dolió, sin embargo eso no importaba ya estaba fuera de peligro, podía respirar de nuevo.

—¿Estas bien? —un hombre de aproximadamente cuarenta años se sentó junto a él, observándole preocupado.

El menor asintió, tratando de convencerse más a si mismo —gracias...

—Qué bueno que te encuentres bien, ahora debemos irnos... disculpa —sin esperar a que Taemin respondiera el hombre lo levantó colocándolo en una carretilla de madera, apenas alcanzó a sostenerse cuando el hombre avanzó. No tenía ni idea de lo que estaba sucediendo en ese momento.

Tardaron cerca de veinte minutos en llegar a la casa del hombre, príncipe no imaginaba que pudiese haber una casa como esa en medio de ese lugar, bastante tiempo le debió de llevar a ese hombre para lograr una construcción tan buena. La casa no era especialmente grande –aproximadamente tres cuartos– construida completamente en madera, había un jardín del lado izquierdo y podía escuchar el sonido de algunos animales provenir detrás de la casa.

—Tendré que construirte un nuevo par de muletas —comentó el hombre mientras lo colocaba sobre un banco.

Taemin confundido, no sabía que preguntar primero —gracias.

—Nada que agradecer, ¿cuál es tu nombre? —le acercó un vaso de agua.

—Lee Taemin.

—Un gusto Lee, a mí solo llámame, señor An

El recién presentado señor An se sentó frente al menor sin dejar de observarle —¿me gustaría saber qué es lo que un joven como tú hizo para ser puesto en este lugar?, me da mucha curiosidad saber qué tipo de persona eres, debes de ser alguien muy importante para los de afuera.

—Yo... —no quería contar su historia a los demás, no deseaba que nadie supiese lo que sucedió en su vida, nadie tenía derecho a opinar sobre ello.

Afortunadamente un fuerte golpe afuera, acompañado del sonido de todos los animales a la vez, le mantuvo a salvo de tener que responder de inmediato. Señor An salió de la casa para revisar que era lo que sucedía detrás de su casa, el menor también tuvo curiosidad pero prefirió quedarse en su lugar porque le sería muy difícil regresar por sí mismo si lo hacía.

—¡Esos hombres siempre tratando de robarme! —dijo evidentemente molesto —ahora ¿de que hablábamos? —al notar el silencio del otro decidió darse por vencido, en realidad no necesitaba explicaciones solamente sentía curiosidad —no necesitas decir nada si no lo deseas, si me preguntaras lo mismo tampoco querría decirte porqué estoy aquí, bien se sabe que, los que estamos aquí de alguna u otra forma cometimos un gran error... y también sé que no estás aquí solo por esa razón

—¿Lo sabes?

—Hace unos meses el rey vino a pedirme que te cuidara y ayudara.

—¿El rey Ka?

—Él mismo, por eso sentí mucha curiosidad por ti, te había estado observando quería ver que tan importante o especial eres, pero siendo honesto pienso que eres alguien muy común.