sesenta y siete.

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Los cuerpos temblorosos se convergen mientras inclinan sus frentes hasta tocar el mármol

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Los cuerpos temblorosos se convergen mientras inclinan sus frentes hasta tocar el mármol. Incluso cuando sus voces se reúnen en un eco unísono, existe inestabilidad en sus tonos al decir las siguientes palabras:

—Amir, size hos geldiniz diyoruz![¡Amir, lo recibimos con gusto!]

Chan observa alrededor sin expresión alguna, y hace un movimiento desinteresado para evitar formalidades, sin embargo, las personas siguen en sus lugares como inmóviles estatuas. Con todos arrodillados, es capaz de ver con claridad a la única persona que no hace ningún ademán de respeto hacia él. Felix rehuye su mirada y voltea hacia otro lado mientras alza los labios.

—Mis disculpas por no saludarlo —Felix hace un movimiento veloz, apenas perceptible para que se pueda considerar un saludo. Chan frunce el ceño y sus labios se contraen en una expresión de irritación. Todos sudan ante su mirada y sus pobres mentes trabajan en los mensajes de expresión que están viendo desde su posición.

Húrrem siempre se ha considerado un omega tenaz e inflexible, la etiqueta de La Roja nunca fue algo que el considerase con mucha importancia. Este recibimiento simplemente era muy seco.

Chan camina hacia él y sus ojos hacen saber que quiere decir algo. Felix voltea hacia abajo y observa como HongJoong ya empieza a enderezarse.

— ¡Amir! —su voz suena tan melosa e insoportable, Felix apenas si puede evitar chasquear su lengua.

Chan se detiene y mira hacia abajo, notando que no se había dado cuenta de la melena roja bajo sus pies. El razonamiento llega a él de inmediato mientras observa, su reputación en el clan había sido herida por sus actos groseros. No recordaba que se encontraba en Kilyos, relegado y castigado por su mano.

—HongJoon —dice seco, lo suficiente como para hacer que todos retrocedan temblorosos a su alrededor. Aún así, el omega parece ser ignorante del verdadero ambiente que fluye en el aire y su rostro se ilumina con una sonrisa sincera hacia Chan.

Felix quiere reír ante la absurda escena, por supuesto que ese omega cambiaría su cara de inmediato frente a Chan. Su mano cruje y se retuerce, y requiere de mucha fuerza para retraer sus feromonas, si mostrara ese tipo de descontrol los rumores solo incrementarían. Acaba de llegar a otra región de Turquía, en esta mansión tenía que mostrar una imagen benevolente, con su papel no podía saltar a la mínima provocación o las voces entre el clan se alzarían en susurros prejuiciosos contra él. Había veces en las que él mismo ni siquiera podía ayudarse.

—Amir —la voz dulce de Elit se extiende entre ellos de repente—. Pido permiso para hacer una acusación.

Felix voltea sorprendido, Edith y Kenia parecen compartir su asombro en silencio. Chan alza una ceja en respuesta, no conocía mucho a las damas de Felix, pero sabía que eran silenciosas y modestas. Eran mujeres que habían sido entrenadas para hablar cuando se requería, por lo que no podía ignorar este cambio de actitud.

mafia roja › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora