La noche antes de que Hisoka desapareciera:
En el pasillo oscuro se escuchaba la lenta pero firme caminata de Hisoka, su rostro no mostraba ningún tipo de emoción, y eso reflejaba su estado de ánimo. Por alguna razón se sentía entumecido desde la llamada de Illumi, en la llamada le informaba que habían dado con el paradero de la persona buscada.
Al llegar al final del pasillo Hisoka pudo ver la elegante silueta de su compañero de asesinato.
— ¿A ti también te parece extraño, no?— no se enredaron en saludos innecesarios y fueron directamente al tema. Esa era su manera de ser desde siempre.
— Encontrarlo tan fácil es ciertamente una sorpresa, pero, tampoco suena tan mal— mencionó el pelirrojo acercándose a la gran ventana que reflejaba la vista de casi toda la cuidad.
Illumi quien lo miraba sin expresión en el rostro estaba algo confundido, el Hisoka que conocía evitaba cualquier tipo de contacto con ese grupo de personas, los repudiaba e ignoraba, sin embargo, de repente le pidió que lo ayudara a buscar a su líder y no solo eso, sino que también pretende encontrarse con él. La curiosidad de Illumi no pudo contenerse más.
— ¿Por qué haces esto?— le pregunto el pelinegro sin rodeos, Hisoka siguió mirando la ventana sin responderle.— ¿Sabes? Por más bueno que seas en lo que haces, te vas a enfrentar contra "El Rey", no contra cualquier persona.— Illumi sabía juzgar sus peleas, Hisoka también era conciente de dónde se metía, por lo tanto Illumi no entendió la motivación de Hioska al entrar en una pelea en la tenía menos posiblidades de ganar.
Hisoka, quién había estando mirando todo el rato la vista de la cuidad dirigió su mirada a Illumi y respondió:— Me niego a vivir escapando de él, me niego a solo ignorarlo, me niego a que ponga sus manos en mis cosas.
Los ojos de Hisoka tenían un brillo diferente, un brillo que Illumi no pudo entender a la primera, sin embargo, desde de procesar sus palabras el brillo adquirió nombre: deseo. Y no cualquier deseo, el deseo de protección. Illumi pensaba que conocía a Hisoka mejor que nadie, que podía saber lo que pensaba siempre, no obstante, en ese momento era un total desconocido.
— No me digas que te encariñaste con algo.— dijo Illumi con burla que disfrazaba sus ganas de que su suposición fuera falsa.
Pero, contra todo pronóstico la respuesta de Hisoka fue un simple: "sí". Su mirada no titubio en ningún momento y el brillo en sus ojos jamás desapareció, Illumi reconoció el brillo porque lo había visto en la mirada de muchas personas que murieron por proteger otras cosas; en otras palabras por proteger su debilidad.
— Estás conciente de que creaste un punto débil, ¿cierto?— Hisoka no respondió nuevamente, la cabeza de Illumi comenzó a doler.— No puedes permitirte ser débil.— "no puedes tener una debilidad, no puedes, no puedes" Illumi consideraba a Hisoka su mejor compañero y un complemento en su trabajo, no podía imaginar que su mitad perfecta se convirtiera en imperfecta.
— Es por eso que tengo que eliminar lo que me amenaza ¿no?— dijo Hisoka con una sonrisa despreocupada en el rostro, esa frase antes de calmar al pelinegro lo alteró.
— Sigue siendo un punto en contra, es mejor que te vayas olvidando de eso que te motivó a hacer algo tan estúpido antes de que...
— No me estás entendido,— le interrumpió Hisoka con una sonrisa agradable a la vista pero al mismo tiempo una que cualquier persona podría haber catalogado como aterradora.— no te estoy pidiendo una opinión, voy a eliminar esta amaneza y cualquier otra que aparezca en el camino, no me importa si me hace débil o no... Eso también va para ti.
Y sin más desapareció por el pasillo dejando a un temblorosos de ira Illumi.
***
El lugar estaba completamente rodeado de árboles, parecía una selva Hisoka había durado cinco días en llegar ahí, ni siquiera sabía si su objetivo todavía estaría en el lugar señalado pero debía inspeccionar el área.
Se subió a la cima de un árbol mientras ocultaba por completo su presencia, observó y sintió todo alrededor con suma atención, mientras examinaba todo de repente una daga pasó por su lado izquierdo logrando hacerle un corte en su mejilla. Inmediatamente sintió esa presión asesina detrás y saltó ágilmente hacia otro árbol mientras que una línea consecutivas de dagas se clavaron justo en la rama que antes había estado apoyado.
Hisoka quien había tenido una expresión relajada en su rostro, sonrió grandemente al hombre que estaba debajo de él. Para cualquier otra persona esa sonrisa no tendría nada de raro, pero el hombre que lo tenía en la mira sabía que esa sonrisa no significaba nada agradable, lo cual logró excito más.
Sin querer alargar el silencio Hisoka saludo:
— Cuánto tiempo sin verte, padre.________________________________
1/2
Recta final 😱
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No el chico malo «Hisoka Morow»
Fiksi PenggemarUn libro donde la protagonista sabe que detrás de esa sonrisa perversa hay una sonrisa amable. Zulia tiene la vida más aburrida de todo el pueblo, pero a la llegada de este hombre misterioso todo cambia. El pueblo, desesperado por echarle de sus tie...