Reality Show

34: ¡¡Tenemos la regla!!

Me quedé una semana dentro del baño, escapando únicamente por las noches para robarme la poca comida que dejan Anna y Sam en la nevera, que casi siempre era un trocito de queso o medio pan.

Soy rara, lo se. Pero los chicos no se olvidaron de mi:

Anna fue le primera en golpear la puerta el segundo día y me cantó ¿Y si hacemos un muñeco?, pero la mandé a la mierda.

El tercer día, Hiccup me quiso engañar diciendo que Bob esponja estaba bailando en la cocina. No lo logró.

El cuarto día, fue Florencia intentando ser comprensiva.

Y el quinto, Elsa contándome sus tristezas y su soledad. Decía que no era lindo vivir encerrada. Me la suda, Elsa.

Y de vez en cuando, iban Sam insultándome y/o Astrid amenazándome con golpearme.

Pero hoy, el séptimo día, he decidido enfrentar mi desgracia y salir del baño.

Voy a tocar el pestillo, se sienten los redoblantes de fondo, toco el pestillo, alguien abre la puerta bruscamente y me golpea la cara, dejándome en el piso.

-¡OYE!- dije levantándome.

-Ah, lo siento- dijo Hiro.

Genial, de los 17 chicos y chicas viviendo en este manicomio, ME VIENE A ABRIR LA PUERTA EL MÁS DESUBICADO.

-No, no pasa nada- dije enojada y empujándolo para poder pasar.

-Popi popi po po pi po- cantaba Jack desde la tubería.- Ah, hola Rayita, ¿como has estado?

¿Este loco sigue ahí?

-Bien, gracias.- dije y seguí de largo.

Llegué a la cocina y me encontré con el dúo Anna y Sam comiendo galletas.

-Hasta que te decidiste a salir- dijo Sam escupiendo migas de galletas a todas partes.Hasta en mi cara.

-Si, es que no podré vivir toda la vida en un baño- dije limpiando mi cara.

-Tuvimos que mear afuera toda esa semana- dijo Anna.

-Lo lamento, es que fue extraño y... no se- dije.

-Baya, baya, baya. Llegó la reina del drama- dijo Astrid cruzada de brazos en la puerta.

-Me odias- aseguré con cara de mala.

-No, es más, te ayudaré a matar a Hiro- dijo.

-Gracias- sonreí.

-¡Me deben 500 dólares!- gritó alguien desde afuera.

Salí y me encontré con Caracúlico y 2 minioms con una tablilla cada uno.

-¿Que es todo esto?- pregunté.

-Se supone que tú organizarías una fiesta otra vez. Pero ahora tengo que hacerlo yo- dijo el viejo.

-No voy a organizar más fiestas en el período de 30 días- dije enojada.

-A mi no me engaña, usted es una loquilla- dijo estrechándome un cachete. Viejo atrevido.

-No me toque- dije y saqué su mano de mi cara- Estoy muy enojada con usted- aunque realmente no se porque estoy tan sensible.

-¿Que le pasa, jovencita?- dijo ya enojado Caracúlico.

-¡¡NO LO SE!!- le grité y asusté a los pobres minioms.

Corrí al cuarto.

-¿Oye, que te pasa?- me preguntó Jack mientras yo corría hasta el cuarto. Lo ignoré por completo. ¿Y Flynn? ¿No estaba colgado en el lugar de Jack?.