Mi respiración era entrecortada mientras intentaba subir lo que eran los últimos escalones. Sentía que mis pulmones quemaban y que en algún momento, terminaría por escupir alguno. Por el pasillo veía a varias chicas caminando de la misma manera, llevando cajas y maletas de allá para acá.
―Oye, ¿qué haces aquí parada? ―escuché la voz de Namjoon detrás de mí. Al volverme, pude ver su sonrisa burlona.
―Estoy admirando las grietas de la pared, ¿tú qué tal? ¿Qué haces? ―dije entre alientos.
―Mei, te hace falta hacer un poco más de ejercicio ―se burló él cuando se acercó a mí, colocó una maleta en el suelo y me quitó la caja que yo tenía ―. Anda, tú empuja la maleta y yo me llevo esto.
Agradecida, hice lo que me dijo y vi cómo es que caminaba hasta llegar a la habitación que sería la mía y de otra chica. Sí, otra chica que no era Ari. Lo cual era una tortura, más para ella que para mí, porque nunca hemos estado separadas. Bueno...
―¡Hola, vecina! ―irónicamente, nos seguía separando un pasillo ―. ¡Cuánto tiempo sin verte! ¡Esto es una tortura! Tenerte tan lejos. A miles de kilómetros. En otro...
―Ari, ¿ya no hay más cajas? ―la voz de Yoongi la interrumpió.
Mi amiga se volvió hacia su novio ―. Ah, no. Esa era la última.
―Mei, ¿ya terminaste de subir tus cosas? ―me preguntó el ahora azavache.
Miré las cajas que habían en el interior de mi dormitorio. La chica que se quedaría conmigo aún no llegaba, por lo que había puesto mis pocas casjas en la cama que había escogido. Esperaba que no le molestara, igualmente, para cuando regresase, le preguntaré si está bien que haya cogido ese lado de la habitación.
―Sí, ya he terminado ―anuncié.
Yoongi abrió los ojos con alivio ―. ¡Vamos a comer!
Tras un poco de risas, todos asintieron y comenzamos a caminar fuera de la residencia. Ya que nos habíamos inscrito con tiempo, Ari y yo habíamos encontrado un espacio en la residencia principal del campús. Aún cuando no habíamos conseguido quedar juntas en la habitación. Lo cual hizo que el mundo se derrumbara para Ari, ya que había soñado que fuéramos compañeras en nuestra vida universitaria. Irónicamente, aún seguíamos siendo vecinas.
Por otro lado, Yoongi y Namjoon, ya que tenían un año desde que habían ingresdo a la universidad, ya tenían trabajos necesarios como para rentar un piso por su cuenta. Nos habían dicho que podíamos ir siempre que quisiéramos, su piso quedaba a una parada de autobús de distancia. Aún no habíamos ido, pero Ari prometió que lo haríamos pronto.
Y ya que los chicos conocían más el área universitaria, nosotras nos subimos al coche de Yoongi quien nos llevó a un restaurante que presumía ser demasiado bueno.
―Tienen estofado de kimchi, así que, te gustará ―le había dicho Yoongi a su novia. Lo cual fue lo suficiente como para decirle sin dudarlo que iríamos.
No pasó mucho tiempo antes de que llegáramos al restaurante que tanto mencionaban. No era muy diferente a lo que eran los restaurante a los que le gustaba visitar a Ari, más que nada, porque le gustaba comparar los estofados de kimchi. Esto con el intento de encontrar alguno que se pareciera al que hacía la mamá de Jungkook. Ha pasado mucho tiempo y ella aún se sentía incómoda por su ida.
Una vez que nos encontrábamos en nuestra mesa, miré cómo es que Ari comenzaba a moverse con emoción. Yoongi la miraba con ternura.
La relación de Yoongi con Ari era un poco especial. Fue el mayor quien se confesó con la chica a unos meses antes de su graduación, diciendo que quería aprovechar el tiempo donde podía verla todos los días antes de irse a la universidad. Ari estaba emocionada, aunque yo sabía que no era del todo feliz.
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Love song | ᵏⁿʲ ʲʲᵏ ᵐʸᵍ
FanfictionNunca supe lo que era tener a la persona indicada y darme cuenta que siempre estuvo a mi lado.