Después de haber pasado una hora más, hablando de Jungkook y de cómo se sentía acerca de la situación con Ari, decidí que era buena hora para regresar a mi piso.
Estaba tan ida en mis pensamientos, intentando entender la situación en la que estaban mis amigos, que no me di cuenta que alguien estaba viéndome o más bien; esperándome.
―Riri, ¿qué tal tu siesta? ―pregunté casual.
La mirada de mi amiga era un poco ida, pero, cuando escuchó mi voz, se enfocó en mí. Un mohín salió de sus labios, solo que se veía un poco ida. Contrariada.
―Ya te lo ha dicho ―terminó por decir, cuando me acerqué a su lado y me senté con ella ―. Que nos hemos acostado. Jungkook te lo ha dicho.
―No te quedaste dormida ―deduje tras analizarla por un segundo ―. No pudiste estar en tu casa, así que fuiste hacia el mirador.
Ella asintió ―. Pero eso ya lo sabías, querías que yo supiera que Jungkook te iba a decir acerca de lo que pasó entre los dos.
Reí ―. Me estás dando mucho crédito, Riri.
Me senté a un lado de ella, cuando lo hice, ella recargó su cabeza sobre mi hombro. Un suspiro pesado brotó de sus labios. Joder, si me pagaran por cada suspiro que he escuchado en el día de hoy, estaría forrada.
―No sé qué pasó, te lo juro.
―Te enamoraste de tu mejor amigo, ¿cuál es el problema con ello?
Ari me miró con una mueca de ofensa, que no le había visto nunca en su vida.
―¿Quieres que te enumere todas las razones por la cuál es un problema, Go Mei? ―bramó, comenzando a sonar como la exagerada que era ―. Es que, por Dios, ¿cómo crees que me sentí cuando me di cuenta que las cosas no terminarían bien?
―¿De verdad pensaste en eso? Ay, Riri, no era necesario que te pusieras en esa posición cuando apenas si comenzaron las cosas ―ella se quedó callada por un segundo, intentando comprender a qué me refería. Ahora me tocó suspirar a mí ―. ¿Quién tuvo la idea de acostaros?
Meditó un poco ―. La verdad es que casi no recuerdo mucho acerca de esa noche. Todo es muy difuso y Jungkook asegura que recuerda menos de lo que yo hago. Así que, lanzamos una moneda para intentar adivinar y de...
―Espera, ¿habéis lanzado una moneda? ¿Estás de joda?
―¡Qué quieres que te diga! No sabíamos qué hacer. Desperté en su habitación, en pelotas y con él cerca de mí de la misma manera ―sus manos se dirigieron hacia su cabeza, para despeinarse un poco ―. Que me di cuenta que metí la gamba, hija. Nada más abrir los párpados.
―Bueno ya, entonces, ¿quién dijo de hacerlo la segunda vez?
Casi escupe por reírse ―. Pues yo, hija. Que me conoces, sabes que no podía soportarlo, tenía que saber si era algo de una noche o había algo más.
Pero es que esta hija era tonta, ¿o se hacía? Miré a mi mejor amiga como si le hubiera salido una segunda cabeza.
―Pero, ¿tú hablas enserio?
―Claro.
―Pues a ver, que me lo explicas, porque de verdad es que no te estoy entendiendo nadita ―dije cuando me quité de mi posición inicial y me senté para verle la cara. Ari se sentó mejor, colocando sus piernas en modo indio.
―Mira, desperté porque alguien me movía, ¿vale? Pero, no movida como cuando nos despertamos la una a la otra, no, tía. Que alguien me movía con caricias y besos, que me colocaban el cabello detrás de la oreja con lentitud y hasta cariño ―fingió un escalofrío, como si el recuerdo le diera asco. Sí, claro ―. Después de eso, Jungkook venía más seguido a mi casa. O sea, durante las vacaciones veía su culo más tiempo de lo que veía el de mis padres.
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Love song | ᵏⁿʲ ʲʲᵏ ᵐʸᵍ
FanfictionNunca supe lo que era tener a la persona indicada y darme cuenta que siempre estuvo a mi lado.