chapter 6 ; lunch time «Part 3»

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Los dos terminamos en uno de los parques que quedaban en una cima cerca de mi casa, por obvias razones, sabía que Ari nunca vendría hacia aquí, porque, primero: estaba molesta con la situación y un poco confundida, se la pasaría caminando en su habitación en círculos hasta saber qué hacer; segundo: según el último mensaje que obtuve de ella, llegó a dormir y ella, cuando tiene sus siestas de la tarde: duran horas. 

―Entonces, cuenta, tío. Que como se despierte Ari y siga dándole vuelta al asunto va a venir aquí para hacer lo mismo que estamos haciendo ―le presioné un poco cuando pasamos cerca de quince minutos sin decir una sola palabra. 

Kookie se rascó un poco la cabeza antes de asentir, abrió la boca, la cerró; la volvió a abrir y la volvió a cerrar. A este punto, estaba tan ansiosa por la incertidumbre, que, justo cuando alcé la mano para golpearlo, por fin emitió una palabra tan simple; que aun así me dejó descolocada. 

―Nos acostamos. 

―¿Qué? ―dije cuando perdí el aire. 

―Eso. Nos acostamos. 

Abrí los ojos como platos ―. ¿Cuándo pasó esto? ¿Dónde? ¿Cómo? 

―En las vacaciones de invierno, ella fue a Busan a visitar a su tía, como ya sabes, al igual que yo... nos encontramos, salimos unas cuantas veces y cuando menos nos lo esperamos: ebrios. Nos acostamos. 

Estaba tan sorprendida, que no tenía palabras para expresar en palabras la sorpresa que me estaba llevando. Mis dos mejores amigos del alma habían tenido un polvo. 

―¿Fue algo de una única vez? 

Tardó. Le tomó su tiempo, pero al final negó con la cabeza ―. En realidad, volvimos a hacerlo siempre que era posible hasta hace... mm... un mes si soy exacto. 

―¿Y por qué pararon? Digo, si no dejaron de hacerlo, es porque os gustaba, ¿no? 

Aunque el sol ya se había metido casi en su totalidad, aún me era sencillo ver las mejillas sonrojadas de mi amigo. Jungkookie era un poco transparente cuando se trataba de las cosas que le daban vergüenza, más si se trataba de nosotras, con quiénes era más abierto. Y vaya qué abierto era con Woo Ari. 

Una mueca de molestia, con el entrecejo fruncido apareció en el rostro de mi amigo. Un gruñido brotó de sus labios por mera frustración y pronto le vi levantarse de su lugar, solo para caminar en círculos por un minuto entero. 

Luego, con una mano en la cintura, otra en la barbilla soltó ―: Se enamoró de mí. 

Como un balde de agua es que me cayó aquella noticia. 

―Estás de coña. 

―Te lo juro por Dios. ¿Por qué diría una gilipolléz así si fuera mentira? 

―Es que, ¿estamos de acuerdo que hablamos de Woo Ari? ¿La misma chica que perdió su virginidad con un chaval que estaba coladísimo por ella y ella lo usó solo para perderla? ―él asintió ―. ¿La misma frívola a la que todos llaman corazón de piedra porque sabe que cada persona es innecesaria en este mundo? 

Volvió a asentir ―. Sí, Mei, la mismíta chica. Sí. Sí. ¡Coño! 

―Bueno, bueno, ya entendí, joder, que no me grites, gilipollas. 

Suspiró ―. Bueno, pues eso. Que Ari se enamoró de mí. 

―Supongo que habéis hablado y que le habéis dicho desde un principio que todo era... solo sexo, ¿no llegaron a hablarlo o a un acuerdo o una mierda así? Que no sé, hijo, yo leo esas cosas en los manhwas, pero nunca lo había visto en vida propia. 

Love song | ᵏⁿʲ ʲʲᵏ ᵐʸᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora