Capítulo 3. Un día como cualquier otro

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Los años pasaron, y JK decidió trabajar en sí mismo durante gran parte del tiempo, incluso cuando Bow ya le estaba ofreciendo un entrenamiento lo suficientemente pesado; había moldeado su cuerpo y fortalecido cada parte de él, tanto, que constantemente sus compañeros hacían alusión a sus músculos y su indudable fuerza natural. Además, se había hecho algunas perforaciones, que lo hacía parecer aún más grande e intimidante de lo que ya era. Iban a misiones con tal de prepararse para el plan que había formulado Bow desde hacía años, para tomar control de la ciudad y luego irse expandiendo. "No puede fallar", decía constantemente. Y todos creían en su palabra, así que continuaban ejercitándose.

En todo ese tiempo, se había hecho inseparable a Suga y a Jin, un chico mayor, que se había unido a ellos tiempo después que él. Tenía el cabello café obscuro y la habilidad de controlar el agua y respirar debajo de ella. A pesar de ser parte de los "supervillanos", era una persona muy agradable; y JK había terminado por caer ante sus encantos. Tenía una cara envidiable para todo tipo de personas, pero su personalidad ganaba el corazón de quien lo conociera, a menos que fuera mientras robaba o engañaba personas en las misiones a las que iba. A pesar de eso, ambos habían aclarado las cosas hacía tiempo, y Jin le había dicho que solo lo veía como su hermano; pero eso no evitó que JK siguiera estando atraído por él. Sin embargo, cada noche, sus pesadillas eran realistas, y continuaba viendo a aquel chico de 18 años que le rompió el corazón huyendo de él. Cada recuerdo y cada dolor, lo canalizaba como impulso, para conseguir su venganza, contra el mundo, y lo cruel que era, y por todo lo que lo había hecho sufrir. "Nadie merece tu perdón. Mata a quien se ponga en tu camino y consigue lo que quieres" repetía Bow a todos cada día.

Ahora con 22 años, su objetivo estaba bastante claro. Y cada misión era mucho más fácil que la anterior, incluso sus robos semanales para obtener comida, le parecían tan fáciles, casi como comerla.

- Nos llevaremos esto. – Decía Suga al vendedor que sin dudarlo aceptaba gracias al control mental, y los 3 salían por la puerta como si nada.

- Eso no es para nada divertido. Deberías dejar que lo hagamos sin control mental. – Dijo JK que cargaba con 4 bolsas llenas de cosas.

- Sabes que no hay que arriesgarse innecesariamente. – Contestó Suga, buscando apoyo por parte del más grande (con actualmente 27 años), pero cuando lo miró, éste solo comía uno de los panes que acababan de tomar. – No puede ser... - Jin se giró hacia él.

- ¿Qué? ¿Ya no me dejas comer? ¿Después de todo el trabajo que hago siempre? –

- Buscaba algo de apoyo. – Dijo Suga desesperado.

- Yo te doy mi apoyo. – Dijo Jin casi indiferente, lo cual hizo reír a JK.

- Deberíamos ir a asustar personas como antes. – Dijo JK mirando al horizonte.

- Era divertido. – Asintió Jin. – Menos mal Bow nunca se enteró de eso. –

- Sería un mal momento para que lo supiera. – Dijo Suga.

- Te has vuelto muy precavido. –

- Suga solo trata de protegernos. – Suga rodó los ojos.

- ¡Alto ahí! – Se escuchó. Los 3 se giraron hacia el responsable. Un hombre traía una pistola y les apuntaba directamente, con mirada firme y sin rechistar.

- ¿Qué se supone que harás con eso? – Dijo JK mirándolo de arriba abajo. - ¿Matarnos? –

- Si es necesario. Vi cómo le robaban al señor... no sé qué le hicieron, pero no se movió ni un segundo y yo no voy a permitir esto. ¡Es mi ciudad y la voy a proteger! –

- ¿Cómo piensas impedirlo? – JK dio un paso al frente, y aunque no era mucho más alto que aquel hombre, sin duda lo aparentaba.

- Los voy a entregar a la policía... no... ustedes se entregarán solos, y a cambio, no los mataré. –JK rio. 

¿SUPERando el amor? | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora