Capítulo 31: Un Salto Al Pasado.

20 2 0
                                    

La siguiente narración la hace el Lucas de 14 años, es un relato de todo lo que vivió cronológicamente.

Lucas Smith.

4 años atrás.

Agosto 4, verano del 2014.

— Mamá, ¿papá llegará tarde hoy? — inquirió Julián, mientras jalaba su delantal con insistencia.

El niño era mucho más pequeño que mamá, quien llevaba una coleta alta recogiendo su largo y rubio cabello.

—No creo, cariño. —Se explicó, — dijo que vendría a cenar con nosotros.

Los miré impasible mientras blanqueaba los ojos, las cosas ya no eran como antes.

— Pero mamá, mira la hora — insistió el niño. —tengo hambre... ¿Hay que esperarlo?

La mujer me miró un momento, buscando apoyo en mí, suspiré y me encogí de hombros.

— Jul, — llamé a mi hermano. — juguemos un rato afuera, mientras llega papá ¿sí? — el pequeño asintió y me siguió al patio.

La tensión que se respiraba en casa era palpable desde que papá tomó aquel caso que ningún abogado en Florencia se había atrevido a tomar, enfrentar un litigio contra un bufete como lo era el de Miguel Giordano, era en palabras de cualquiera de sus colegas un suicidio.

Y mucho más, cuando era él personalmente quien manejaba el caso siendo su hija la implicada.

Un rato después escuché la puerta y unos pasos, intuí que papá había llegado. Dejé a Julián jugando mientras me acercaba a la ventana para escuchar - mi última costumbre - su próxima discusión.

Últimamente todo eran discusiones entre ellos, mamá no me contaba nada, papá tampoco, pero él llegaba muy tarde, salía temprano, ya casi no nos hablaba, se veía estresado. Y conforme a mis investigaciones había descubierto que era gracias a ese caso que había tomado hace poco.

— déjame adivinar... ¿Problemas con el caso de Martín? — reprochó mamá.

Papá suspiró, y se deshizo de la corbata con lentitud.

— el caso no es difícil, ya tengo las pruebas sabía que era inocente... Él no abusó de la chica. — comentó mi padre sereno, muy diferente al tono de mamá. — el problema es la chica... Está loca y despechada, ¿acusar a un joven de abuso por que no quiso estar con ella?, que clase de educación. — bufó.

Mamá negó con cansancio.

— Eres abogado Leo, no psicólogo, deja de buscarle cinco patas al gato, y acaba con ese caso lo más pronto posible — le exigió mamá nada contenta. — me pone de los nervios esta situación.

— en dos días es el juicio, tranquila, todo irá bien. — aseguró papá.

Pero mamá lo dudaba.

...

Agosto 6, verano del 2014.

El horrendo y sobrio traje se ajustaba a mí ya formada figura, ahogándome con la corbata negra que adornaba el cuello de la camisa gris.

Habíamos salido de tribunales un par de minutos atrás, mamá sostenía mi hombro y papá cargaba a Julián, entusiasmado por haber ganado el caso, Martín Raineri el cliente implicado había sido expedido de sus culpas al juez declararlo inocente.

Entre LíneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora