31 [Recuerdos]

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Taemin estaba listo para poner en marcha su plan, volvería a su antiguo reino para encontrar lo que fuese que ese lugar le ofrecía, esperaba que fuese algún objeto que le sirviese para vencer al ejército de Taskúyu. Los dos días pasados le costó mucho convencer a Lala de que le dejase ir, tuvo que jurarle que regresaría sano y salvo en sólo un año, si tardaba más ella misma llevaría al ejército para sacarlo, también le costó mucho convencer a Chan de que se quedara en Xlimu, le obligó a quedarse a fingir ser Kalinín y a dirigir a su ejército.

Estaba muy ansioso y preocupado por volver a ver a su ex–amor, en el fondo de su ser sabía que realmente esperaba volver a verlo, deseaba saber que sucedió con él durante los más de tres años en los que no se vieron. Miles de sentimientos se enfrentaban dentro de él, amor–rencor era lo que más predominaba en su interior.

La noche anterior no pudo dormir porque no podía dejar de imaginar como seria el momento en el que se volviesen a ver, que reacción tendría él, ¿le pediría perdón?, esperaba que sí para que pudiese decirle en la cara que no, que no lo perdonaba en absoluto. Así mismo quería comprobar un par de cosas por sí mismo, años atrás cuando le preguntó a LaMi sobre él hombre que encontró muerto –el cual provoco el malentendido entre ellos– ella le dijo que ese hombre efectivamente era de los suyos, lo infiltro en Taskúyu para saber quién era el infiltrado principal de ese reino. Y aunque no pudo descubrir a tiempo que Minho era el príncipe de ese reino, supo otros datos, como que Mimi también pertenecía a ese reino y no solo eso, sino que ella era una de las mujeres de Minho, cuando ella quiso confesarle a Lala la identidad del príncipe, este la asesinó. En un principio Taemin volvió a sentirse culpable, por su causa el verdadero culpable salió libre y un inocente murió en su lugar.

—Su alteza, estamos por llegar a la puerta sur.

—¿Aun no hay nada extraño? —su plan no podía fallar, confiaba en que Minho se dejaría llevar por sus impulsos.

—No, no lo hay.

—Sigan avanzando.

Taemin llevaba a un pequeño grupo de militares con él, quería sacrificar las menos vidas posibles. Cuando estuvieron frente a la puerta, desde las alturas una ráfaga de flechas acabo con las diez personas que acompañaban al emperador, esperadamente ninguna de ellas fue dirigida a su persona.

De un momento a otro la puerta frente a él se abrió por completo, de allí salió un grupo de soldados quienes le rodearon, pero no para atacarlo sino para protegerlo, detrás del último soldado llegó montando su propio caballo el hombre de sus pesadillas.

—Taemin.

—Príncipe heredero...—el remolino de emociones era mucho peor de lo que esperaba.

Minho bajó de su propio cabello, se acercó al del menor y montó detrás de él, Taemin se quedó estático cuando sintió su cercanía, sus brazos lo rodearon para tomar las riendas del caballo.

—Te llevare a casa —durante el trayecto Taemin evito lo más que pudo la mirada de las personas, aún no estaba listo para enfrentarlos, no cuando la culpa que le carcomía aún no lograba esfumarse.

[...]

Desde que volvió a su antiguo reino y palacio, se mantuvo encerrado en su habitación, sin permitir que nadie entrase o lo viese, estaba pasando por una seria crisis, las cosas no fueron tan fáciles de manejar como creyó que serían, no soportaba estar en ese lugar, era muy doloroso los recuerdos no le dejaban en paz ni un solo momento.

—¡Taemin, cariño! —Minho estaba siendo muy considerado con él, los primeros días respetó su decisión de no querer verle, pero ya comenzaba a desesperarse, el hecho de tenerlo tan cerca –después de tres años– y no poder estar a su lado lo volvía loco. —Voy a entrar.

Farewell My Love - ||2Min|| [WFU, L1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora