9: Guerra de cosas Kawaii *o*

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-¡¡Olaf, Olaf, Olaf!!- gritaban Anna, Kristoff y Flynn.

-¡¡Baymax, Baymax, Baymax!!- gritaban Mérida, Jack y Hiccup.

Hiro estaba de un lado de la habitación con Baymax y Elsa del otro con Olaf.  Y  yo, bueno, yo era la jueza... no me podrían lastimar, Jajaja.

-¿Preparados?- pregunté. Mire a ambos lados del "ring" improvisado que era un montón de almohadones con diseños infantiles. Hiro asintió con cara de perro mojado mientras Elsa le daba una soda y le  secaba el sudor a Olaf... (Si, los muñecos de nieve sudan).

Me paré en el centro del ring improvisado y comense un conteo.

-3...... 2........ 1............... ¡Ahora!- salté y caí entre los brazos de Jack. El hizo trompita y se acercó como para un beso pero le pegué una bofetada.

-¡Oigan! Se supone que la palea es en el ring- dijo Hiccup.

Me di vuelta y observe a Olaf con cara de caníbal saltando sobre Baymax.  Pero Hiro  le gritaba cosas como:

-Patada atrás...- y Baymax hacía lo que él le decía- lateral.....    Navaja....... - con cada golpe, Olaf volaba por los aires (ni que volara por el piso). Hiro continuó - el martillo..... El puño...

-Ba-la-la-la-la- dijo Baymax.

-¡¡¡¡No!!!! eso ¡noo!- grito Hiro, pero era demasiado tarde... Olaf se trepaba por su espalda y le mordía la cabeza.

-! -¡Eso es Olaf... enséñale quien manda!- gritó Elsa.

Olaf puso los ojos como platos y comenzó a golpear a Baymax, pero éste ni se daba cuenta.

-Tu pequeño amigo tiene su temperatura corporal baja-le dijo Baymax a Elsa mientras Olaf le mordía un dedo.

-Necesitas calor- Baymax abrazó a Olaf y comenzó a calentarse.

-!Noooooo!- Elsa cayó de rodillas mientas veía como Baymax derretía su hermosa creación.

-Creo que esta pelea termino en el primer round...  - dije- Ah, y... lo lamento Elsa.- le di una palmadita en el hombro al mismo tiempo que ella se refregaba llorando por el charco que solía ser Olaf.

-Lo drogué- dijo.

-¡¿QUE?!- dije.

-Lo drogué para que ganara, le metí cocaína a la soda.

-¿De dónde la sacaste?

-De ahí- dijo señalando una mesa. Ok, tooodo normal.

-Am... Y... ¿dónde estamos? - volvió a preguntar Mérida.

Pasada la emoción, los llantos y el drama, nos paramos en un círculo con las espaldas adentro de éste.

La habitación no conducía a ningún lado. No había puerta ni marco ni una miserable ventana.

Solo una pantalla gigante de televisión. Quizá ese lugar no sea tan malo.

-¿Que peli quieren ver?- gritó Jack. EN MI OÍDO.

-Mi vida, ese ¡¡¡¡era mi oído!!!!- le grité yo.

-¡QUIEROVER LA PELI DE HICCUP!- grito Mérida.

-¡YO LA DE RAPUNZEL!- gritó Elsa.

-¿Y LA DE HIRO?, ¿NADIE LA QUIERE VER?- grité yo.

-Emm... 2 cosas.-rezongó Hiro- La primera, ¿porqué querés ver mi peli?, segunda, ¡¡NO GRITES NO SOMOS SORDOS!!, y la tercera, ¿Te parezco sexy?.

-Emm... esas, fueron tres cosas no dos y... quiero ver tu película porque la amo y... ¡GRITO SI QUIERO! - le dije.

Al final vimos la de Mérida porque fue la única que no le pegó a Hiro y no le dijo alcahuete... Envidiosos.                                          

                                                                 Gracias por leer…                                                               

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