CAPÍTULO 11
La muralla de Londres era, sin la menor duda, la construcción humana más lamentable que Rick había visto en su vida. Su nacimiento se remontaba a unos escasos cinco años, y el militar no estaba seguro de que fuese a resistir otros cinco más.
Los edificios integrados en su recorrido estaban medio en ruinas. Habían soportado multitud de explosiones durante la guerra y las paredes que aún seguían en pie estaban agrietadas e incompletas en varios puntos. Los cristales de las ventanas se habían evaporado en miles de trozos bajo las detonaciones enemigas, dejándolas al desnudo. Las uniones entre las planchas de acero se estaban disolviendo en varios puntos, creando huecos enormes en forma de 'V' cuyo vértice se iba aproximando cada vez más al suelo, generando en algunos casos la necesidad de levantar pequeñas barricadas que contribuían todavía más a la degradación de su aspecto. Sin la amenaza de una nueva guerra, la reparación de la muralla quedó relegada al olvido.
Su edificación fue idea de Gordon. Con un discurso preparado a la perfección para explotar el miedo, el comandante señaló la imposibilidad de mantener el orden en la ciudad sin dedicar a tal fin todos y cada uno de sus soldados. Fue su gran baza para destacar sobre sus competidores por el mando del ejército. Recordando aquellos momentos, Rick tuvo que admitir que fue una idea acertada. La muralla exigió cuatro meses de duro trabajo, fue necesaria la colaboración de todo el mundo, y en lo que a seguridad se refiere, la ciudad experimentó una mejoría desde el nacimiento de su muro exterior.
Cuando terminó la guerra y se establecieron las fronteras de la Zona Segura con el Norte, Londres conoció el siguiente paso en su obsesión por la defensa y la protección. Se estableció una ordenanza por la que nadie podía franquear la muralla sin un pase de ciudad. Las consecuencias de esa decisión tardaron poco en apreciarse. La muralla adquirió un nuevo significado al representar una división entre un mundo con relativa ley y orden, y un mundo mucho más cercano al caos y al salvajismo. No tardó en surgir un nuevo escenario sobre el que la delincuencia volcó su imaginación: falsificaciones de pases, tratos para entrar o salir de la ciudad y un largo etcétera. También las leyes contribuyeron de manera ingeniosa al incluir una nueva pena de carácter medieval: el exilio bajo pena de muerte.
Rick conducía su coche en paralelo a la muralla, absorto en sus pensamientos. Por más que repasaba lo que había averiguado de la Tech Underground Corporation, no llegaba a ninguna conclusión, salvo a la de que estaba tratando con elementos más allá de su comprensión. Hacía dos días que había escapado a duras penas de una especie de animal con dientes del tamaño de puñales y una fuerza capaz de derribar una puerta de acero. Además, los extraños edificios que construía la T.U.C. estaban huecos, Scot había muerto a causa de algo que redujo el interior de su cuerpo a cenizas y la única pista que encontró en su apartamento era un informe médico sobre cómo le habían extirpado el útero a una tal Ángela Brown hacía trece años. Había preguntado a Jack acerca de la mujer pero dijo que no había oído nunca antes ese nombre.
Y luego estaba el espejo en el que se había visto reflejado de espaldas. Un detalle que no iba a comentar con nadie o le tomarían por un auténtico chiflado. Le ingresarían en un psiquiátrico aduciendo que el viaje al otro mundo le había trastocado el cerebro, como al otro soldado que regresó con él. Y la verdad es que comenzaba a pensar que había sido producto de su imaginación. Estaba muy oscuro. Sí, eso debió ser, un efecto visual. Era mejor centrarse en su investigación.
Rick había localizado a Robbie Fenton, el antiguo propietario del almacén por el que Jack había pujado, y que ahora, tras haber sido derribado, estaba dando a luz un nuevo edificio de la T.U.C. Le sorprendió saber que Robbie residía en una casa a sólo una manzana de la decrépita muralla. A la mayoría no les gustaba vivir tan cerca por un fundado temor a ver su casa saltar por los aires en caso de que estallara una nueva guerra.
ESTÁS LEYENDO
La Guerra de los Cielos
FantasyLa guerra más antigua y devastadora de la existencia ha encontrado el modo de continuar, de extenderse por toda la creación. El Cielo y el Infierno ya no son los únicos escenarios para este terrible conflicto. Comenzó cuando el planeta se estremeci...