veinte.

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Felix desliza su espalda en la cabecera de su cama y descansa su cabeza en sus manos apretándolas en sus sienes para mermar la irritación

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Felix desliza su espalda en la cabecera de su cama y descansa su cabeza en sus manos apretándolas en sus sienes para mermar la irritación. Su omega estaba decaído y se sentía como un tonto, más que tristeza Felix sentía una increíble molestia clavada en su cabeza.

¿Cómo podía ser tan descarado? Ahora entendía todo, debió ver las señales rojas cuando veía al omega recesivo actuar tan cómodo alrededor de Chan y como este no se mostraba nada consternado en sus acciones.

¡Ese día en la oficina el pelirrojo estaba básicamente sobre su regazo!

Felix trataba de empujar la idea de no importancia a quien meta el gama a su cama; sin embargo, su lobo lo volvía a la dirección irritada apenas ese pensamiento surgiera en si. No le había pedido fidelidad a Chan como capricho de omega marcado, simplemente sabía cómo podían llegar a ser las familias orientales y más aún pertenecientes a la mafia, podrían llamarlo exagerado pero las historias no mostraban a los alfas del calibre de Chan con miles de omegas inclinados a él nada más por que si. No quería ser parte de un harem donde arrancaban sus uñas para que el alfa les diera una mínima atención.

Si algo no podía soportar Felix era que lo trataran como un tonto y Chan estaba haciendo un récord increíble en mantener el enojo del omega a niveles tan altos al mantener a una de sus putas tan cerca.

Su enojo empeoró más cuando sintió la humedad acumularse en sus ojos. No podía distinguir si eran sus sentimientos de enojo o la melancolía de su omega pero tenia esa misma sensación cuando vio el gris en la mordida de Chan y cómo está se acrecentó ese día que volvió de la oficina donde vio las garras que el recesivo podía sacar.

A pesar de los sucesos bruscos y rápidos de anoche, había una pequeña dicha en su día, el tener la atención y las palabras de cuidado del turco en la noche anterior habían sido un sentimiento cálido para sus músculos doloridos.

Como una gota sobre la hoja seca, esa sensación se desvanecían con la misma rapidez que llegó.

El olor de feromonas preocupadas azoto en la cara de Chan cuando cruzo la gran puerta de la mansión, los sirvientes se inclinaron hacia él mientras se abría paso hacia la base de la escalera donde se encontraban Hyunjin y las banyalar de Felix

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El olor de feromonas preocupadas azoto en la cara de Chan cuando cruzo la gran puerta de la mansión, los sirvientes se inclinaron hacia él mientras se abría paso hacia la base de la escalera donde se encontraban Hyunjin y las banyalar de Felix. Cuando las mujeres lo vieron sus rostros se transformaron a unos más pálidos.

mafia roja › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora