Love song | ᵏⁿʲ ʲʲᵏ ᵐʸᵍ

chapter 3 ; young and innocent «Part 3»

Al siguiente día, Ari estaba demasiado ansiosa. Lo estuvo desde la mañana cuando salimos de nuestro edificio y veníamos caminando hacia el instituto. No habló mucho, pero sí dijo que no había dormido demasiado por la emoción. 

No fue hasta que llegamos a la cima de las escaleras, cuando escuché un chillido. Como respuesta, mi cuerpo saltó en su lugar. 

―¡¿Pero qué pasa, tía?! ―exclamé alarmada. 

―¡Mira! ―dijo ella mientras me ponía el móvil justo frente a las narices. 

En la pantalla bloqueada había una notificación que venía de un número desconocido y decía: ten un bonito día. Nos vemos a la hora del almuerzo. 

Mis ojos se abrieron como platos ―. ¿Crees que sea Min Yoongi? 

―¿Quién más podría decirme que quere vernos a la hora del almuerzo? Si solo éramos Namjoon, Jungkook, él, tú y yo cuando lo dijo ayer. 

Asentí ―. Tienes razón. ¿Qué vas a responderle? 

Ella comenzó a morderse la uña de su pulgar, siempre hacía eso cuando estaba nerviosa ―. No lo sé, ¿qué debería responderle? 

―Mmm... no lo sé, un: ¿tú también. Claro? Y pon un emoji bonito. Pero no que sea el de... no, idiota, ese no. Sí, ese es más sutil. 

―Vale lo envío ―dijo ella luego de seleccionar el emoji en donde sale el monito con las mejillas sonrojadas y sonriendo. Cuando bloqueó su móvil, sonreímos al mismo tiempo ―. Qué emoción. 

Reí ―. Sí, tienes razón. 

Las dos comenzamos a caminar hacia el interior del edificio, ya hablando de otros temas, más que nada para distraerla, porque ahora temblaba de la ansiedad y emoción como un chihuahua. Ya estando dentro, cerca de nuestro salón, fue cuando nos encontramos con Kim Namjoon a la mitad del pasillo. 

―Ey, chicas, buenos días, ¿cómo estáis? ―preguntó cordial. 

―¡Muy bien, excelente, de maravilla! ―exclamó Ari, reí cuando Namjoon la miró confundido. 

―Le llegó un mensaje de Min Yoongi deseándole buenos días ―le expliqué, a sabiendas que Ari solo quería saber si estábamos en lo correcto, pero le daba vergüenza preguntar por sí misma. 

Al escuchar eso, el moreno entendió todo ―. Ah, bueno. Sí. Yo le dije que te lo envíara. 

―¿Tú le dijiste? ―preguntó Ari, un poco desilucionada. 

Namjoon se rascó la nuca ―. Sí, pues... digamos que le di el coraje de hacerlo. No le dije qué te escribiera, pero sí que lo enviara nada más te vea en el cole. 

―Pero no le he visto ―dijo Ari con el entrecejo fruncido. Fue entonces que Namjoon sonrió en grande, con orgullo. 

―Eso no quiere decir que él no te haya visto. Yoongi es de lo que llega temprano porque le gusta sentir la brisa de las mañanas. 

Sus palabras repercutieron en la mente de mi amiga, solo Dios sabe lo que esa chica estaba pensando, posiblemente haciéndose ideas de más. Pero, por la sonrisa que tenía en sus labios mientras miraba sus pies, me relajé y decidí no intervenir. Tal vez era sano que se ilusionara un poco. Ella mereceía tener ese tipo de cosas en su vida. 

―Iré por algo de la máquina ―dijo ella tímida. Eso en realidad significaba que iría al baño para chillar de emoción. 

Sonreí ―. Vaaaale, me traes algo.