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Media hora más tarde, Seokjin llevaba a Jimin en brazos hacia el baño. El rubio había quedado adolorido, porque era cierto: hace mucho que él no era tan violento en el sexo. O... más que violento... desesperado.

Se sintió culpable por muchas razones, pero estas se intensificaron cuando Jimin intentó levantarse de la cama para empezar el día y se quejó tan fuerte que unas lagrimillas cayeron por su rostro. Seokjin se alarmó, corrió a su bolso en donde siempre andaba con pastillas para el dolor (por este motivo y por otros llamados Jungkook y sus problemas) y le dio un vaso de agua, la pastilla y un dulce beso en los labios de su novio, acariciando su cabello con dulzura.

—Perdóname, Jiminie.

Él negó con la cabeza, abultando sus labios y alzando los brazos hacia Seokjin, con muestras claras de que quería que lo cargara.

Jin, riéndose, lo tomó en brazos, lo llevó al baño y lo ayudó a limpiarse, masajeando un poco la parte baja de su espalda queriendo calmar las dolencias del rubio por su culpa.

—¿Estás bien, dentro de todo, amor?

—Sí, Jimin. Es solo que... —suspiró, profundamente mientras que terminaba de sacar el jabón de los hombros de su novio, pasando sus dedos con mayor insistencia en el tatuaje de su espalda. —Hay muchas cosas que nunca te he dicho, Jimin... no las creí necesarias, porque en verdad... —en verdad no era capaz de hablarlo contigo. —en verdad no importaban. Y ahora vinieron a acechar a Jungkook con mayor fuerza que antes.

El rubio giró un poco su rostro, besando sus labios con fuerza.

—Cuando quieras hablar, estoy disponible para ti. Cuando quieras joderme de nuevo así, estoy disponible para ti. Y cuando quieras besar cada lunar de mi cuerpo, estoy disponible para ti también.

Jin tragó saliva, y asintió.

Observó la sonrisa hermosa de Jimin.

Quería suspirar eternamente por ella como lo hacía por los ojos de Taehyung.

Él removería el mundo de mis hombros

Si alguna vez me costara moverme

Él transformó la lluvia en arcoíris cuando estaba viviendo en la tristeza

¿Por qué, entonces, si es tan perfecto... aún deseo que seas tú?

Había dejado a Jimin abajo, junto a Yoongi y a Hoseok y les pidió expresamente que lo cuidaran, mientras los familiares del respectivo difunto hacían su entrada al hotel

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Había dejado a Jimin abajo, junto a Yoongi y a Hoseok y les pidió expresamente que lo cuidaran, mientras los familiares del respectivo difunto hacían su entrada al hotel. Los pocos que pudo ver Seokjin estaban vestidos muy elegantemente, de seguro con ropas más costosas de las que él alguna vez podría permitirse comprar.

Quizá no ahora que Jungkook puede acceder a eso...

Pero la verdad es que tampoco se sentiría cómodo: él no es de esos lujos. A él no le importan, y tampoco se siente muy cómodo de estar tomando algo que no le corresponde a él: el dinero de los Kim es de Jungkook y solo de Jungkook. Independiente de que esto pareciera una novela romántica con un final feliz y un hada perfecta con miles de deseos para cumplir, al final de las páginas él seguía siendo el hijo de un alcohólico que había dejado abandonada a su madre y que ni siquiera se había preocupado de aparecerse el último tiempo de vida de la que alguna vez fue su esposa, y ni siquiera se había preocupado de ayudar a su hijo cuando más lo necesitaba.

Glimpse of us [Jintae/Taejin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora