Farewell My Love - ||2Min|| [WFU, L1]

37 [Adiós mi amor/Farewell my love]

(Final)

[Seis meses después.]

Toda la población en Xlimu creía que Kalínin era una bendición para ellos, lo consideraban un gran héroe y como la mayoría creyó que el dueño de esa identidad era Sun Chan, después de su muerte Taemin permitió que esa identidad fuese enterrada con él, su amigo merecía ser considerado como un héroe. Mientras tanto él era señalado como lo peor que le pudo pasar a Xlimu, la mayoría lo consideraba como un hombre siniestro a quien solo le importaba el poder y alguien capaz de todo para obtenerlo.

Tras la muerte de LaMi y Sun Chan el tiempo para el emperador se volvió una obsesión, sabía que no le quedaba demasiado, su cuerpo comenzó a dejarse vencer por infierno y si no se apresuraba dejaría a sus pequeños desvalidos en un mundo caótico.

Se arrepentía de todo y a la vez de nada, ahora que estaba a un corto paso de conseguir su cometido lo único que deseaba era no acobardarse en el momento exacto. Los últimos seis meses los vivió en el campo de batalla –sin ver a sus hijos–, logrando obtener de vuelta su antiguo reino casi por completo, en un principio no deseaba usar el arma que construyó con los planos encontrados en su palacio, porque se dio cuenta de que este era sumamente peligroso, sin embargo al final tuvo que usarlo y de esa forma logró vencer al ejército enemigo.

Ahora se encontraba frente a las puertas de aquel palacio –anteriormente perteneciente a su familia– con su cuerpo cubierto por sangre enemiga, por fin el día que tanto añoraba estaba allí, él día en que por fin le regresaba sus tierras a la dinastía Lee.

Sus hombres empujaron las puertas para darle paso, Taemin ingresó cautelosamente, no confiaba en la persona que se encontraba dentro de este, al verlo sentado en el trono inerte algo se revolvió dentro de él, ¿lo extraño? Tal vez si, tal vez y solo tal vez deseo poder volverlo a ver antes de morir.

—Por fin estas aquí —los ojos de Taemin inevitablemente cayeron en aquel traje de boda que descansaba junto al mayor —te he estado esperado todos estos años.

—Pueden retirarse —sus hombres entendieron y se fueron de inmediato dejando a los dos hombres completamente solos.

—Pensé que no volvería a verte, la única razón por la que he seguido en pie es por ti —el menor lo miró sin entender a lo que se refería —cuando te fuiste entendí porque mi padre era así, estar de pie en un trono sin nadie a tu lado es realmente difícil, muy cansado —Minho bajó del trono y se acercó a su amado —ahora que has venido creo que por fin puedo descansar.

El mayor jalo a Taemin y lo atrapo en un abrazo, se quedaron así varios minutos, permitiendo que sus latidos se sincronizasen, al punto en el que parecía que solo uno latía. El menor alejó al contrario cuando su razonamiento le gritó que no era correcto dejarse llevar.

—Hoy no, tú muerte sucederá cuando yo lo decida.

—De acuerdo, siempre y cuando sea por tus propias manos, es la única forma en la que aceptaré la muerte.

—No tienes más opción Minho, te he vencido.

El más alto no respondió nada, era consciente de que era verdad lo que mencionó el menor, realmente perdió todo, lo perdió hace mucho tiempo cuando prefirió a su padre sobre el menor, cuando decidió mentirle, cuando lo único que le importo fue su propio egoísmo, no había más que decir, nada lo justificaba ni siquiera el gran amor que sentía por él.

El menor quería irse lo más pronto posible, sin embargo aun había algo más que deseaba escuchar de la boca de su ex amante.

—Minho ¿te arrepientes de algo de lo que has hecho?