- Si sigues así morirás virgen, Mochi.
Éso y el consolador rosa que acababa de regalarle su amigo TaeHyung fue la gota que rebalsó su inexistente paciencia.
No podía creer que realmente estuviera considerando aquella tarjeta que venía en el paquete...
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El recorrido del extenso pasillo amenazaba con quebrantar la ilusión de templanza que manejaba el omega.
JiMin sentía sus manos sudar mientras que luchaba con controlar su aroma para que nadie se diera cuenta de la batalla interna que estaba teniendo mentalmente.
Así como sí de magia se tratara, pudo sentir la presencia de su alfa embriagar y calmar sus pensamientos, cual manto protector.
El omega respiró profundamente, tratando de que esa sensación le diera todas las fuerzas para poder continuar con sus pasos y con la inminente situación.
YoonGi parecía deslizarse en lo profundo de su alma, ayudando a que pudiera retomar el control sobre su cuerpo.
—Es en la siguiente puerta a la derecha. — Explicó Jackson. —Los guardias están al tanto de tu presencia y te dejaran continuar. — el pelirrosa asintió y continuó sólo en su camino.
Instantes luego, tal y como el alfa le había indicado, JiMin no tuvo ningún inconveniente para sortear a los oficiales que estaban resguardando a su madre.
Park JiWon se encontraba estoica mirando hacía la ventana cuando su hijo ingresó en la habitación.
No hizo falta voltearse para saber que su retoño se encontraba a pocos pasos de distancia, el vínculo que mantenían además del reconocido aroma que desprendía su pequeño era todo lo que ella necesitaba para ayudarla a mantenerse firme en todo lo que se venía.
El ser consciente de que había podido evitarle tal peligro al menor, era lo que la reconfortaba en lo que durara su estadía en custodia.
—Mamá…— le llamó el pelirrosa en voz baja.
—No deberías estar aquí. — aseveró sin quitar la mirada del horizonte. El omega no pudo evitar sentirse lastimado por las palabras de la mayor. —M-Mam—
— Vete. — ordenó.
Aún en estas instancias, ¡¿Su madre no podía dejar de lado su orgullo?! ¡¿Tanta desgracia suponía para JiWon que su hijo hubiera podido encontrar a alguien que le amara más que a todo en el universo mismo?! ¡¿Acaso eso no valía?! ¡¿Realmente tan poca confianza tenía en las elecciones de su hijo?!
— ¡Escúchame, por favor! — pidió al borde de la desesperación. — ¡Por una vez en tu vida necesito que me escuches! — contra todo pronóstico, el pelirrosa avanzó a grandes zancadas a donde la omega se encontraba, tomándola por los hombros y obligándola a que lo vea.
JiWon se sorprendió por la actitud que su hijo había tomado. Jamás en su vida había hecho algo así, pero le parecía bueno que JiMin aprendiera a tener algo de coraje, para variar.
Por su parte, el menor pudo notar la preocupada expresión de su madre, detrás de esa fachada de frialdad, lo que le hizo sentir algo culpable de cómo le había tratado.
