Interlude ; stay

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Encontrar a Ari no me costó demasiado tiempo. Ella se encontraba jugando al beer-pong con Yoongi, Namjoon y otro sujeto que no conocía de nada. Me acerqué a ella y toqué su hombro. 

―¿Qué pasa, Mei? ¿Dónde has estado? ―me preguntó sin quitar la mirada de los vasos que había frente a sí ―. ¡Eh, eh, no pongáis las manos, idiotas! 

―Me perdí por ahí ―le resté importancia ―. Oye, hay algo... de lo que quiero hablar, ¿vamos? 

―¿Ahora mismo? ¿Es algo importante? ―preguntó con el entrecejo fruncido, su rostro se giró hacia mí y se veía preocupada. 

Me relamí los labios sin saber qué hacer. ¿Cómo le digo que tiene que ir hacia un lugar para que arregle las cosas con Jungkook? ¿Se enojará conmigo por hacerla ir a verle? Bueno, tendré que descubrirlo. 

―Sí, me temo que sí. 

Ari me analizó de pies a cabeza, antes de darle la pelotita a Yoongi. Se disculpó con él y le dijo que teníamos que hablar. Al principio no entendieron y creo que al final tampoco, lo supe porque Namjoon tenía una ceja alzada en mi dirección. Sé que habíamos dicho que sería buena idea juntar a nuestros amigos, sin embargo, también tenía que ver por Jungook. Así que, debía ayudarlo para por lo menos, recuperar a su mejor amiga. 

―Ya, ya, no te quejes, Han. De todos modos, ibas a perder ―le restó importancia Ari antes de coger mi brazo y alejarme de ellos ―. ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? 

Tal vez Ari creía que llevaba la batuta de quién guíaba a quién, pero en realidad era yo quien tenía el control. Así que la llevé hacia donde había dejado al pobre de mi amigo. 

―Sí, lo que pasa es que... hay algo de lo que debemos hablar. 

―Me estás poniendo nerviosa, Mei, ¿qué pasa? 

―Ari, no quiero que te molestes conmigo, pero creo que es hora que hables con él ―nada más terminar mi oración, ella plantó los pies en el suelo y no pudimos avanzar ―. Anda, Ari, que os hará bien arreglar las cosas. 

―No, Mei. No me interesa arreglar las cosas con ese idiota. No quiero. 

Viré los ojos ―. Ari, pero si has estado triste desde que os peleasteis. Sé que le extrañas. 

Ari frunció el entrecejo, dejándome ver qué tan molesta estaba. Sabía que ya no estaba molesta por la escenita que le hizo Jungkook en el cine, que vale, sí un poco. Sin embargo, estaba más dolida que molesta porque él no se había acercado, ni aún aparentando como si nada hubiera pasado, cosa que es típico de Jeon Jungkook. 

―Es un idiota ―refutó ella, aún negándose a caminar. 

―Un idiota que te necesita ―intenté jugar esa táctica, para ver si se tocaba el corazón un poco o este se descogelaba. 

―Creo que quedó muy en claro que solo me necesita porque ya no le presto atención. 

―Woo Ari, solo escúchalo ―me quejé ―. Dale esa oportunidad, una vez que lo escuches, decides qué es lo que quieres hacer. 

Mi amiga abrió la boca sin saber qué decir, sin embargo, terminó por asentir. Rindiéndose por fin, por lo que, no dudé en continuar nuestro camino hasta que llegamos al sitio donde le había dicho a Jungkook que se quedara. 

Con suerte, lo encontramos sentado en la banca. Tenía el rostro escondido en sus manos y nada más escuchar nuestros pasos, salió de ahí. Rápidamente vimos cómo es que se ponía de pie, un poco muy rápido, en realidad. 

Love song | ᵏⁿʲ ʲʲᵏ ᵐʸᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora