34 [Melancolía]

31 10 1
                                    

[3 meses después]

Tras varios días de búsqueda y desesperación, uno de esos días logró encontrar el tan añorado "secreto" que ocultaba su palacio. Una noche cuando estaba por rendirse, molesto pateo demasiado "fuerte" una estatua de águila que adornaba su patio, al acercarse a revisarlo se dio cuenta de que la cabeza de este podía moverse a diferencia de los otros, con la idea de desmontarla estuvo cerca de tres horas buscado la forma correcta de hacerlo. Ni él, ni las demás personas solían ponerles demasiada atención a aquellas estatuas, estaban tan acostumbrados a verlas y ya que las consideraban sagradas nadie se atrevía a moverlas de más.

Dentro de este encontró algunos pergaminos, después de dejar las cosas lo más parecido a antes, fue a su habitación en donde analizó lo encontrado, dándose cuenta de que en ellos se encontraba la fórmula para crear un arma, no estaba totalmente seguro de la funcionalidad y consecuencias que podría tener, pero la idea lucia bastante mortal a comparación de las armas que había visto hasta ese momento. Se encargo de guardar muy bien las hojas en su habitación, nadie debía de saber de ello, si Minho se enteraba sus esperanzas de recuperar su reino serian nulas.

Mientras tanto el padre de Minho aún seguía con vida, ambos amantes acordaron terminarlo en silencio cambiando algunos de sus medicamentos con veneno que no pudieses ser detectados, lamentablemente las cosas estaban tardando más de lo esperado, pues cada vez que su salud empeoraba tenía a su lado un médico muy capaz que lo regresaba a la vida. Taemin sospechaba que la tardanza podría tener que ver con su hermano y la extraña "atadura" que mantenía, debía de separarlos para poder acabar con ambos.

Con ayuda de MiRen y algunos grupos de resistencia logró provocar un levantamiento en la parte suroeste del reino, obligando al príncipe heredero a hacerse cargo del problema. Sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, en el pasado jamás se imaginó que algún día estaría usando a los demás para beneficio personal, sin embargo no se arrepentía, no tenía caso, de cualquier forma no podía estar más hundido de lo que estaba, algún día pagaría por sus acciones estaba seguro.

Por otro lado aún tenía cosas de las que hacerse cargo o más bien alguien, Tae organizo todo para que nadie notase la desaparición del príncipe TaeRi, de todas formas, después de que el rey comenzó a enfermar la mayoría dejo de tomarle importancia, él no tenía poder real solamente había mantenido un buen respaldo.

Se acercó lentamente a su hermano, quien estaba en el suelo atado de manos y pies, retiro la venda que cubría sus ojos para que lo pudiese ver.

—¿En dónde estoy? —cuando sus ojos se encontraron con los del mayor un escalofrió recorrido su cuerpo —¿t..tú estás de pie?

Taemin se arrodilló frente a él le sonrió —veo que te alegra ver que estoy bien, lamentablemente no pienso lo mismo de ti.

—¡Lo engañaste, todo este tiempo nos has estado engañando! Estoy seguro de que él no te perdonara, se sentía tan culpable por ti.

—No te preocupes por eso, mejor preocúpate por ti mismo, ¿si quiera sabes en donde estas? —el menor intento observar a su alrededor pero su movilidad estaba restringida.

—Te ayudaré —Taemin lo levanto del suelo bruscamente colocándolo de rodillas —te traje a presentar respeto a nuestra familia.

TaeRi nunca visito la tumba de su padre y hermano, no le interesaba porque no guardaba cariño hacia ellos, no sentía nada por ninguno de los muertos frente a él, ni siquiera sentía remordimiento por haber matado a la madre de su hermano, siempre creyó que hizo lo correcto.

Por su parte el mayor lo obligo a hacer reverencias frente a las tres tumbas ,estaba aterrado por ese lado desconocido de su hermano que le causaba pavor, no sabía de lo que era capaz.

Farewell My Love - ||2Min|| [WFU, L1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora