diecinueve.

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El amanecer se extendía parsimoniosamente por el cielo, con la luz naranja deslizándose por toda la mansión, aparte de los rayos de luz, la bienvenida de un nuevo día llegó a Felix con el sonido agudo de las teclas ante el toque de su mano en un i...

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El amanecer se extendía parsimoniosamente por el cielo, con la luz naranja deslizándose por toda la mansión, aparte de los rayos de luz, la bienvenida de un nuevo día llegó a Felix con el sonido agudo de las teclas ante el toque de su mano en un intenso de aferrarse.

La incomodidad de la posición de Chan frente a él cargándolo no disminuyó los golpes certeros que tenía cada vez que entraba y salía en él. Felix ya no se esforzaba en mantener sus gimoteos para sí mismo, sus labios también ya estaban muy lastimados por sus mordidas y las de Chan.

—¡Ngh!, Ch...Chan, por favor, n-necesito descansar —jadeo contra los labios del alfa, quien contesto deslizando su lengua a su cuello y parar hasta uno de sus mallugados pezones, mordiéndolo con fuerza.

Las embestidas se vuelven más salvajes, las manos del alfa se aprietan en su cintura, dejando nuevos moretones. El sonido acuoso inunda la habitación y la espalda de Felix golpea insistentemente con las teclas del piano, provocando un sonido no armonioso de ellas. Chan mueve su lengua y recorre su camino de vuelta a la curvatura del cuello del omega.

—Siempre serás mío. —susurra Chan y el

castaño pierde la cuenta de las veces que lo ha proclamado suyo en toda la noche, era imposible contar en ese momento.

Cuando da un movimiento extraño dentro de él, tocando ese punto dulce, Felix no puede aguantar y tiene otro orgasmo seco. Mientras Chan sigue embistiéndolo con fuerza se siente desmayarse por tercera vez, otro nudo del alfa se siente poco a poco y su miembro se siente más latente adentro.

Lo despierta el ruido del mármol romperse de un lado, Chan apenas le da importancia y extiende toda su semilla dentro de él con un jadeo. Lo había llenado tanto que apenas Chan salía un momento de su agujero y el líquido blanco se deslizaba sin fin por los muslos de Felix.

Mientras esperan el nudo de Chan bajar, el alfa agarra su rostro de un lado, girándolo hacia él y tomando sus labios sin prisa, Felix siente el agua inundar su garganta y refrescar su boca. A pesar del estado poco consiente del alfa, se había encargado de mantener a Felix hidratado y el omega no puede estar más agradecido de que el alfa tuviera una pequeña cocina en la planta baja de la habitación de la que no se había percatado cuando entró en la oscuridad de la noche anterior.

Por supuesto, Chan no dejo a Felix ni un solo momento y no dudo en llenarlo por completo también en la encimera de la cocina cuando Felix pidió por agua.

Movió a Felix como una muñeca, levantándolo tan fácilmente como cualquier cosa hasta colocarlo exactamente donde lo quería. El celo de un gama no era una broma, el miembro de Chan no bajo en toda la noche.

Felix se aleja cuando se siente ahogar momentáneamente por el agua, la línea de sus salivas extendiéndose entre sus lenguas daba una imagen de la que Felix se avergonzaría más tarde.

El nudo dentro suyo baja, pero Chan no sale de él.

Lo carga entre sus brazos y Felix gime al movimiento involuntario del miembro de Chan dentro de él. Mientras vuelven sus pasos hacia la cama del alfa, Felix ve en los vestigios de su sueño una de las patas del instrumento rota por completo.

mafia roja › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora